Virgen del Pilar

Abel Galzerano, catequista y consagrado a la Virgen (Banfield )
Hoy en día, la devoción a la Virgen del Pilar sigue tan fuerte como siempre. A lo largo de los siglos, la figura de la Virgen ha sido un símbolo de protección y consuelo, y sigue siendo un faro de esperanza para millones de fieles. El 12 de octubre se celebra esta festividad.
Narra la historia que el apóstol Santiago junto a sus discípulos estando al borde del río Ebro: «oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol, (que aún se conserva).» La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió a Santiago que le construyese allí un Templo, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que : «permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio». La aparición data del año 40, pero la Iglesia la reconoció el año 1739, siendo Papa, Clemente XII.
La virgen del Pilar por su conexión con la evangelización de América, es la Patrona de la Hispanidad, uniendo a personas de habla hispana en el mundo. Por este motivo se celebra el 12 de octubre. “Esta grandísima devoción se apoya en la tradición porque no hay documentos escritos de esta aparición mariana, que además tiene la particularidad de que cuando la Virgen se le aparece al Apóstol Santiago, ella todavía estaba viva, pero en Tierra Santa”.
Asimismo, hacia el año 835, un monje de San Germán de París, llamado Almoino, redactó unos escritos en los que habla de la Iglesia de la Virgen María de Zaragoza, «donde había servido en el siglo III el gran mártir San Vicente», cuyos restos fueron depositados por el obispo de Zaragoza, en la iglesia de la Virgen María. También está atestiguado que antes de la ocupación musulmana de Zaragoza (714) había allí un templo dedicado a la Virgen. (Fuentes ,Catholic.net).
“El de la Virgen del Pilar, junto a otros santuarios marianos, son lugares de gracia de Dios y de especial presencia maternal de María. También nos muestra un rasgo ejemplar de María, madre de los apóstoles. Ella alienta a Santiago en la misión, y con él a todos los cristianos llamados a ser discípulos-misioneros. En ella podemos poner nuestra confianza los que formamos parte de esta gran hermandad de los pueblos de habla española. Ocasión pues, para venerarla, quererla, e imitarla”.( Manuel María Bru Alonso, delegado Episcopal de Catequesis de la Archidiócesis de Madrid).
El recordado San Juan Pablo II en su visita al Santuario en el año 1982 elevó su oración a la Virgen: “ Virgen Santa del Pilar: aumenta nuestra fe, consolida nuestra esperanza, aviva nuestra caridad. Socorre a los que padecen desgracias, a los que sufren soledad, ignorancia, hambre o falta de trabajo. Fortalece a los débiles en la fe. Fomenta en los jóvenes la disponibilidad para una entrega plena a Dios, asiste maternalmente, oh María a cuantos te invocan como Patrona de la Hispanidad. Así sea”.
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