El frigorífico de Azul ocupa a 1100 trabajadores


Escribe: Marcial Luna / Diario El Tiempo de Azul

«Las paritarias se cerraron el 13 de septiembre. A principios de año se había acordado un 55% de aumento, y ahora en septiembre se llegó al 85%, pero quedaron abiertas para revisar en septiembre como viene la inflación», confirmó a EL TIEMPO la delegada gremial Gisela Carrizo, del Sindicato de Trabajadores de la Carne de Azul.

Aclaró, de todos modos, que «estamos en el 85% pero la paritaria sigue abierta» y se realizará una revisión antes de que culmine el 2022.

Rosa Zattone, también delegada del gremio local, apuntó que «aunque los salarios varían según la antigüedad, inicialmente los quincenales andan en 120 mil por mes. Después hay ítems que varían el sueldo. Por ejemplo, el sector Faena tiene el plus de «producción», es decir, por cantidad de animales».

Indicó, además, que «la situación del frigorífico actualmente es muy buena, realmente no hay mucho qué reclamar». Se refiere al frigorífico Azul Natural Beef -cuya marca es Devesa Argentina Beef- y que produce desde fines de 2016 en esta ciudad. «Tenemos un buen salario. Ahí, el que realmente quiere trabajar, gana bien. Hay gente que cobra por quincena, otra es mensual, sobre todo en la administración. Quincenales son todos los de producción».

Zattone también destacó que «a los trabajadores del frigorífico, sean o no afiliados, nosotros los representamos igual. Estamos para todos». El sindicato es el de Trabajadores de la Carne y sus derivados. Los azuleños responden a una conducción nacional, cuya secretaría general está ejercida por Miguel Otero, mientras que la Federación está conducida por José «Beto» Fantini como secretario general y Julio Romero como adjunto, con quienes mantienen un contacto permanente.

Por otro lado, se indicó que el sindicato de Azul pertenece a la regional Lanús del gremio de Trabajadores de la Carne.

Zattone no dudó en decir que «existe mancomunión entre los sectores del sindicato, que abarca toda la Zona Sur y la Costa atlántica».

Fábrica y escuela

Carrizo mencionó que «también hay adicionales por categorías, dependiendo qué se haga. Por ejemplo, el despostador tiene adicional, que es una mano de obra que, por ahí, mucho no se consigue acá. Se trae de afuera, aunque la gente aquí, de a poco, está aprendiendo. De hecho, hay una escuela de charqueo y despostadores que funciona dentro del frigorífico y que se le paga al que allí se capacita».

Más aún, «también se lo invita al trabajador, continuamente, a hacer horas extras, porque realmente hay mucha producción y se está exportando a varios países».

Rosa Zattone subrayó esa particularidad: «El frigorífico es exportador. No tiene carnicería en Azul. Sí le vende a una y allí el trabajador del frigorífico, presentando su DNI, obtiene un descuento».

En tanto, Esteban Meza recordó que «con Devesa llevamos ya seis años, y hubo un año anterior con otra firma», que no prosperó.

«Efectivamente -añadió Zattone-, llevamos seis años, después de muchos años de estar complicados. Yo llevo 36 años trabajando en el frigorífico. Empecé cuando tenía 16 años de edad y la verdad es que fue muy triste porque ahí dentro yo viví tres quiebras, cuando era Frigorífico Regional Azul y se cerró en 1991. Después abrió en el ’94 con Exportazul, con Carlos Rama, y se abrió nuevamente en el 2015 con Marcelo Celeste y en el 2016, casi terminando ese año, empezó Devesa. Pero esta es una empresa que ni siquiera se atrasa en la quincena. Cualquier reclamo que se le haga, enseguida responde. Desde el sindicato hay una buena conexión con el área de Recursos Humanos, siempre con respeto y defendiendo al compañero. El personal está todo cubierto, con obra social, ART, en todo sentido».

Recordó necesariamente que «se viene de una época en la que para entrar a trabajar te decían: bueno, andá a comprar la ropa, los cuchillos, y empezá. Ahora tenemos todo para trabajar, no nos falta nada. Devesa es la marca, en realidad la empresa es Azul Natural Beef».

«Esta es una empresa seria», sostuvo, categórico, Meza.

Y Zattone, por su parte, admitió sin dudarlo que «los años anteriores del frigorífico fueron de terror. Fue muy triste lo que vivimos».

Crecimiento

Meza afirmó un aspecto significativo, siempre sin perder de vista la experiencia vivida históricamente en ese ámbito de trabajo: «La verdad es que los compañeros hoy, en el frigorífico, están tranquilos, si vemos lo que pasó antes. Claro que siempre está la parte que no está de acuerdo con algo, eso ocurre siempre; pero la mayoría está bien, los compañeros están contentos».

Apuntó otro aspecto, además: «Hoy, lo sabemos todos, es muy difícil mantener un trabajo, conseguirlo. Frente a ese panorama, nosotros estamos muy bien y son muchos los trabajadores que se dan cuenta de eso».

Por su parte, Zattone confirmó que «continuamente hay gente que nos para en la calle o se comunica por teléfono, y nos dice que nos quiere mandar un currículum para ver si puede entrar a trabajar en el frigorífico». Al respecto mencionó que, «con el tema del Covid-19, ya no se acepta más el currículum en papel, pero hay una página donde se pueden inscribir.

Algunos nos mandan por WhatsApp y nosotros se lo enviamos directamente a Recursos Humanos. Mucha gente ha entrado así a trabajar».

Y es Rosa quien aporta los datos sobre los niveles históricos de empleo en el frigorífico local: «Hoy trabajan 1.100 empleados, directamente. Nunca tuvo tanta cantidad de trabajadores».

Gisela Carrizo añadió que, «indirectamente, deben ser otros tantos. Porque están los fleteros, albañiles, la gente de obras que se hacen permanentemente. Es mucha gente. Y ahora está por abrir la curtiembre, frente al hipódromo. Ahí van a entrar varios trabajadores más. Y hay una cantidad de proyectos que tiene la empresa y que en su momento lo anunciarán», aspecto que entusiasma mucho a los integrantes del gremio local.

«La despostada que hicieron ahora, es impresionante. Es la mejor de Argentina», aseguró Zattone, en tanto se mostró convencida en torno a un aspecto importante: «Lo cierto es que buena parte del movimiento económico que tiene Azul es por el frigorífico».

Internacional

«Viene la gente de Israel, pero también vienen de Estados Unidos y también los musulmanes. Está la mezquita y ahí hacen parte de su trabajo, en el proceso de la carne», explicó Zattone a EL TIEMPO.

Para Carrizo, «otro aspecto importante es la tecnología que se maneja en el frigorífico. Hoy está todo digitalizado, robotizado, hay un reconocimiento internacional. Ganamos por tercer año».

Naturalmente, los trabajadores se sienten orgullosos porque, por tercer año consecutivo, el frigorífico Azul Natural Beef obtuvo la máxima distinción en el World Steak Challenge, realizado en Dublin (Irlanda). Allí la marca Devesa logró medalla de oro en «ojo de bife» y «lomo» alimentado a grano; medalla de plata en «bife angosto» alimentado a grano y «lomo» alimentado a pasto; y medalla de bronce en «bife angosto» alimentado a pasto.

«Para nosotros, los trabajadores, es un orgullo haber logrado eso, por tercer año consecutivo», admitió Carrizo.

Al respecto además indicó que «este mes vinieron inspecciones de muchos países. De México, de Cuba. Y hay que agradecer a los compañeros por esto, porque sin ello no se pasa la calidad requerida por los mercados internacionales».

En tanto, retomó su planteo en torno a los adelantos tecnológicos. «La tecnología que incorpora el frigorífico es sin tener menos cupos de trabajo, porque se puede pensar que si se trae tecnología, un robot por ejemplo, que ese robot equivale a diez personas menos. En este caso no; al contrario, se suma gente, porque la calidad que se pide así lo exige».

Zattone aseveró que «es una empresa con mucho prestigio a nivel nacional e internacional», en tanto señaló que «Azul, con sus empresas, nunca tomó conciencia, por eso se perdió tanto acá».

Desde su punto de vista, «da la impresión de que aquí a la gente no le interesa mucho el bienestar del otro. Cuando me quedé sin trabajo en el frigorífico, salí a limpiar casas y ahí vi que a le gente no le importaba si se cerraba una fábrica, o por qué se había cerrado. La gente de Azul es muy especial, pero también nosotros somos muy especiales», aclaró, para luego continuar: «Tenemos muchos compañeros que son de afuera -porque viene a trabajar gente que es de San Luis, de Santa Fe, de La Pampa, de muchos lugares-, y ellos nos dicen: ustedes acá, tienen una mina de oro. Y nosotros, que somos de acá, no le damos la importancia que le tenemos que dar».

¿Idiosincrasia local? Sea como fuere, «se ve en el trabajo: cuando a alguien se le dice que tiene que quedarse dos horas más, protestan, no lo quiere hacer. Los que vienen de afuera lo hacen. Además, eso se paga como hora extra y es al 100%».

Intervino Carrizo para remarcar que «hasta cursos de RCP tenemos, hechos por Bomberos de Cacharí, con diploma y todo».

Cristian Jalli, en tanto, sostuvo que «otro aspecto es que los trabajadores tienen capacitaciones continuas, para todos los tipos de mercados a los que se va adaptando. Es decir, cada mercado tiene su exigencia y para esa exigencia a nosotros nos hacen una capacitación para adaptarnos. No es que siempre se trabaja igual. Nos vamos preparando para cada mercado, constantemente».

Aseguró que «eso demuestra, además, que la empresa quiere crecer. De lo contrario, no te hace una capacitación del personal, que además se premia».

Carrizo finalizó apuntando que «siempre estuvo la desconfianza sobre las empresas que llegaron al frigorífico. En este caso, decían que a los cuatro años cerraba, pero realmente es una megaestructura que todavía está en construcción, en desarrollo». Y, naturalmente, los trabajadores de la carne tienen las mejores expectativas en cuanto al futuro laboral del sector.

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