El mito ya comenzó: Llevaba al pueblo en el alma

Escribe: Carlos Julio Paladino


Cuando el pueblo se siente desprotegido se refugia en los mitos populares.  Evita, el Che, Ceferino Namuncurá, el Gauchito Gil, Gilda y otros provenientes del sincretismo cultural. Maradona (el Diego) en el instante en que su ajetreado corazón creyó que era hora de mandarse a silencio, apareció, como por arte de magia formando parte de  esa idolatría, Va en su favor que en Argentina los humildes, los solos, los desgraciados, siempre están mal. Lo estaban cuando Maradona vino al mundo y lo están cuando murió. Al Olimpo le faltaba el rey del Fútbol, ahora Diego se calza esa corona. Nació un mito que le permite al olvidado de Dios soñar con ser alguien con los pocos recursos de un juego, saber que se puede llegar a la cima, caer y recuperarse; caer y recuperarse; apelando al esfuerzo sacado de un espíritu indomable y ganador. Todo eso, sin robarle nada a nadie. Si perdía dinero, la recuperaba, si ganaba ayudaba. El solito con sus transgresiones, con sus desparpajos, con los errores que inexorablemente lo llevaron a un final que nadie queríamos.  «¿Se imaginan qué jugador hubiera sido si no fuera por las drogas?; dijo mezclando un poco de culpa y resignación..Lo dijo cuando ya lo habían consagrado como el mejor futbolista de todos los tiempos, cuando era rey en el Olimpo.

Un mito que puede ser una pesadilla para la clase dirigente del país»  Siendo purrete de un barrio humilde, ya aspiraba a jugar en el seleccionado nacional. ¿Se daba cuenta del talento del que era dueño? Bueno, destino y talento lo encumbraron en lo más alto del fútbol, Fue el jugador más famoso y popular del equipo más famoso popular del mundo. Otro sueño cumplido. En cada peldaño que subía, estaban Doña Tota y Don Diego, los padres del barrio pobre. 

Ninguna cosa podía enturbiar la imagen de mamá, papá y el barrio que lo vió nacer. Maradona representa  la humildad cristiana que nunca se debe olvidar por más rey que se sea.Diego Maradona tenía piernas como todo mortal y después le crecieron las alas. Y si no, preguntenle a los jugadores ingleses.¡¡Mamita mía!! Corría y volaba al mismo tiempo. Ni a patada limpia ni  a hondazos lo pudieron parar.  Les hizo dos goles con la camiseta de la patria; uno volando (¿con trampa?) «La mano de Dios» y, si, ¿acaso Dios no es argentino?El segundo, gambeteando y saltando cuanto escollo intenta frenarlo, desde antes de la mitad de la cancha, dejando ingleses apilados como postes. Las patadas no las sintió. La hazaña quedó registrada como

«El gol del Siglo». De nuevo el Diego nos llenaba de orgullo, esta vez con creces. Salvó nuestro honor, nos vengó a todos los argentinos por la derrota sufrida ante el ejército inglés durante la Guerra de las Malvinas. Ese día Maradona no bailó a soldados en la cancha; pero, a quién le importa si eran guerreros o jugadores de fútbol; eran ingleses y punto. Y Diego jugó el partido como si estuviera en un campo de batalla. Porque siempre fue el más argentino de los argentinos. Después , por culpa de una fama bien ganada o por «mala leche» lo juzgaron a los cuatro vientos por drogadicto. Desprestigio del mundo deportivo del que no se vuelve.  El impacto fue terrible, condenatorio para el mejor futbolista de todos los tiempos, que ya  no podrá predicar con el ejemplo..Sufriente le dijo al universo  «Créanme, me han cortado las piernas»  SeImaginó embuelto adentro de un porvenir negro y colmado de mala fama, para él y su familia. Los envidiosos estaban radiantes, los detractores, ni hablar.  Fue sólo un momento de desasosiego, porque cuando se ponía la camiseta de fútbol, especialmente, la nacional, se transformaba en capitán, líder, motivador de sus compañeros(condición escasa en las grandes figuras), en el que más corría  y el que más patadas recibía.  Sudaba argentinidad por todos los poros del cuerpo Defendió la profesión del jugador de fútbol como nadie lo ha hecho. 

No obstante la mano de Dios, Diego se había enojado con ËL. No le perdonaba la muerte de la vieja, su vieja.. El nene se encontraba desprotegido. Después se murió el papa y quedó más solo. No sabemos si se le pasó el enojo con Dios. Dios lo comprendió. ¿Cómo no lo va a perdonar si sus macanas las superó con mil acciones solidarias? . ¿Diego Maradona fue el mejor futbolista del mundo? Hay quienes opinan  que Pelé fue superior. Para el caso da lo mismo. Maradona invitó a Pelé a un programa de televisión y con  humildad anfitriona, le pidió al Rey Pelé si podía jugar una «cabeceada» con él. Un lujo para la posteridad. ¡No se iba a andar peleando para ver quien era mejor! La pelota y siempre la pelota y el fútbol. Gozaba con haberse divertido jugando al fútbol y haber divertido a los demás. Hay que ser muy hombre para disculparse ante el universo por sus errores. Eso no lo vemos muy seguido en los hombres que hablan en nombre de la ley de Dios. «Yo me equivoqué y pagué…el fútbol es el deporte mas lindo del mundo…La pelota no se mancha «. Frases con una carga emotiva y ética acorde a las de un filósofo; nos dijo un jugador de fútbol, un hombre vulgar que se divertía  jugando a la pelota.

Sus confusiones políticas, no lo eran tanto. El Che, Fidel Castro, Chavez, Maduro, Cristina, fueron líderes que eligió a su gusto y placer porque creyó ver en ellas, personajes que defienden los padeceres del pueblo. Claro, condice con su popularidad; con el estar del lado del desahuciado, de todos aquellos que no logran desatar el yugo de la pobreza. Él había podido; pero, a base de tesón y de un talento no apto para cualquiera.. Cierta gente del común descalifica el pensamiento político del astro argentino. En cambio, a los poderosos, a los ricos, a los ganadores, a los presidentes, a los reyes y al Papa, esas menudencias no le importaban. El Papa le contó que en su juventud había sido arquero. La chispa del  Diego le señaló la respuesta; jovial e ingeniosa:  Papa, le dijo, en mi paìs al arco van los más malos (no es textual, pero para el caso vale). No ofendía la investidura papal, cualquier poderoso hubiera recibido el mismo retruque. Muchos se hubieran sentido ofendidos, el Vicario de Cristo, no. Maradona era un imán, una peculiar atracción                                                                                                                         

El espíritu maradoniano nunca quiso desprenderse de los de su mismo origen. El calor de un abrazo no marcó distinta temperatura según la clase social. Gozaba el deleite de abrazar y de ser abrazado. Jamás le hizo notar a un deportista, el fabuloso talento que los diferenciaba. Sus compañeros lo atestiguan. Los goles gritados con la camiseta celeste y blanca, fueron tan expresivos que dejaban al descubierto la pasión que sentía por su país. . El nuevo mito argentino ya se instaló en un pueblo necesitado y abusado por los honorables de la Nación.. Si hay alguien que representa el orgullo argentino, las necesidades argentinas. ese alguien es Diego Maradona. También, determinada moralina hipócrita, lo cataloga como: lo que nadie quiere ser, la conducta de Maradona deja mucho que desear, dicen sin ponerse colorado los pecadores por doquier. En fin, Diego Maradona está predestinado a ser un mito argentino por su propia obra y acción. Dios puede no estar de acuerdo con las falsas imágenes, pero, al Diego Maradona igual lo va a ayudar.

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