Inundaciones: bajó la laguna Alsina, pero Guaminí sigue en crisis

Su nivel descendió 50 centímetros desde septiembre, pero aún hay caminos, campos y localidades anegadas.

Inundaciones: bajó la laguna Alsina, pero Guaminí sigue en crisis. La región. La Nueva. Bahía Blanca
La zona rural que rodea a Bonifacio, al norte de Alsina, sigue complicada. Las napas continúan muy altas, pese a que la laguna bajó casi 50 centímetros.

 

La laguna Alsina -la más alta de la cuenca de las Encadenadas del Oeste- continúa en ritmo descendente, pero Guaminí aún está muy lejos de dejar atrás la crisis hídrica que viene jaqueando caminos, zonas rurales y poblaciones del norte de ese distrito desde hace meses.

La cuenca parece dividida en dos partes, cada una de las cuales vive una realidad distinta.

De un lado está Alsina, la laguna que más creció y más perjuicios causó este año. Según mediciones de esta semana, desde fines de septiembre bajó 49 centímetros.

La contracara son las otras cuatro lagunas del sistema, que no sólo no bajaron, sino que aumentaron su nivel varios centímetros con las lluvias de esta semana. Se trata de Cochicó, Del Monte y Del Venado, en el distrito de Guaminí, y Epecuén, en Adolfo Alsina.

El asesor hídrico del distrito de Guaminí, Marcelo Schwerdt, explicó que Alsina está viviendo esta situación especial porque todas las medidas que se tomaron en el Comité Regional de Cuenca apuntaron a beneficiar a esa laguna, pero no a las otras.

“Para las lagunas medias, recién esta semana se produjo una medida que habíamos pedido a mitad de año: el desvío del arroyo Pigüé para que vuelva a desembocar en Epecuén y no en Del Venado”, recordó.

Durante octubre casi no hubo lluvias de relevancia en la zona y se cortó el principal ingreso del agua a Alsina, el río Sauce Corto, mediante un talud construido a la altura del Partidor de Piñeyro. Además, mejoró el funcionamiento del canal aliviador que saca el agua de la laguna y la envía, por el río Vallimanca, a la Cuenca del Salado.

“Ese canal hoy está sacando unos 22 metros (cúbicos de agua) por segundo, mientras que la laguna está recibiendo, por distintos arroyos, no más de 8 a 10 metros cúbicos. Por eso baja de 1,5 a 2 centímetros por día”, describió Schwerdt.

Sin embargo -aclaró- para Guaminí la crisis hídrica está lejos de haberse terminado.

“Todavía seguimos complicados -aclaró Schwerdt- porque las lagunas medias de la cuenca, como Cochicó, Del Monte y Del Venado, siguen altas. Con las lluvias de esta semana incluso crecieron 4 o 5 centímetros”.

La caída del nivel de Alsina -aclaró- tampoco repercutió en las napas de las localidades de Bonifacio, Casey y Garré, que continúan casi al nivel de la superficie.

“Si hoy la ruta nacional 33 no está cortada, entre Casbas y Garré, es porque hicieron dos terraplenes”, sostuvo.

Agregó que los caminos y campos ubicados al norte de las lagunas “siguen con problemas”, y recordó que en pueblos como Bonifacio, ante lluvias de 30 o 40 milímetros, rebalsan los pozos ciego de varias viviendas.

Calor, el gran aliado

Schwerdt sostuvo que hay expectativa de que a partir de la semana próxima comiencen a darse temperaturas cercanas a 30ºC que propicien elevados niveles de evaporación y empiecen a descender los niveles de todas las lagunas.

“Si se da un verano normal, desde ahora hasta fines de febrero de 2018 las lagunas van a bajar 20 a 30 centímetros, y Alsina mucho más”, puntualizó.

“Es importante, además, que no siga lloviendo fuerte. En los 20 días previos a esta semana la falta de lluvias cambió el ánimo de la gente; ahora, si llega a caer un nuevo aguacero, seguramente va a volver la presión de los vecinos para abrir compuertas”, añadió.

El asesor señaló que, si se hubiera permitido un trasvase controlado a Epecuén, las lagunas Cochicó, Del Monte y Del Venado podrían haber llegado al verano con un nivel 20 centímetros inferior al actual.

“Sumando a eso la evaporación, íbamos a llegar al próximo otoño con medio metro menos en todas las lagunas. No iba a ser lo óptimo, pero nos daba un buen margen de maniobra”, dijo.

Schwerdt destacó que, como esto no ocurrirá, el ingreso al próximo otoño estará lejos de ser el ideal.

“Este año llegamos al otoño con la laguna Del Monte a 105,50 msnm, pero para el año que viene, haciendo un cálculo optimista, vamos a llegar con 105,80 msnm. Si nos toca otro año lluvioso, vamos a estar en problemas. Esperemos que, en 2018 las lluvias sean normales”, advirtió.

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