Se cumplieron tres años años de la desaparición de Juan Woldryk, el peón rural de Bolívar
Se cree que la desaparición está relacionado con un caso de sextorsión que tenía como víctima. En la causa interviene el Juzgado de Garantías N° 2 de Olavarría y la fiscalía de Bolívar.
Un informe de Presente Noticias

Este domingo 30 de marzo se cumplieron tres años de la desaparición Juan Woldryk, el peón rural de Bolívar que, se cree, estaba siendo víctima de un caso de sextorsión. Este domingo, a 1095 días de la denuncia sobre su desaparición se puede hacer un racconto de lo que fue sucediendo.
Un 30 de marzo, hace 3 años, Gerardo Biscardi llamó al Comando de Prevención Rural para denunciar la desaparición de uno de sus empleados en la Cabaña El Rincón, dedicada a la cría de ganado en la zona de Cuartel XII del Partido de Bolívar.
Se sabe que aquel día, Juan Carlos Woldryk amaneció en el establecimiento rural y, alrededor de las 7:20 horas de la mañana, salió de su habitación para comenzar la yerra, marcar y caravanear los bovinos de la familia, junto a Bautista Alonso, su compañero de trabajo, y a Gerardo. Sobre el mediodía dejaron la tarea e hicieron un parate con la idea de continuar después de las 14.
Unos minutos antes de las 14.30 horas, Bautista tocó la puerta de la habitación de Woldryk para despertarlo de la siesta, pero no obtuvo respuesta. A los veinte minutos, Santiago, hermano de Gerardo, hizo lo mismo. Pero al no recibir señales del otro lado, optó por ingresar. «Juan no está», le habría dicho Santiago Biscardi, según la declaración testimonial que Alonso brindó frente a la fiscal Julia María Sebastián, el 1° de junio de 2022, y a la que accedieron los colegas de Presente Noticias.
Los indicios que dieron inicio a la búsqueda
Al revisar la «matera» en la que Woldryk pasaba sus días, notaron que un perro «que siempre andaba con él» (en palabras de Alonso), dos pares de botas, su billetera, el documento de identidad y el cargador de su celular estaban dentro. No así un lazo, una cuchilla y su celular, objetos que todavía no fueron hallados.
Lo buscaron en el chiquero, junto a uno de los tractores de la cabaña, en un monte cercano donde hay una casa abandonada, en la caballeriza y en un feedlot, sin éxito. Alonso se subió a un silo para tener mayor perspectiva en su búsqueda, pero tampoco logró ver nada. Luego, Gerardo llamó al Comando de Prevención Rural y a Bomberos Voluntarios, hecho que dio comienzo a una búsqueda que sigue hasta la actualidad.
«Lo notaba menos jodón»
En su relato, Alonso contó los días previos al 30 de marzo y notó a Woldryk algo distinto anímicamente. «Lo notaba menos jodón», fue su respuesta ante la pregunta de la Fiscalía. Otra de las cosas que le llamó la atención fue que se había ido a Bolívar el viernes 25 porque tenía días de franco pero volvió al campo antes de lo previsto. «Él, generlamente, volvía el domingo a la noche para el lunes ya comenzar a trabajar, pero ese fin de semana llegó el sábado como a las 17 horas, caminando», repasó el compañero de trabajo de Woldryk.
Aquel sábado 26 de marzo, el joven alvearense llegó a El Rincón a pie. Según el relato de Alonso, Woldryk le dijo que salió caminando de Bolívar e hizo dedo hasta que lo alzó una camioneta y lo dejó en la bajada de tierra que dirige al campo. Luego siguió a pie, hasta que una clasificadora de semillas lo alcanzó hasta unos metros de la tranquera.
Por la noche fueron a Ordoqui Woldryk, Alonso y su pareja, Adriana, quien también trabajaba en El Rincón. Los tres estuvieron un rato en el bar «Chanta Cuatro» hasta regresar. «El domingo 27 estuvo todo el día en la casa, lo ví por ahí afuera pero no salió a trabajar. Estaba sentado afuera de la casa con el teléfono», contó Alonso.
Tanto el lunes 28 como el martes 29, Woldryk estuvo en el campo, a excepción de una salida el lunes por la tardecita a Ordoqui junto a sus compañeros. Lo único extraño que notó Alonso en esos días fue que Woldryk le manifestó, en más de una oportunidad, que tenía dolor de estómago.
Pistas descartadas
Dos pistas fueron descartadas en el transcurso de la investigación. Casi a medidados de abril se hallaron prendas de vestir en un canal ubicado a pocos kilómetros de donde Woldryk fue visto por última vez. Un mes después, según dio a conocer la fiscal Sebastián, se comprobó que las manchas hemáticas de la vestimenta no coincidían con su perfil genético.
Por otra parte, una fuente cercana al caso confirmó a este medio que tampoco se obtuvieron resultados positivos de la pesquisa realizada sobre un refugio artesanal hallado a seis kilómetros de El Rincón.
La extorsión
La hipótesis de la investigación es que Woldryk se fue del campo por sus propios medios, atemorizado a raíz de una serie de amenazas que venia recibiendo de parte de dos presos que operaban con estafas virtuales desde la cárcel de San Nicolás.
La línea telefónica del trabajador rural fue clave para que la Fiscalía constate y determine el contexto que estaba atravesando previo a su desaparición. El día 5 de abril, tras lograr la autorización del Juzgado de Garantías N° 1, se procedió a clonar su línea. Las pericias, que contaron con la presencia de su hermana, Alejandra, determinaron que desde el 22 de marzo Juan era víctima de una extorsión.
Según se desprende de la causa, Woldryk cayó en una trampa más común de lo que parece. Desde un perfil falso en Facebook, los estafadores ubicaron a su potencial víctima y lograron que iniciara un diálogo íntimo con quien suponía era una mujer. A los pocos días comenzaron a llegarle llamados telefónicos de un supuesto comisario, un supuesto fiscal y un supuesto juez, manifestándole que lo iban a detener por haber mantenido una conversación íntima con una menor de edad. A menos que, dinero mediante, Woldryk saciara las necesidades de los supuestos funcionarios policiales y judiciales. Pero a pesar de cumplir con las demandas, la extorsión nunca frenó.
A horas de haber sido visto por última vez, desde el mismo perfil de Facebook con el que interactuaba, llamado «Laurita Rodríguez», los estafadores subieron al muro de Facebook de Woldryk una captura de las conversaciones íntimas que mantuvieron, con una amenaza: «Mira comunicate con migo esto empeora».
La copia de seguridad del teléfono que se pudo descargar una vez clonada la línea sólo contenía comunicaciones hasta el 28 de marzo de 2022 inclusive, por lo que nadie sabe qué contactos tuvo Woldryk a través de WhatsApp los días más cercanos a su desaparición. Luego la línea se apagó y nunca volvió a encenderse. La Fiscalía pidió información a las empresas prestatarias, a través de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Nación, pero hasta el momento no obtuvo una respuesta satisfactoria.
La búsqueda
Las autoridades consultadas aseguraron que la búsqueda de Woldryk continúa activa desde el día de su desaparición. La foto de Juan Carlos está presente en comisarías de diferentes puntos de país, mientras que el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas (SIFEBU) mantiene hace casi dos años el alerta por su extravío.
Asimismo, el Gobierno nacional, través de la Resolución Nº 366/2022 publicada el 21 de junio de 2022 en el Boletín Oficial, estableció una recompensa de un millón quinientos mil pesos a aquellas personas que brinden datos útiles que permitan dar con su paradero. Sin embargo, a principios de diciembre de 2023 la suma se elevó a 3 millones.
Los últimos chats
El 6 de abril de 2022, pocos días después de denunciada la desaparición de Juan Woldryk, el Juzgado de Garantías Nº 2 de Olavarría ordenó realizar la clonación de su teléfono celular y se lograron recuperar los últimos chats que mantuvo con personas conocidas de su vida cotidiana y también con dos detenidos en la cárcel de San Nicolás acusados de llevar adelante una «sextorsión» a partir de la cual, se sospecha, pudo haberse ido de la estancia El Rincón el pasado 30 de marzo de 2022.
Los chats fueron analizados por el equipo de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (Sub DDI) de Bolívar por orden del juez Carlos Villamarín, previa solicitud emitida por la fiscal de la causa, Julia María Sebastián. Concretamente, la unidad de investigación realizó una copia espejo de la tarjeta SIM del celular de Woldryk en un teléfono marca Samsung, modelo Galaxy J7 Prime, color blanco y código de IMEI Nro. 355764086198357, de la que se desprendieron conversaciones relevantes para la causa entre el 22 y el 26 de marzo de 2022.
En el informe realizado por la Sub DDI consta que se buscaron chats en las diversas aplicaciones del app store en los que el trabajador rural desaparecido haya manifestado a alguien sus intenciones de irse de su lugar de trabajo, o que pudiera haber pedido ayuda para escapar. Los resultados de esta búsqueda fueron negativos.
No obstante, se detectaron conversaciones de WhatsApp entre Juan y dos personas el día 26 de marzo de 2022 en las que hace mención a lo que más tarde se confirmó que era una extorsión para sacarle dinero.
Una primera conversación fue mantenida con P.M, a quien el peón le comentó que un amigo suyo había comenzado a intercambiar fotos con una chica, que resultaría ser menor de edad, y le preguntó si podía ir preso por ello. En ningún momento refirió ser él el involucrado en esa situación.
La misma pregunta le hizo Juan a L., otro de los contactos con quien chateó ese día. Este le respondió que era un tema delicado y le recomendó que tuviera cuidado. «Le voy a decir, gracias», concluyó el trabajador rural en la conversación.
Hasta ahí, Woldryk no precisó que se trataba de él sino que invocó a un tercero para despejar sus dudas en medio de tensas conversaciones a través de WhatsApp que mantenía con quienes promovían la extorsión desde la cárcel. Tal como se desprende de la clonación de su línea, entre el 22 y el 26 de marzo de 2022, figuran chats entre el desaparecido y dos presos que la Fiscalía señala de ser los coautores de la extorsión: Luis Miguel Galeano y Fernando Fabián Esperón Listorti.
Chat 22 de marzo de 2022
«Hola muy buenas tardes señor Juan acá le habla el Comisario Roberto Rodriguez de la Comisaria Primera de Lanus, por favor se puede comunicar conmigo?», expresa un mensaje de WhatsApp enviado al celular de Woldryk a las 16:50 horas por parte del abonado +54 9 11 2471-6731. De fondo se escuchaba el sonido de una radio policial, en un intento de agregarle verosimilitud al hecho. «Hoy presentaron una denuncia una menor. Comuníquese urgente con migo. Tenemos el celular secuestraro», agregó el supuesto comisario.
Horas más tarde, ya habiendo acordado la entrega de $20.000 a cambio de eliminar conversaciones e imágenes que Woldryk intercambió con el perfil falso de Facebook que se hacía pasar por una menor de edad, el extorsionador lo intimó a que si no cumplía «mandaré a hacer allanamiento en todos lados» y que si no lo encontraban a él irían a lo de sus familiares.
Chat 24 de marzo de 2022
Dos días después, el mismo abonado se volvió a comunicar con Woldryk y le dijo «espero cumpras el sábado» (bien escrito, sería «espero que cumplas»). Juan prometió que abonaría la suma acordada. «Usted quédese tranquilo», le dijo.
Chat 26 de marzo de 2022
Ese día Woldryk concretó el pago de $20.000 a la cuenta de una mujer llamada Ayelén Mansilla, también imputada en la causa por su desaparición. «Yo ya cumplí, espero su parte», le manifestó el trabajador rural a quien creía era un comisario de la policía. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. Comenzaron a pedirle más dinero, invocando a un supuesto fiscal y luego a un supuesto juez, que también querrían una parte de sus pocos miles de pesos para encubrir su supuesto delito. Sincero, Woldryk le dijo: «No hay más [dinero]. porq no me avisó antes sabe lo q tuve que andar pa juntar eso?».
Hasta que en un momento Juan deslizó la posibilidad de acudir él a la policía de su distrito. Fue en ese momento que el extorsionador le advirtió que ordenaría allanarlo y luego detenerlo. «Digame a que comisaria se va a presentar, asi mando los papeles para alla», le dijo. Woldryk cedió: «Espere, espere, espere, escucheme, escúcheme diez mil pesos mas y nada mas». En la transcripción de los audios los investigadores hicieron constar que la víctima mostraba exhaltación y nerviosismo en su voz. Juan juró al supuesto comisario que no tenía más dinero para pagar eventuales coimas.
Luego de no atender varias llamadas de parte del abonado, la víctima le escribió un mensaje de WhatsApp: «Aga lo q tenga q haser plata no tengo mas». Lo siguieron extorsionando, lo llevaron al límite amenazándolo hasta con que podría ir preso de 4 a 8 años.
Chat 28 de marzo de 2022
A través de Facebook Messenger, el perfil falso bajo el nombre «Laurita Rodríguez» con el que Woldryk había estado intercambiando mensajes íntimos, comenzó a extorsionarlo bajo la misma mecánica que por WhatsApp. La presión llegó al punto en el que lo extorsionadores le enviaron capturas de pantalla de los perfiles de Facebook de sus familiares.
Chat 30 de marzo de 2022
El día de su desaparición, denunciada después de las 14:30 horas, Woldryk recibió mensajes del abonado +549 332967-7943, número de teléfono que -de acuerdo a las pruebas recabadas en el lugar donde fue visto por última vez- tenía anotado en un papel con la referencia «Fiscal». El mismo número lo había intentado contactar por llamada durante los días previos. De la clonación sólo pudieron obtenerse las notificaciones de dichos mensajes enviados cerca de las 20:30 horas, no así su contenido. «Esperando mensaje. Esto puede tomar tiempo. Más información», consta en el análisis de los invertigadores. La misma situación se dio el día posterior cerca de las 7 horas.
Consideraciones sobre los chats
Cabe señalar que en el informe elaborado por los investigadores se observó un intervalo sin mensajes recibidos entre el 27 y el 29 de marzo de 2022 inclusive, sin poder precisarse si se debía a que el usuario los borró o que la copia de seguridad de la aplicación haya sido hasta el 26 de marzo inclusive. Así también, los agentes consideraron la posibilidad de que los mensajes que Woldryk recibió entre el 30 y el 31 de marzo de 2022 no se pueden observar en virtud de no tener señal o encontrarse apagado su dispositivo.