La segunda ola y un mar de polémicas con el IOMA

Escribe Sergio Di Pino.


Escribe: Sergio Di Pino

Habían pasado 112 días. La última conferencia de prensa sobre la situación sanitaria en Olavarría, tuvo lugar un 30 de noviembre del 2020. Aquellas rondas de medios, con el intendente Ezequiel Galli y su secretario de Salud, Germán Caputo, que meses atrás acaparaban la atención ciudadana, regresaron, cuando parecían haber quedado en el olvido.  

El crecimiento de los contagios y la suba en la tasa de positividad de los hisopados, encendieron las alarmas y los funcionarios volvieron a escena. Al igual que en aquella época, expusieron cifras y recomendaciones. Y anunciaron medidas restrictivas, para evitar el “colapso del sistema sanitario”.

La conferencia de prensa, del último martes, fue un Déjà vu. Nos devolvió, en un instante, a esa realidad que quisimos evitar en los últimos cuatro meses. La de una pandemia  que no terminó y que regresa, de forma fantasmagórica, con la tan temida segunda ola.  Una problemática que ya causó estragos en el mundo y cuyos efectos nacionales son impredecibles. “Es el comienzo” se sinceró Caputo, y ratificó lo que advertíamos hace dos semanas, en el espacio de esta columna.

Lejos de negarla o minimizarla, la situación nos obliga a redoblar los esfuerzos y cuidados. Porque el camino de la inmunización, para el conjunto de la población, aún parece bastante lejano.

Las medidas restrictivas, anunciadas por Ezequiel Galli, se sintetizan en tres: suspensión de las visitas a geriátricos, limitación de la nocturnidad hasta las 02:00(estaba permitida hasta las 05:00), y reuniones sociales habilitadas hasta diez personas (antes se asentía un número máximo de 20 asistentes al aire libre). “Espero que no tengamos que tomar medidas más drásticas. De ser necesario lo vamos a hacer” advirtió el Intendente  en conferencia y marcó el terreno, de antemano.

Como era esperable, para una sociedad psicológicamente agotada, los anuncios no cayeron del todo simpáticos. Varias de las críticas estuvieron dirigidas, en especial, hacia los presuntos incumplimientos de los protocolos en los lugares de esparcimiento nocturno y a la “falta de controles” de la seguridad. Los cuestionamientos florecieron, pese a que el último fin de semana, hubo procedimientos que, por ejemplo, derivaron en la clausura temporal de una de las cervecerías del Parque Mitre.  

La situación “de la noche” se contrasta, en las opiniones, con el esfuerzo realizado en el ámbito educativo. Aunque es cierto que el menor porcentaje de los contagios corresponde a niños y adolescentes,  el aislamiento de las burbujas va en aumento. La aparición de personas con síntomas compatibles al coronavirus ya genera diversas complicaciones en la diagramación educativa y la rutina familiar.

El estricto protocolo, implica, a su vez, el inmediato confinamiento de los docentes que, en su gran mayoría, trabajan en diferentes colegios de la Ciudad. Se trastoca así, el frágil andamiaje con el que se proyecta la actividad educativa  presencial, en el contexto de la pandemia.

¿Qué pasa con las vacunas?

Las vacunas contra el coronavirus son un bien escaso en el mundo.  Los países libran una feroz batalla por su adquisición, con las asimetrías ya conocidas entre las potencias internacionales y las naciones emergentes.

En ese contexto, el proceso de vacunación en Olavarría, evidenció una desaceleración en los últimos quince días, al igual que en el resto del país. En especial, por la falta de vacunas Sputnik v, habilitadas para mayores de 60 años. El arribo a la Argentina de un nuevo cargamento, proveniente de Rusia, ilusiona con reactivar la campaña, pero la ansiedad social va en aumento.

Aquí conviene detenerse en unas declaraciones realizadas, días atrás, por el director de la Región Sanitaria IX, Lic. Ramiro Borzi, que anticipan un posible escenario. En una entrevista radial con la periodista Claudia Bilbao, reveló que “hay una prioridad con equiparar los porcentajes de población vacunada en el conurbano, respecto al interior. Olavarría tiene más de 7300 vacunados, al menos con una dosis, lo que nos acerca al 10% de la población (se aplicaron 10.140 dosis según los datos actualizados el viernes). Hay lugares que del conurbano, que tienen 2 o 3% de personas vacunadas. La idea es empezar a equiparar esto, teniendo en cuenta que es probable que estemos entrando en la segunda ola y siempre fue igual: la ola de contagios comienza en el conurbano y después llega la interior. Cuidar al conurbano es cuidar a toda la provincia” sostuvo.

Otra de las posibilidades, analizadas por las autoridades, es la de vacunar con una primera dosis y diferir la aplicación de la segunda, para inocular a un porcentaje mayor de la población. Lo sugirió el presidente Alberto Fernández y lo había insinuado, meses atrás, su ministra de Salud, Carla Vizzotti, cuando fue blanco de numerosos cuestionamientos.

“La estrategia que se está evaluando es aumentar el tiempo entre la 1ra y la 2da para tener rápidamente protegidas a más personas, para luego completar la 2da dosis cuando lleguen mayores cantidades” manifestó, por su parte, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, en sus redes sociales.

En esta línea, Ramiro Borzi, agregó que “la primera dosis ya inmuniza. Lo que se está evaluando es ampliar la cantidad de personas que se apliquen una dosis y posponer la segunda” sostuvo.  Cabe aclarar que, en el caso particular de las Sputnik v, son necesarias las dos dosis.

Finalmente un nuevo dato, conocido el jueves, permite recobrar la esperanza.  Una reciente recomendación de la ANMAT,  habilitó a utilizar las vacunas chinas de Sinopharm en mayores de 60 años. Inicialmente, se espera la llegada de un cargamento con tres millones de nuevas dosis.

La polémica con el IOMA y los reclamos salariales

Una feroz polémica, en torno a la cobertura de salud para los afiliados al IOMA, se desató  a lo largo de la semana. Está en juego, ni más ni menos, que un modelo histórico de prestación.

Tras una asamblea, el Círculo Médico de Olavarría, presidido por el  Dr. Ramiro Aramburu, emitió una dura solicitada. Denunció la presunta intención de la obra social de los estatales bonaerenses, de dejar sin efecto el convenio con FEMEBA y acordar, de forma particular, con la Clínica María Auxiliadora, para “monopolizar” la atención de unos 24 mil usuarios olavarrienses.

El Presidente del Círculo Médico de Olavarría, Dr. Ramiro Aramburu

Sin nombrarlo, aunque con una referencia tan directa que hubiese dado lo mismo, apuntaron al diputado provincial César Valicenti, cómo uno de los supuestos artífices de la maniobra: “Hemos tomado conocimiento que directivos de la Clínica María Auxiliadora,  acompañados de un legislador seccional de nuestra ciudad, habrían concurrido a la ciudad de La Plata, a entrevistarse con Directivos de IOMA” explicaron. 

El Círculo Médico – sin nombrarlo – apuntó al Diputado Valicenti.

De acuerdo a la lectura de los médicos, la finalidad de la comitiva sería “gestionar un convenio directo entre dicha clínica y IOMA,  obligando a los médicos que trabajan en ella, la mayor parte de los cuales son asociados a este Círculo Médico, a firmar convenios directos con la mencionada obra social, rompiendo el convenio que los une a cada uno de ellos con IOMA, a través de nuestro Círculo y FEMEBA”.

Mediante la publicación, consideraron que los pacientes “se verían notoriamente perjudicados”  al perder “el derecho de elegir libremente al médico con el cual deseen tratarse” y a la vez, se encontrarían  “en dificultades para acceder a especialidades médicas, que no se prestan en consultorios de la Clínica María Auxiliadora”. Los profesionales de la salud, también quedarían afectados, ya que deberían optar entre “Ioma o la Federación”, lo que supondría un riesgo a su “capacidad de trabajo”.

La posición institucional del Círculo Médico, fue revalidada por la Federación Médica de la provincia de Buenos Aires (Femeba). La entidad bonaerense, se mostró en estado de alerta y le solicitó al IOMA “que se abstenga de ofrecer la vinculación directa a los médicos, que no realice ningún tipo de contratación directa, y no efectúe ningún débito por prestaciones no pertenecientes al listado de Femeba”. Incluso, resolvió “un quite de colaboración” y envió “una carta documento al IOMA, rechazando la prestación y facturación de servicios por fuera del convenio”.

Con una severa advertencia, FEMEBA  anunció que “darán de baja todos los médicos de su listado que se vinculen directamente con IOMA, presten servicios en efectores sanatoriales que facturen honorarios al Instituto, o brinden atención médica en cualquier policonsultorio cuyo funcionamiento no haya sido previamente consensuado con FEMEBA”.

La respuesta no se hizo esperar. El director de la Clínica María Auxiliadora, Enrique «Uyi» Bintana, habló  con Radio Olavarría y calificó la postura del Círculo Médico como “un error garrafal”. Aseguró que “María Auxiliadora no tiene ni la complejidad ni la capacidad para atender a 24 mil personas en Olavarría”.

Consideró que la polémica surgió a partir de “un trascendido de un médico que generó una asamblea” y remarcó que la propuesta para el afiliado “no pasa ni cerca por ahí”, sino a través de un policonsultorio para que “disponga de equipo básico de salud, con pediatras, médicos de familia, y todas las especialidades y donde básicamente no pague”.  Dijo que el beneficiario,  “si después quiere ir a ver a otro médico abona el coseguro y listo”, en un esquema  que comparó con el vigente para los afiliados de OSECAC. “Acá no quieren competir” enfatizó.

En tanto, desde el entorno del Frente de Todos de Olavarría, estimaron que la alusión del Círculo Médico a César Valicenti buscó “politizar el tema a nivel social” para evadir la pelea de fondo: “lo que hay que discutir es que no le cobren por arriba a los afiliados con los bonos”.

Desde este espacio político, sostienen que “el modelo actual con un único prestador está en crisis” y lo atan a viejos esquemas de poder “elitistas y corporativos”. Mencionaron “una decisión política del IOMA de abrir el juego a otros prestadores por fuera de la Federación” con claros ejemplos de convivencia, como en La Plata o en Tandil (donde hay un preacuerdo firmado).

Subrayaron que “nunca se pondrá en riesgo la opción del afiliado de elegir a sus médicos”  y anclaron como único objetivo de las conversaciones, el de “aumentar la competencia”. Incluso enumeraron, como otros de los beneficios, “la modalidad de digitalizar la atención y dejar de lado la historia clínica de cartón”.

Finalmente, surgieron rumores sobre una “movida” de un grupo de médicos, que no estarían tan de acuerdo con la postura “cerrada” y “confrontativa”, lanzada desde las entidades profesionales. A partir de esa estrategia, buscarían un acercamiento con el propio César Valicenti y le pedirían su mediación ante el IOMA. El objetivo sería el de concretar una reunión específica con las autoridades provinciales.

A esta compleja situación sanitaria, se le agregó el reclamo del personal de salud nucleado en ATSA. La medida incluyó un quite de colaboración, de tres horas por turno, en las clínicas privadas de Olavarría durante la jornada del viernes, en el marco de un conflicto provincial.  «Está bien que recibimos aplausos y mimos, pero con el aplauso los compañeros no llevan la comida a la casa y hoy un salario de un trabajador de la sanidad está por debajo de la línea de la pobreza” lanzó el  titular local de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad, Carlos Manzur.

Manzur titular de ATSA Olavarría y un reclamo que afectó a las clínicas locales.

Los trabajadores reclaman la activación de la cláusula de revisión, acordada en 2020. Es decir, un incremento del 16% en los sueldos básicos, para no quedar por debajo de la inflación.

La dimensión de la salud ocupó, como hacía mucho tiempo no sucedía, los principales debates de la agenda pública en Olavarría. Al inicio de la segunda ola de contagios de coronavirus y las demoras en la provisión de vacunas, se le sumaron la ebullición de problemáticas estructurales, como las prestaciones de las obras sociales o la situación salarial del personal de salud.

Cuando muchos pensábamos que las discusiones sanitarias, cederían el paso a la economía y a la contienda electoral, la realidad nos devolvió al punto de partida: la pandemia no pasó y está más presente que nunca.

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