Ley de Hidrocarburos: “Esta concepción de desarrollo atrasa un siglo” y “es antagónica a la carbono neutralidad”

Fuente: https://www.polodeingenieria.org.ar/

La apuesta fuerte argentina pasará por el gas y el petróleo mientras el sistema financiero internacional apunta hacia la acción climática. Eso advierte el Mag. Ing. Gabriel Blanco sobre el proyecto del gobierno nacional que se anuncia como futuro pero que, desde su mirada, remite a un modelo de desarrollo acabado.

“En el marco de los impactos que está generando el cambio climático, la Argentina parece que no se enteró lo que está pasando en el mundo ni en nuestro propio país”, plantea el Ing. Mag Gabriel Blanco mientras analiza con preocupación la Ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas con incentivos al gas y petróleo a 20 años.

El anunció llegó el día después de las elecciones bajo la promesa de incrementar la producción de hidrocarburos, garantizar la soberanía energética, resolver el consumo interno y lograr saldos exportables para obtener divisas que fortalezcan el Banco Central. Con más trabajo e industria, preservando el acuerdo social y la sustentabilidad ambiental.

“La ley promueve la explotación y expansión del petróleo y el gas con fines de consumo interno pero para la exportación de hidrocarburos y da ventajas a las empresas para que inviertan, promuevan, salgan a explotar y producir más”, detalla el investigador de la FIO, especializado en energías renovables, cambio climático y sustentabilidad.

Ahora, en medio de un escenario atravesado por el cambio climático, “la Argentina parece que no se enteró lo que está pasando en el mundo ni en nuestro propio país”, expone el ingeniero. Y lo ejemplifica con “la bajante del Paraná, fenómenos extremos nunca vistos como tormentas o lo que pasa con el agua en la zona de Neuquén, Mendoza y San Juan por falta de nevadas en la Cordillera. No tienen agua y eso impacta en la producción agrícola, en el sistema energético, impacta en la calidad de vida”.

A contramarcha del mundo

Esos impactos ponen en jaque al planeta y las generaciones tanto actuales como futuras. Sin embargo, la pregunta que se hace el académico es “¿a quién se le quiere vender esa producción cuando hay un mundo que mira para otro lado, cuando hay un sistema financiero internacional apuntando a otros negocios, hacia la acción climática?”.

En esa línea ubica a Estados Unidos y sus socios o a la Unión Europea, que priorizan sus líneas de acción en función de lo que denominan la “acción climática”, dispuestos a comerciar con países que tienen la misma sintonía. “Es un frente externo que no se está viendo”, advierte Gabriel Blanco.

El proyecto será analizado en el Congreso de la Nación y fue presentado por el presidente Alberto Fernández junto a empresas petroleras, gobernadores, sindicalistas del rubro y referentes de pymes, empresas regionales y la industria nacional.

Más dólares, menos sustentabilidad

“¿A quién beneficiamos con este incentivo? ¿A la producción de hidrocarburos? ¿Qué nos deja? Regalías, si hasta el término avergüenza. Es producción y exportación de petróleo y gas. Nos quedan los pasivos socioambientales. Los impactos siempre son socioambientales”, expone el referente de la FIO.

No obstante, una de las aristas más inquietantes al momento de impulsar la industria hidrocarburífera es “generar nuevas infraestructuras y tecnologías de tal magnitud que se necesitará por lo menos medio siglo para amortizar. Si se invierte en un gasoducto desde Vaca Muerta a Uruguayana pasando por Rosario, el que invierte quiere 50 años de ganancia como mínimo. Es muy difícil de revertir en el corto y mediano plazo”, sentencia Blanco.

El ingeniero Gabriel Blanco advierte que apostar al gas y al petróleo es un retroceso en materia de desarrollo sostenible.

La iniciativa, en palabras del ministro de Economía Martín Guzmán, está planteada como “sostenible desde lo macroeconómico, desde lo social y desde lo ambiental”.

En este contexto, Gabriel Blanco avanza sobre el esquema de crecimiento en que se basa el país. “En lo único que piensa al expandir esta producción y facilitar exportación de petróleo y gas vendiendo el excedente para conseguir dólares: como producimos muy poco de lo que consumimos, todo se compra en dólares, pero no se piensa en fortalecer cadenas de valor internas con soluciones más pequeñas y regionales, que sí podamos afrontar”.

¿Y la descarbonización?

Por lo tanto, “es un modelo de desarrollo que ya lo conocemos, es el que tiene la Argentina desde que era colonia de España, hace 200 años: vender recursos naturales, conseguir divisas y ver cómo se distribuye después. Parte de esa visión anacrónica, retrógrada, que atrasa un siglo y nos va a atrasar otro más, es lo que esto aporta”, sintetiza el ingeniero Blanco.

¿Cómo se explica esta apuesta a la producción de hidrocarburos cuando el mismo Gobierno se comprometió a ser carbono neutral en 2050 y desarrollar el 30% de la matriz energética nacional con energías renovables?

“El proyecto está en las antípodas, es antagónico a la carbono neutralidad. El hilo conductor en el compromiso del Presidente (de la Nación) sobre la carbono neutralidad en 2050 y otros hitos intermedios con cierta producción de renovables a 2030 es totalmente antagónico”, enfatiza el especialista.

A horas de anunciar la promoción de hidrocarburos, el país se sumó al Foro de Energía y Clima convocado por Estados Unidos. “Aceptan la invitación de (el presidente norteamericano Joe) Biden, a cambio de condonar parte de la deuda y que se facilite financiamiento, si es para energías renovables o expandiendo explotación de petróleo es igual. Esta concepción del desarrollo atrasa un siglo”, observa.

Mientras el mundo apuesta a la acción climática, la Argentina impulsa una ley que promueve la inversión en hidrocarburos.

Gabriel Blanco es asesor externo y colabora con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación coordinando la elaboración de una estrategia a largo plazo sobre la descarbonización a presentarse en la COP 26 de Naciones Unidas en noviembre en Glasgow.

“Hay diferencias que son radicalmente diferentes pero es interesante la elaboración de la estrategia en medio de estas contradicciones. Hay algunos especialistas y técnicos con los que se pueden intercambiar ideas, que tienen cierta racionalidad sobre el futuro y sobre cómo encarar un desarrollo diferente”, señala el ingeniero Blanco.

Mientras tanto desde la ciencia se encienden las alertas. Un ejemplo es el informe que el Centro de Tecnologías Ambientales y Energía (cTAE) elaboró en 2020 sobre la probabilidad de derrames durante la explotación de petróleo en el Mar Argentino, tal como se tiene previsto que ocurra en poco tiempo.

“Los resultados muestran que esa probabilidad es mayor al 98%, lo que significa que hay certeza y habrá derrames de petróleo a lo largo de la costa atlántica”, advierte el Ing. Blanco.

Dicho informe “sirvió como elemento determinante durante la audiencia pública que hizo sobre esta explotación, haciendo que las autoridades decidieran detener, por el momento, la exploración de petróleo frente a las costas de la provincia de Buenos Aires”, expone finalmente el profesional, con la mirada puesta en el desarrollo sostenible.

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