Libros | Otra vuelta de tuerca

Libros / Carlos Verucchi / En Línea Noticias (Twitter: @carlos_verucchi)

El universo es caótico (se sabe), pero a veces muestra ciertas coincidencias que alientan a especular con que hay una trama, una lógica. Es imposible decirlo mejor que Borges: “Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo”.

Los tres ensayos más destacados del año pasado en Argentina fueron: Historia de una investigación (de Enriqueta Muñiz), Sinceramente (de la ex presidenta Cristina Fernández) y ¿Qué es el peronismo? (de Alejandro Grimson). Los dos últimos no requieren aclaración, el primero trata sobre el modo en que fue llevada a cabo la investigación que derivó en Operación masacre, ensayo fundacional de lo que posteriormente se llamó “resistencia peronista”, escrito por Rodolfo Walsh en 1957. Tanto interés por el peronismo, de antes y de ahora, ¿no permitía presagiar el resultado de las PASO mejor que cualquier encuesta? No siempre es fácil ver el hilo que nos sacará del laberinto.

Hoy nos ocuparemos, de manera parcial, de ¿Qué es el peronismo? Es cierto que el título despierta algo de desconfianza por oportunista y ambicioso. Más aún si se considera el subtítulo (De Perón a los Kirchner, el movimiento que no deja de conmover la política argentina) y se tiene en cuenta que por su páginas deambulan no sólo los personajes más previsibles sino también López Rega, Firmenich, Menem y muchos otros.

Cualquier lector exige en este tipo de ensayos, cuando se analiza un tema tan trillado y abordado en diferentes etapas y desde distintas perspectivas por grandes intelectuales, una mínima cuota de originalidad. Grimson sale airoso de este desafío. Encuentra la vuelta de tuerca que justifica un nuevo estudio. Sobre todo en lo que se refiere a los orígenes del movimiento, al 17 de octubre o a la relación entre Perón y los trabajadores.

En primer lugar el autor se empeña en derribar aquella vieja concepción (sostenida tradicionalmente por la izquierda), sobre la capacidad de Perón para manipular y conducir dócilmente a los trabajadores y, principalmente, a sus representantes sindicales. Según Grimson, el fenómeno de la manipulación es mucho más bidireccional de lo que se pensaba: en buena medida, los trabajadores (intencionalmente o acuciados por las circunstancias) son quienes fuerzan a Perón a abandonar su postura y sus ideas originales y lo empujan a fundar lo que hoy se conoce como peronismo (para ser más exactos como el primer peronismo). El 17 de octubre cambia los acontecimientos significativamente sin la intervención de Perón. Visto de esta manera, Perón sería apenas una pieza menor en el ajedrez de la coyuntura histórica, alguien que es tomado como estandarte o como arma circunstancial por los trabajadores, y no el político frío y especulador que maneja la historia con hilos invisibles a voluntad.

En contra de la famosa postura de los intelectuales de izquierda, postura que puede sintetizarse en la conocida definición de Ezequiel Martínez Estrada cuando afirma que no hay mejor manera de evitar una revolución, que haciendo una revolución (tildando de este modo al movimiento de reaccionario, cuando no de fascista), Grimson sostiene que Perón, en contra de sus objetivos y de su ideología, se ve obligado en realidad por los propios trabajadores a hacer la revolución que no quería hacer (modesta si se quiere, inconclusa, parcial, limitada en su alcance, vacía de sostén ideológico), pero revolución al fin (tal vez para justificar el rango de revolución baste con recordar la reacción de la oligarquía). Los trabajadores, en un rapto de iluminación, entienden simultáneamente que: es ahora o nunca, que lo que piden es lo máximo a lo que pueden aspirar, que deberían esperar doscientos años para que se les cruce otro Perón en el camino o que se dieran circunstancias similares, y que es preferible llevar pan a la mesa de sus hijos ahora mismo que seguir esperando por el paraíso terrenal que prometían las viejas doctrinas obreras como el anarquismo o el comunismo.

La segunda y muy audaz tesis de Grimson, parte de una afirmación sorprendente: no fue el peronismo el que creó o forzó la aparición de un antiperonismo, fue exactamente al revés. El peronismo es el resultado (y esto puede parecer contradictorio) de las reacciones antiperonistas que se desataron cuando Perón apenas amagaba con poner en práctica ciertas políticas redistributivas. Dicho de otra manera, los trabajadores se volcaron masiva y decididamente al peronismo cuando palparon el temor que Perón despertaba en los patrones (en aquel momento el término “empresarios” no era de uso frecuente). Durante los días en los que Perón estuvo detenido en la isla Martín García, los empleadores dejaron de incluir en los salarios los montos que correspondían a las cláusulas que Perón (como Secretario de Trabajo) había incorporado. Ante el reclamo de los trabajadores, la respuesta de la patronal era “eso que falta andá a cobráselo a Perón”. Resulta imposible hallar una manera más eficaz de convencer a los indecisos y volcarlos al peronismo.

Otra de las contribuciones originales del ensayo está dada por el intento de refutar esa vieja creencia que afirma que los ciudadanos deciden su voto a partir de conveniencias económicas o materiales de índole personal. Más que lo que generalmente se admite, un votante se rige por sentimientos o simpatías, o por prejuicios de clase, antes que por sus intereses económicos inmediatos, afirma el autor. Desde esta perspectiva se aclaran no sólo aspectos históricos sino también actuales, en relación a la tan mentada disyuntiva de estos tiempos respecto a cómo, un trabajador que no llega a fin de mes con su sueldo puede votar con la lógica de un terrateniente.

Cabe destacar que Grimson es Doctor en Antropología e investigador del CONICET y aborda todas sus hipótesis a través de herramientas y marcos teóricos perfectamente definidos y precisos. Que el libro sea accesible a un público masivo no implica un descuido a la rigurosidad epistemológica.

Pero no todo termina ahí. La mirada global del autor respecto del peronismo no se detiene en el 55 sino que se prolonga hasta nuestros días. El enfoque dado a la Revolución Libertadora, al surgimiento de la izquierda peronista y de la Triple A, al menemismo y al kirchnerismo no resulta menos original que el ofrecido al período que va desde el 45 al 55. Dejaremos esos enfoques para otra oportunidad.

¿Qué es el peronismo?, resulta un libro oportuno, inteligente, actual e imprescindible para entender nuestro presente.

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