Los oscuros negocios del chavismo con China

Un primo de un exministro de Venezuela ocultó en Andorra 49 millones abonados por empresas asiáticas

El empresario Diego Salazar tuvo un contacto de oro en el Gobierno de Venezuela: su primo Rafael Ramírez, hombre fuerte del Ejecutivo de Hugo Chávez que combinó los ministerios de Energía y Petróleo con la presidencia de la mayor compañía estatal, Petróleos de Venezuela SA (PDVSA). Salazar consiguió contratos millonarios de empresas chinas que ejecutaron obras públicas en el país sudamericano mientras su familiar ocupaba cargos institucionales entre 2002-2014.

El empresario cobró 49,2 millones de dólares (40 millones de euros) en comisiones hasta septiembre de 2010 por servicios de consultoría e intermediación para que multinacionales asiáticas captaran adjudicaciones de infraestructuras del Ejecutivo de Venezuela, según documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS.

El primo del exministro Ramírez depositó sus beneficios en la Banca Privada d’Andorra (BPA), donde manejó 11 cuentas entre 2007 y 2014, según un informe confidencial de esta entidad. Andorra, de 78.000 habitantes, permaneció blindada por el secreto bancario hasta el año pasado.

Salazar cobró en la BPA sus comisiones, un 10 % de las obras públicas “firmadas y en fase de desarrollo”. Y barajó ingresar este porcentaje en el banco andorrano por gestionar infraestructuras por valor de 3.000 millones de dólares (2.432 de euros).

Entre los clientes de Salazar figuró la ingeniería china Sinohydro Corporation Limited, un gigante con 486 proyectos en 72 países. El empresario firmó un contrato para intermediar en la adjudicación de cinco obras públicas con esta compañía.

Sinohydro Corporation Limited participó en dos fases de la planta termoeléctrica La Cabrera en el Estado venezolano de Aragua. La infraestructura, inaugurada en 2014, costó 603 millones de dólares (491 millones de euros).

“El caso chino es cien por cien Diego Salazar. Él era un lobista de los chinos y la embajadora de Venezuela en el país asiático le ayudaba”, confiesa un exalto directivo de PDVSA.

El análisis de los movimientos de una de las 11 cuentas que manejó Salazar en el banco andorrano confirma que el primo del exministro Ramírez transfirió 7,3 millones de dólares (5,9 de euros) al ejecutivo de PDVSA Francisco Jiménez Villaroel. Y que este también manejó tres cuentas en la institución financiera que movieron nueve millones de dólares (7,2 de euros).

Salazar envió el dinero a Villaroel mediante un traspaso interno, un sistema que dificulta el rastreo de los fondos.

Para justificar su actividad e ingresos, Salazar aportó a la institución financiera de Andorra un contrato de “consultoría e intermediación” entre su empresa panameña Highland Assets Corporation y la ingeniería Sinohydro Corporation Limited.

Un 10 % de comisión

El documento acredita que el empresario percibió una comisión del 10 % “del importe neto cobrado en la negociación directa” de las infraestructuras.

“Se estipula un precio del contrato en 1.038.710.000 dólares para una planta termoeléctrica de 772 megavatios y 315.891.109 dólares para una nueva planta (La Cabrera) de 200 megavatios”, recoge la BPA en un informe sobre el primo del exministro Ramírez.

Salazar está siendo investigado en Andorra por blanqueo. Su causa judicial salpica también a una decena de empresarios, exviceministros de Venezuela, como Nervis Villalobos y Javier Alvarado (ambos de Energía), y testaferros de políticos del Ejecutivo de Hugo Chávez (1999-2013).

La organización percibió supuestamente más de 2.000 millones de euros en comisiones ilegales por intermediar para que compañías extranjeras consiguieran adjudicaciones de PDVSA, según reveló EL PAÍS.

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