Mayo de 1962, el mes en el que Bahía Blanca se convirtió en la capital de los ovnis

La primera oleada de platos voladores que cruzó por Argentina tuvo como epicentro a la ciudad del sur bonaerense. Hubo muchos avistamientos, pero hace poco se divulgó un caso que podría dar vuelta la ovnilogía criolla: parece que militares de la Armada recuperaron extraterrestres que se estrellaron en la zona. Y todo pasó en el quinto mes del ’62.


Por Marcelo Metayer, de la agencia DIB

El año 1962 fue muy movido para el mundo. Entre decenas de hechos conmocionantes, tuvo lugar la crisis de los misiles entre EE.UU., Cuba y la URSS, murió Marilyn Monroe y un cuarteto de Liverpool llamado The Beatles comenzaba las tratativas para lanzar su primer disco. Ese año, también, ocurrió una impresionante andanada de avistajes de ovnis en Argentina. Se observaron platos voladores en casi todas las provincias y con decenas de testigos, pero hubo dos factores muy particulares: una tercera parte de los casos ocurrieron durante el mes de mayo, y de éstos, muchos se concentraron en Bahía Blanca y alrededores. Ese mes de mayo de 1962, entonces, se comenzó a hablar de la localidad del sur bonaerense como “la capital nacional de los ovnis”.

Más allá de estos casos muy conocidos recientemente se difundieron dos hechos nuevos, en los que dos testigos contaron haber visto ya no luces, sino entidades. Estos últimos relatos están siendo investigados mientras se escriben estas líneas y no están cerrados en absoluto.

La oleada

Para conocer qué dice la casuística de mayo de 1962 en la zona, DIB consultó a Carlos Ferguson, investigador especializado en la estadística ovni y autor de, entre otros libros, “Aterrizajes de ovnis en la Argentina”.

Ferguson asegura que “en 1962 se vivió la primera oleada de Argentina, y hubo testimonios de avistamientos en casi todas las provincias. Pero Bahía Blanca fue la primera capital de los ovnis, ya que se cuentan ocho casos importantes sobre casi 80 en todo el país. La oleada de mayo de 1962 fue notable, ya que ese año hubo tres avistajes en enero, uno en febrero y otro en abril, pero en mayo sucedieron 25.”.

El investigador afirma que “esos ocho casos en Bahía Blanca se concentran entre el 9 y el 22 de mayo”. Todo comienza cuando “el 9 un empleado de la base naval de Puerto Belgrano iba con amigos en una excursión de caza por la Ruta Nacional 35 y pudieron ver un objeto de gran tamaño del cual se desprendieron otros objetos similares. Uno de ellos siguió al jeep durante varios kilómetros.”

“Dos días después -continúa Ferguson-, el 11 el contraalmirante Eladio Vázquez y el segundo comandante del área naval, capitán de navío Aldo Molinari, informan que mientras se encontraban aguardando en Espora la llegada de una misión militar estadounidense vieron un ovni. Eso fue a las 19.40. Al otro día, sábado 12, a las 4 y 10 de la madrugada, cuatro camioneros iban por la Ruta 35 en dos vehículos cuando vieron posado en el interior de un campo un objeto alargado con entre 20 y 30 ventanillas iluminadas. Ellos primero lo tomaron por un tren o por dos ómnibus juntos. Luego vieron cómo se levantaba con un zumbido y pasa por arriba de la ruta. Se dividió en en dos, y las dos partes parten en diferentes direcciones”.

El dibujo en La Nueva Provincia a partir del relato de los camioneros. (Gentileza Esteban Lingeri)

El investigador comenta que “en el sector del aterrizaje el pasto quedó quemado en un radio de 60 metros, quedaron unas marcas de color plomizo que según las crónicas periodísticas de la época fueron analizadas en la Universidad Nacional del Sur, y resultaron ser residuos de carbonato de calcio y potasio”.

“Aquella madrugada del 12 de mayo hubo más testigos que vieron una de las partes de este ovni que se dividió en dos. Se colocó arriba de un auto en el que viajaban cuatro personas. Fue a las 4 y media. La luz deslumbradora que lanzó este objeto hirió la retina de uno de los testigos. Volaba al ras del suelo y esquivaba los árboles”, afirma Ferguson.

En tanto “el 18, en el aeropuerto de Bahía Blanca, empleados de Austral y el operador de la torre de control observaron un disco volador con rumbo norte-sur que lanzaba destellos luminosos”.

El domingo 20 por la tarde también fue hubo “visitas” en Bahía Blanca. La Nueva Provincia publicó al día siguiente: “Un domingo con platos voladores. El descanso hebdomadario no rige, presuntamente, para los extraños visitantes del espacio. Ayer, a partir de las 18.10, una cantidad de llamados telefónicos invadieron nuestra redacción con la misma noticia: platos voladores en Bahía Blanca…”. Entre los testigos estuvieron tres chicos, cuya fotografía “observando el ovni” ilustra la nota.

“Un domingo con platos voladores”, titula La Nueva Provincia. La imagen refleja el asombro de la ciudad ante la oleada. (Gentileza Esteban Lingeri)

El lunes 21 a eso de las 19.30 Miguel Tohmé, fotógrafo de La Nueva Provincia, registró dos fotos de un ovni “del tamaño de una pelota de fútbol”. Una de las imágenes salió en la tapa del diario al día siguiente con el título “Logróse fotografiar un objeto luminoso que cruzó ayer sobre el cielo de Bahía Blanca”.

La tapa del 22 de mayo, con la exclusiva foto tomada por Miguel Tohmé. (Gentileza Esteban Lingeri)

Finalmente, el 22 varios pilotos de la base aeronaval de Espora observaron el paso de muchos objetos no identificados entre las 7 y las 8 de la noche. Uno fue divisado desde la torre de control: era de color anaranjado y del tamaño de la Luna llena.

El balde de cristal

Hasta aquí lo que se conocía, apareció en diarios y libros y figura en las estadísticas. Pero entre 2019 y este 2021 aparecieron dos hechos más, relatados por testigos también militares, que pueden darle un vuelco a lo que sucedió aquel 1962.

En marzo de 2019, Horacio Edgardo González, que por el ‘62 era cabo primero en la base de Puerto Belgrano, relató en un programa de radio una experiencia ocurrida entre el 21 y el 23 de abril. Aseguró haber divisado, junto a otros testigos, tres platos voladores a unos 70 metros de la costa y a unos 100 metros de altura. “En la parte de arriba tenían unas toberas que largaban unos chorros de fuego color verde, amarillo, azul -relató-. Los veíamos de noche y de día, continuamente. La parte de arriba era una cúpula de vidrio y se veían seres”

En un momento González y sus compañeros vieron algo que los dejó aún más asombrados. “Se abrió una escotilla de una de las naves y largaron una escalera como de vidrio, hasta el agua. Descendió un ser, más o menos de 60 o 70 centímetros de altura, con un traje todo brilloso. Traía un balde transparente, como de cristal. Metió el balde en el mar, recogió agua y subió por la escala. Eso lo hizo entre ocho y diez veces, mientras había dos que se quedaban adentro”.

¿Un ovni estrellado?

El caso que más polvareda está levantando por estos días es el de un testimonio aún anónimo que asegura que en mayo del ‘62 un ovni se estrelló en inmediaciones de la base y que personal militar recuperó la nave y los cuerpos de visitantes de otro planeta que iban a bordo. La fuente, que según comentó la investigadora Andrea Pérez Simondini a DIB, se conocerá “solo cuando consigamos elementos contundentes porque si lo expongo no llegaremos a más testimonios”, relató que el 22 de mayo fue convocado al Hospital Militar por el médico de la Armada Constantino Núñez y allí se encontró con los cadáveres de dos alienígenas. Los describió como de muy baja estatura y con cabezas grandes.

El testigo aseguró que se habían iniciado gestiones para el traslado del ovni y de los cuerpos hacia Estados Unidos e, incluso, se debió construir una pista de aterrizaje para que los técnicos de EE.UU. se pudieran llevar esos restos.

Pérez Simondini, directora de Cefora (Centro de Investigación del Fenómeno Ovni en la República Argentina) y que mantiene en Victoria, Entre Ríos, el Museo del Ovni junto con su madre Silvia, aseguró que “es fundamental en este caso la familia de Constantino Núñez”. Añadió que “estamos tratando de entrar a la base, porque parece que existe una oficina que alberga información de conflictos bélicos, las denuncias de osnis (objetos submarinos no identificados), sabotajes y ovnis. Pero aún es un rumor”.

“La verdad es que allí pasó algo”, admite la investigadora, y asegura que “estamos concentrados en solicitar vía FOIA (Freedom of Information Act, acta de libertad de información) en Estados Unidos toda la información posible en relación con el caso. Primero sobre los estudios que les realizaron a los equipos, y desde cuándo y hasta cuándo estuvieron los técnicos americanos en Argentina. Por otro lado, confirmar si enviaron un avión a la zona en esa época”.

Más arriba se comenta que estos relatos están siendo investigados mientras se redacta este texto. Y es tan así que, el jueves pasado, cuando quien escribe participó de un programa en vivo via YouTube sobre los casos de Bahía Blanca, apareció un nuevo testimonio.

Una persona que estaba escuchando la emisión envió un audio, que terminó saliendo al aire, donde cuenta que su abuelo -un marino de alto rango que se desempeñaba en comunicaciones- fue testigo de la caída de ese artefacto. “Él me había contado en dos o tres ocasiones que, estando en la base de Puerto Belgrano, había caído un ovni en el mar y que lo habían ido a buscar en la ría. Parece que se lo terminaron entregando a los norteamericanos. Él había visto el ovni, guardado en la base”, relató la persona en el WhatsApp remitido a Fernando Silva Hildebrant, el conductor del programa La Señal (Ciencia y Misterios).

Este hecho, si se confirma, puede ser entonces la clave, a la par de lo que contó Horacio González, para desvelar todo lo que sucedió ese particular mes de mayo en la región. Y entender entonces por qué , antes que Capilla del Monte en Córdoba, y Victoria en Entre Ríos, la capital nacional de los ovnis estuvo en la provincia de Buenos Aires, y fue Bahía Blanca. (DIB) MM

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