Naftas: en el año ya aumentaron hasta 72%

 

Por: Silvia Peco

YPF, que en septiembre llegó a concentrar el 60% del mercado, volvió ayer a aumentar los precios al público, sumándose a las subas aplicadas por Axion y Shell el viernes y sábado. La nafta súper de la petrolera estatal en Capital Federal se incrementó un 2,25%, a $37,59, y la premium un 1,7%, a $44,22. El gasoil subió un 3,7%, a $33,76, y el de más calidad un 3,5% a $39,87.

Según YPF, la suba promedio fue en esta oportunidad del 2%, con incrementos mayores en CABA. Si se comparan los precios actuales en Capital con los vigentes al 31 de diciembre, la petrolera aumentó un 65,9% la nafta súper y un 69,1% la premium, un 68,9% el gasoil y un 72% el gasoil de mayor calidad.

Sin embargo, en las declaraciones de los directivos de YPF en N. York hace diez días, consta que los valores de las naftas requerían un 5% más, y los del gasoil un 15% adicional para estar alineados con los precios internacionales, y siempre que no hubiera nuevas alzas en la cotización internacional del petróleo y en el tipo de cambio, a lo que hay que agregar los biocombustibles.

Considerando esas afirmaciones, las naftas todavía requerirían un nuevo ajuste en torno al 2,5% y el gasoil tendría un retraso cercano al 12%. En tanto, fuentes de los expendedores calcularon que los combustibles todavía tienen un desfase del 9%, sin contar el ajuste por inflación que se aplicará en los impuestos desde el 1 de diciembre.

Entre las petroleras, habría diferencias de criterio sobre los aumentos que faltan. De hecho, Axion aumentó ahora los precios entre un 4,1% y un 7%, mientras Shell aplicó una suba promedio país del 4,8%.

Habría un criterio general de ubicar los precios internos en el nivel de la paridad de importación, más el efecto de los ajustes en los biocombustibles y en los gravámenes. Pero además algunas de las petroleras aspirarían a recuperar parte de lo no ganado durante el año, en los meses en que los precios al público no tomaron todo el impacto de la devaluación y del precio internacional. Pero la diferencia de criterios no puede llegar muy lejos. Ahora, la diferencia en un litro de nafta súper de YPF y las de las competidoras supera $2 y en el gasoil común llega a $3. En un mercado con fuerte baja de la demanda, los consumidores se desplazan a los combustibles más baratos y a las marcas con precios inferiores, pero YPF no puede seguir aumentando su cuota en el mercado porque se ve obligada a procesar más petróleo de terceros y gana menos.

Desde el Gobierno, no hay intenciones de establecer un límite a la desregulación del mercado. La Secretaría de Energía propuso hace un tiempo publicar precios sugeridos, lo que era un contrasentido y podía generar conflictos entre los consumidores y los estacioneros.

Ahora, fuentes de la misma dependencia creen que ya en 2019, cuando las petroleras hayan recuperado los precios, éstos se van a mover sólo por la inflación si es que el tipo de cambio y el petróleo no aumentan. Y como ninguna de esas dos variables se pueden anticipar con alguna certeza, la afirmación oficial es sólo una expresión de deseos.

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