Nanninga

Opinión / Carlos Verucchi / En Línea Noticias (Twitter: @carlos_verucchi)

De qué hablar en estos días sino de fútbol. Hasta compartimentos muy estancos como el de la literatura se vuelven permeables cuando Argentina avanza en un mundial. Un mundial distinto por el ser el primero que transpiramos, el primero que no se juega en pleno invierno sino por el contrario bajo un calor que nos deja sin energía eléctrica y sin agua. Pero no hay mal que por bien no venga, dicen, y esa deficiencia hizo que muchos tuvieran que recurrir a la radio y sobre todo a la voz de Víctor Hugo para enterarse cómo iba el partido. Pero claro, los tiempos cambian y ahora son pocos los que tienen una radio en casa y entonces tuvieron que salir a la calle y subirse al auto para poder escuchar la transmisión. Lo cual no deja de ser un inesperado experimento sociológico: sólo escuchamos la radio cuando vamos manejando.

Desde esta columna hemos aclarado muchas veces que no somos especialistas en fútbol pero igualmente opinamos, porque lo que sí somos, aunque esto no implique mérito alguno, es argentinos, y como tales tenemos la obligación de opinar de cualquier cosa que no sepamos, como por ejemplo de fútbol.

De cualquier manera, en este caso les voy a confiar una información que es primicia, ningún medio de capital la sabe, sí, leyó bien, En Línea Noticias tiene la verdad de la milanesa respecto a las alternativas cambiantes de un partido que debimos ganar mucho antes y holgadamente. Dicen que el aleteo de una mariposa en la costa oeste de Estados Unidos puede derivar en un tifón en Japón y es cierto, así de caótico es el universo. Por eso lo del viernes fue un simple descuido, mi esposa no oía bien lo que el relator de la televisión decía (aclaro que nuestro barrio fue uno de los pocos en los que no se había cortado el suministro de energía) y me pidió que lo subiera. Teniendo en cuenta que estábamos dos a cero y que faltaban diez minutos, me permití infringir esa condición que mantengo desde el mundial del 78, ¡durante los partidos el TV tiene que estar con volumen en 12! Cometí el error más infantil, lo subí a 16 y nos empataron. Pero tranquilos, pude convencer a mi esposa de que los relatores de la televisión dicen puras bobadas y en un descuido lo volví a bajar a 12, entonces sí, todo se encaminó en la definición por penales.

Pero no sólo de cábalas se alimenta el fútbol, también daremos aquí un dato más racional. No es por alarmar a nadie, pero hace 32 años que no le ganamos un partido (aclaro que un partido de fútbol tiene una duración de 90 minutos divididos en dos tiempos de 45 con 15 de descanso entre uno y otro) en un mundial a una potencia futbolística. Sí leyó bien, la última vez fue a Brasil en el 90 con gol de Caniggia. Después nunca más, eso habla de los fracasos que hemos tenido. ¿A qué o a quiénes les llamo potencias futbolísticas? Bueno, a partir de una definición personal y arbitraria yo diría que potencias son todos los campeones del mundo más Holanda. Sí, Holanda, no me vengan con Países Bajos justo cuando nos complican poniendo tres delanteros de dos metros de altura cada uno. En el mundial 98 le ganamos a Inglaterra por penales, en 2014 a Holanda por idéntico mecanismo y este viernes otra vez a los de camiseta naranja por la misma vía de los penales (diría un comentarista deportivo de la televisión)

Esta vez el palo no jugó para nosotros y no pudimos ganar en el alargue. Los más memoriosos recordarán la pelota en el palo de Nanninga, en el 78, esa vez el palo sí jugó a favor nuestro porque esa jugada hubiera marcado la derrota de Argentina faltando muy poco para que terminara el tiempo reglamentario. Jugada que en virtud del famoso ingenio popular dio lugar una muletilla que se utilizó por años: naninga, se decía cuando por poco las cosas no se daban.

De repente, y sin perder su timidez habitual, Messi se volvió un poquito insolente. Miren que se lo reclamamos veces eh… Igualmente un poco de lástima me dio ver a Van Gaal sorprendido por cómo el rosarino le enrostraba una nueva victoria y al alto de dos metros correr obediente al vestuario ante el oportuno, ¿y vos que mirás, bobo?

Cosas del fútbol, lo cierto es que otra vez, caminando por la cornisa, quedamos entre los cuatro semifinalistas.

Lástima haber llegado con un alargue a cuestas. Aunque ahora, con los cinco cambios que pueden hacerse, tal vez eso ya no sea tan decisivo como antes.

Sea como fuere, mantenemos los consejos que adelantamos antes de que comenzara el mundial para el próximo martes: respeto incondicional por las cábalas, las pastillas de la presión a mano y podríamos agregar pilas nuevas para la spica que dejamos olvidada en el cajón de la mesita de luz, por las dudas, vio.

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