Panorama: La Provincia, entre la cuarentena y los espías
El plan para ajustar la cuarentena. El armado opositor que reveló el virus. La causa que podría complicar a Campbell.

Por Andrés Lavaselli
Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta llegaron a un acuerdo sobre cómo manejar la cuarentena en el AMBA, que prevé el cierre de algunas actividades pero no el mentado retorno a la Fase 1. Aunque importante, ese no es el único hecho político que hizo emerger el virus: el contagio de María Eugenia Vidal reveló la construcción de un polo opositor sin Mauricio Macri, justo cuando las miradas se centran en la situación judicial de un estrecho colaborador de la exgobernadora.
Primero las profesiones liberales, después algunos sectores comerciales y, bastante más difícilmente, ciertas industrias: esa es la hoja de ruta para ajustar la cuarentena de la que hablaron Kicillof y Larreta. Fue la primera reunión entre ambos que se hace con el gobernador como anfitrión, que tuvo además el clima más distendido de todas. Es un acercamiento que hace arquear las cejas a algunos grupos a cada lado de la grieta.
Lo esencial es que ambos ratificaron que, como se contó acá la semana pasada, la vuelta al aislamiento que regía el 20 de marzo es una hipótesis remota, básicamente porque no hay espacio político para llevarla adelante. Casi habría que militarizar la sociedad para lograrlo. Solo un agravamiento catastrófico de la situación sanitaria, o una orden de Alberto Fernández, que los recibirá el lunes para probablemente anunciar medidas, podría dispararla.
Eso no quiere decir que Kicillof y Larreta no estén preocupados: al igual que Fernández (el más convencido de cerrar) saben que la situación del AMBA es delicadísima. De ahí las constantes apelaciones a la responsabilidad individual –una forma de “asustar” para intentar que la gente no se exponga- y la limitación, ya dispuesta y por ahora sin mayor impacto, al transporte público. Lo que ocurra hoy con el día del padre es clave: temen mucho movimiento entre jurisdicciones.
La otra novedad, técnica, es que las decisiones, que como adelantó Larreta podría no ser simétricas entre Capital y Provincia, se tomarán de acuerdo a un criterio técnico, objetivo. Es el indicador sintético que combina datos de movilidad, factor R, casos cada 100 mil habitantes, ocupación de camas de terapia y contagios diarios.
Otra trama
Mientras, el Covid desató otra trama. Ocurrió a partir del contagio de Vidal, confirmado el lunes pasado. Al investigar sus “contactos estrechos” se conoció una reunión de la que había participado con Larreta, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó y Martín Lousteau. El grupo fue bautizado enseguida como “El Club de los Cinco”. Y resaltó tanto por sus integrantes como por quienes no se sientan a esa mesa: Mauricio Macri, Patricia Bullrich, “Lilita” Carrió.
Es la primera reunión formal de ese núcleo. Pero ya van dando algunas definiciones, para comenzar a perfilarse: “No tenemos una concepción dogmática, ese es el principal punto en común”, dicen. Detalle: es el primer encuentro directo de Vidal con Monzó, enemistados hace años. Larreta es el articulador que lo hizo posible esa convivencia. Otra muestra de su liderazgo.
Pero mientras se repasaban los contactos de Vidal, se puso atención a su mano derecha legislativa, Alex Campbell, porque había estado con ella luego de reunirse con el presidente de la Cámara de Diputados, Federico Otermín, un sospechado que finalmente dio negativo. Campbell no transmitió el virus a la exgobernadora, pero podría perjudicarla de otro modo, si se comprueban los indicios que lo ligan a una trama de espionaje ilegal.
Hasta ahora no pesan acusaciones formales en su contra, pero el obispo de Lomas de Zamora Jorge Lugones (en privado) y su sobrino, el exintendente de La Plata Pablo Bruera (en público) dijeron que el juez Federico Villena ubicó a Campbell como el nexo que recibía informes ilegales del espía Leandro Araque, que actuaba a las órdenes del detenido Alan Ruiz.
La trama tiene puntos oscuros –como siempre que hay espías y servicios de inteligencia de por medio- y sobre el juez caen algunas sospechas de estar intentando deshacerse de sus viejos vínculos políticos con el macrismo. Pero al parecer hay elementos que involucrarían a Campbell. Si se confirman, los cañones apuntarán de inmediato a su jefa, Vidal. Por lo pronto, el espionaje es un elemento nuevo que se suma al escenario provincia. Y la de Villena no es la única causa caliente.
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