El entramado de la venta de estupefacientes la condena a un olavarriense
Lo habían aprehendido y allanado en marzo del año pasado. Lo defendía el doctor Gustavo Scotto quien cerró un juicio abreviado con el doctor Lucas Moyano, agente fiscal de la UFI N° 19. ¿Cómo y cuando empezó la investigación? Los detalles.
Un olavarriense que fue aprehendido en marzo del año pasado fue condenado en el marco de un juicio abreviado acordado entre el Fiscal Lucas Moyano y el abogado patrocinante del acusado, doctor Gustavo Scotto y que fue suscrito por el doctor Joaquín Duba, del TOC N° 1 de Azul.
El encausado, identificado como Matías Daniel Ortiz, fue condenado a las penas de seis años de
prisión y multa por resultar autor penalmente responsable del delito de Tenencia ilegítima de
estupefacientes con fines de comercialización en dosis fraccionadas destinadas directamente al consumidor, agravada por su comisión en inmediaciones de un establecimiento de enseñanza, centro asistencial, institución deportiva, cultural o social o en sitios donde se realizan espectáculos o diversiones públicos o en otros lugares a los que los escolares y estudiantes acudan para realizar actividades educativas, deportivas o sociales.
El procesamiento del olavarriense se dio luego de un allanamiento que se realizó en marzo del año pasado en una vivienda ubicada en inmediaciones de la plaza Luján, la parroquia Nuestra Señora de Lujan y la Escuela N° 32.
Ortíz, quedó probado, detentaba para su guarda, “dosis fraccionadas destinadas directamente al
consumidor, 94,61 gramos de clorhidrato de cocaína en forma compacta, 4,8 gramos de cannabis sativa” y, “además como producto del comercio aludido una suma de dinero efectivo de pesos 69.790 y elementos aptos para llevar a cabo la referida comercialización, a saber: anotaciones varias y un cuadernillo con anotaciones y cuatro teléfonos celulares”.
Además en el allanamiento se secuestró un automóvil Renault Sandero.
La minuciosa investigación que derivó en la condena
Los allanamientos el año pasado se dieron en el marco de una investigación que venía desarrollando el Fiscal Lucas Moyano y del que tomaron parte agentes de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de Azul.
En aquellos allanamientos, además de Ortíz, fueron aprehendidos otros dos sujetos que -en este fallo- no están en consideración de la justicia.
Es así que a lo largo de la sentencia condenatoria se puede leer de que modo, tanto la SUBDDI Olavarría como así también la Avanzada Olavarría de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado, realizó tareas “encubiertas” que permitieron establecer el modus operandi del accionar delictivo por el que finalmente Ortíz fue condenado.
A esto se le suman grabaciones telefónicas donde Ortíz y sus interlocutores, “dan cuenta que
en lenguaje encriptado” de la comercialización en cuestión. Se acumulan una importante cantidad de llamados, audios y mensajes que salían del teléfono de Ortíz y tenían como objetivo entablar la compra venta de estupefacientes. Se cuentan más de 60 conversaciones telefónicas donde, en su mayoría, Ortíz se coloca como vendedor e incluso delivery.
Extracto de una de las escuchas
“Ortiz recibe un llamado telefónico (…) cuyo interlocutor es un masculino. En esta comunicación Ortiz le dice al NN “Che ¿Qué vos precisabas eso?”, a lo que el NN le responde “Si ¿Hay algo?”, y Ortiz le responde “Si tengo un paragua rico a ciento cincuenta el G” “Ciento cincuenta el gramo, si”
Las pesquisas de seguimiento a Ortíz no fueron producto del azar dado que los investigadores habían puesto su mirada en él desde el año 2020 cuando se recibió una denuncia anónima en la sede de la SUBDDI Olavarría. Allí el denunciante sostiene, “que es un enemigo de las sustancias que ocasionan un mal a la salud de la gente como los tipos de droga” y en la misma denuncia aportó una serie de números telefónicos y una serie de nombres entre los cuales estaba el de Ortíz a quien identifica como un “moto mandados”.
Inicialmente la causa comenzó con una denuncia anónima.
El denunciante se definió como “un enemigo de las sustancias que ocasionan un mal a la salud de la gente como los tipos de droga”
En cuanto a lo resuelto por el Juez Joaquín Duba se dispuso además que una vez que la sentencia adquiera firmeza se deberá proceder, “al decomiso y destrucción de las sustancias estupefacientes secuestradas y de los recortes de nylon, dos balanzas de precisión; tres envases (paquetes) -dos de ellos cerrados y uno abierto- conteniendo bandas elásticas con la inscripción “TPU BAND”; la remisión al Patronato de Liberados de los cuatro teléfonos celulares secuestrados y de una laptop color negra marca “DELL”, modelo No PP42L ; y el decomiso y remisión a la Fiscalía de Estado de la Provincia de Buenos Aires, a fin de que proceda a su subasta, del automóvil marca Renault modelo Sandero”.
