La novela más leída del país
Libros / Carlos Verucchi / En Línea Noticias (Twitter: @carlos_verucchi)
Si queremos estar a la altura de nuestra pretendida condición de columna literaria, no podemos dejar de dedicarle una página a la novela de la cual habla todo el país.
A partir de la crítica de la vicepresidenta de la nación y de muchos otros partidarios del gobierno, la novela de Dolores Reyes, publicada originalmente en 2019, se ha convertido inesperadamente en best seller y bate récords de ventas semana a semana.
En primer lugar, creo que debemos celebrar que varios energúmenos hayan leído, seguramente por primera vez en su vida, al menos algunos párrafos de un texto literario.
En segundo lugar, observamos cómo se cumple una vez más la regla de la prohibición como estímulo irresistible para que todos se lancen desesperadamente hacia eso que justamente está prohibido o es malo. Como adelantamos antes, Cometierra está vendiendo en Argentina más ejemplares que la reciente premio Nobel de Literatura. La manzana prohibida sigue siendo irresistible.
¿De qué trata la novela? Se trata de la historia de una adolescente que posee ciertos poderes, o un don (tal como se expresa en el texto), que le permiten tener visiones. Estas visiones sirven tanto para entablar comunicación con los muertos como para encontrar a chicas perdidas o secuestradas, lo cual le da un tono casi de policial por momentos a la novela.
La protagonista vive en algún lugar de ese complejo entramado habitacional que llamamos conurbano bonaerense. De muy chica ha visto cómo su padre mató a golpes a su madre y después desapareció. A partir de esa situación trágica su vida entra en un laberinto del cual no podrá salir. Vive con su hermano, unos pocos años mayor que ella, y que se gana la vida como ayudante en un taller mecánico.
Hay una clara intención por parte de la autora de mostrar las aberraciones a las que conducen la pobreza, la falta de educación, la pérdida de referentes, el ambiente hostil, violento y sumamente machista que enfrenta la sociedad actual. En tal sentido la novela de Reyes resulta por demás recomendable para estudiantes de colegios secundarios.
En lo que respecta a lo estrictamente literario, la autora se decide por una narración en primera persona en boca de la protagonista. Esta opción permite un acercamiento más íntimo al personaje y le confiere al texto una sensibilidad que seguramente no sería tan efectiva si la narración fuera en tercera persona. Sin embargo, obliga a una prosa llana, cruda, que por momentos intenta exageradamente copiar el habla de adolescentes que no han podido completar el colegio y que no tienen en su hogar una referencia que los marque. Tal vez esa crudeza del lenguaje es lo que ha molestado a muchos.
En una parte del relato, la protagonista narra una experiencia sexual muy intensa que tiene con alguien de quien está enamorada, y la cuenta, todavía quizás excitada por la que tal vez haya sido su primera experiencia, como se lo contaría a una amiga, sin tapujos e indicando detalles con los que la autora intenta justamente expresar la importancia de ese despertar sexual. Nada del otro mundo, nada que no digan nuestros hijos, ninguna palabra que no utilicemos habitualmente. Los estudiantes de colegios secundarios de la provincia de Buenos Aires viven en un contexto similar y utilizan un lenguaje similar al que la autora de Cometierra desarrolla en su primera novela.
Para aquellos a los que les gustó la novela (que según las estadísticas son mayoría entre los lectores), les tengo una buena noticia. La historia de Cometierra continúa en Miseria, novela publicada por Alfaguara en 2023 y que ofrece una continuidad narrativa centrada en los mismos personajes.