José Eseverri: «No ves que los concejales de Olavarría estén preocupados por el desastre que está pasando en nuestra ciudad»
Sobre Axel Kicillof dijo, «es un tipo que está demostrando tener valor, que en el peronismo faltaba«.

El ex intendente José Eseverri participó el sábado pasado del lanzamiento del Movimiento Derecho al Futuro en Tapalqué y, para algunos, fue la sorpresa del encuentro. Eseverri, quien ha dicho que se encuentra alejado de la diaria de la política, habló con el periodista Sergio Di Pino en Infocielo y dejó algunas definiciones tras el encuentro en Tapalqué. El Movimiento Derecho al Futuro es la suma de dirigentes que acompañan el armado del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. El sábado, en Tapalqué, se reunieron dirigentes de los ocho municipios que integran la Séptima Sección Electoral.
En el inicio de la entrevista, José Eseverri dejó señalado que llegó a Tapalqué y a la reunión por una invitación que le realizaron dirigente de ese Movimiento y los mencionó: Gustavo Cocconi, Liliana Schwindt, Walter Abarca y José González Hueso. Sobre ellos dijo, «mantengo un diálogo periódico sobre cuestiones de política.» El ex intendente dejó aclarado: «Es la primera reunión de discusión política a la que concurro después que dejé la municipalidad.«
Sobre el encuentro dijo, «la verdad que me vine gratamente sorprendido de la posibilidad que el peronismo sea consciente de los problemas que tiene en el presente y de la necesidad y responsabilidad que tiene con la Argentina de construir una alternativa frente al gobierno de Milei de cara al 2027.«
El desarrollo de la entrevista

-En tu intervención en el plenario de Tapalqué planteaste la necesidad de un peronismo que deje las discusiones cerradas y que se acerque a los problemas de distintos actores de la comunidad. ¿Vés ahí un tema a resolver?
Es evidente que hoy el PJ nacional tiene una conducción en cabeza de Cristina, que a su vez tiene gobernadores que no se sienten representados por esa conducción. Máximo conduce el PJ de la provincia de Buenos Aires y la gran mayoría de los intendentes del peronismo no se sienten representados por esa conducción. Es un tema de legitimidad, de percepción de la realidad donde hay una conducción que no refleja lo que son los actores territoriales del peronismo, tanto a nivel nacional como a nivel provincial. El peronismo arrastra algunas conductas que han sido muy nocivas y muy dañinas con los propios gobiernos peronistas.
«El peronismo tiene que ir a otro esquema, a otras conductas organizacionales.»
José Eseverri tras participar de un acto en Tapalqué.
Primero fue Scioli víctima de eso, luego Alberto. Más allá de la opinión que nos puede haber generado su gobierno hubo también zancadillas permanentemente. Las cuestiones públicas, un día te renunciaban todos los ministros. Ese daño a la legitimidad de quienes son o gobernador o presidente o candidatos y después no se respeta esa autoridad construida. El peronismo tiene que ir a otro esquema, a otras conductas organizacionales. El peronismo tiene una evidente falta de debate que se vio claro en el gobierno de Alberto y hoy está mucho más claro cuando sos la oposición y no tenés capacidad de mostrarte como una alternativa que genere esperanza y futuro en la Argentina.
«El peronismo está muy encerrado y su único contacto parece ser los empleados públicos«
José Eseverri tras participar de una reunión política en Tapalqué
Estamos mirando el pasado. Lo que fue el gobierno de Cristina, lo que fueron los éxitos de esa década, pero no estamos mirando el futuro. Y hay que mirarlo con los ojos de la realidad y de lo que está haciendo Milei hoy en la Argentina. Y para eso no parece estar preparado el peronismo.
El peronismo está muy tomado por el pasado y tiene poca mirada de futuro. La sociedad lo ve y hoy por eso el peronismo no es alternativo. Además, y esto lo marqué claramente los otros días y puede ser polémico, el peronismo está muy encerrado y su único contacto parece ser los empleados públicos.
– Parece envuelto únicamente en una discusión de microclimas…

Es muy importante el Estado. Son importantes los empleados públicos, pero también es muy importante lo que le pasa a nuestro vecino el comerciante, el pyme, el productor agropecuario, el trabajador. El trabajador sindicalizado que votó a Milei en las últimas elecciones. Hay que preguntarle ¿por qué votó a Milei?. Entender lo que nos pasó siendo gobierno.
Y yo creo que a la Argentina hoy le está yendo muy mal. Las familias argentinas lo están empezando a ver en sus casas, en su vida cotidiana. Las pymes y las empresas lo ven en su vida cotidiana. Porque hay como un nuevo consenso post 2001 que surge después del final de Massa, de la inflación del 200% anual, donde la Argentina pareciera que está dispuesta a pagar, transversalmente inclusive, cualquier costo en función de no tener inflación.
Esto significa que los próximos gobiernos van a tener que tener una enorme disciplina fiscal. Hay que resolver una discusión de cuál es el tamaño y la dimensión del Estado que estamos dispuestos a financiar y cuál es el Estado posible que la Argentina puede financiar. Porque si todo va a ser emisión ya sabemos que eso es inflación. Pero también sabemos que si no es endeudamiento. Y hasta ahora esa receta no ha cambiado.
El Estado tiene que tener un tamaño que la sociedad lo pueda financiar. Para eso necesitas seguramente crecer, desarrollarte y eso no está en el programa económico de Milei. Es una economía que está afincada en dos grandes sostenes. Uno el financiero, que se aguanta hasta que te sigan prestando plata y el día que te dejan de prestar plata, sonaste. Ya lo vivimos con Macri y lo vamos a volver a vivir ahora. Y el segundo es un desarrollo económico fundado exclusivamente en el petróleo, el litio y el gas. Eso a las provincias productivas agropecuarias o industriales, como la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, nos deja fuera, absolutamente afuera.
Por eso estas provincias tienen que generar una alternativa transversal. Los gobernadores no son del mismo espacio político. Sus dirigentes políticos tienen distintas formaciones, pero bueno, creo que hay tiempo de cara al 2027 y esto se trata de organizar una alternativa seria, responsable, que le dé garantías de estabilidad a los argentinos pero también que promueve el crecimiento y el desarrollo.
– ¿Ves que la gestión de Axel Kicillof sufre ese mismo desgaste interno por la pelea del liderazgo?

A mí me parece que algún sector de la interna del peronismo encontró un tema sumamente estúpido y menor como es la fecha de las elecciones, para discutir, desde hace dos meses, la política en la provincia de Buenos Aires mientras se te cae a pedazos el comercio, la industria, el empleo. Me parece un tema absolutamente menor frente a la gravedad de los problemas que tenemos en Argentina.
Es una buena oportunidad para discutir la provincia de Buenos Aires, los municipios, y separarlo de la discusión nacional. Y creo que el gobernador tomó las decisiones correctas. Le costó mucho. Le han puesto trabas – permanentemente- para llegar a esto pero es lo que están haciendo los gobernadores de todo el país.
«El peronismo ha sido un partido transformador que se ha vuelto un partido conservador.«
Los gobernadores de todo el país están provincializando, municipalizando las discusiones. Y para la discusión de octubre, que es nacional, el peronismo no tiene saldada una propuesta. No va a ser una elección fácil para el peronismo. Porque si no tenés una propuesta no podés ser alternativo.
En el medio van a estar las elecciones provinciales y los que pretendan ser candidatos manifestarán su vocación, sus aspiraciones y demás. Y lo que el gobernador busca es respeto en esa mesa de la discusión de las candidaturas provinciales, que no estuvo en las anteriores listas. Me parece un reclamo absolutamente legítimo. Hablamos de alguien que ganó dos veces la provincia de Buenos Aires, que es el dirigente nacional más importante del peronismo, porque es el gobernador de la provincia más importante que gobierna el peronismo y como tal debe ser respetado.
De la misma manera que tienen que ser respetados los intendentes. Hay algunos compañeros que están sacándole concejales a algunos intendentes peronistas, haciendo alguna zancadilla en los municipios y esto me parece absolutamente nocivo. Hay cosas que hay que discutir adentro, generar los espacios de discusión que hoy no existen en el peronismo para resolver esas cuestiones. Pero no podemos trasladar eso a la sociedad.
– En este esquema está la posibilidad de Cristina como candidata en la Tercera sección
Me parece una chicana menor. Una falta de respeto a la historia de Cristina. Ni Chiche Duhalde se animó a ser candidata a diputada provincial.
En el derrumbe del duhaldismo, en su peor momento Duhalde no jugó la carta de su mujer para ser candidata en la tercera sección electoral. A mí me parece que los sectores más cercanos a Cristina tienen un claro problema de competitividad y de influencia en el peronismo que viene. Porque son parte del peronismo que fracasó.
Hay que ser mucho más humilde, mucho más inteligente. No podes llevar a una dirigente de la envergadura de Cristina, que sigue diciendo cosas absolutamente interesantes para agendarse en la discusión política que viene en la Argentina. Y su última carta es un ejemplo de eso.
Mardarla de candidata a la Tercera es terminar siendo un sector vecinal de la tercera sección electoral. Me parece una falta de respeto para la propia Cristina. Es no cuidarla. Los que la quieren cuidar no la cuidan. La quieren usar.
– El kirchnerismo habla de un error de estrategia separar la elección nacional de la provincial porque creen que la discusión está nacionalizada en torno a Milei ¿Crees que puede ser riesgoso ello separar los comicios?
Me parece que alguna vez había que dar el salto de esta discusión. Desde la reforma constitucional del 94 la provincia de Buenos Aires estuvo intervenida por las organizaciones nacionales para todos los partidos. El PRO llevó de gobernadora quien en ese momento era la vicejefa de gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Scioli estaba a punto de ser candidato en la ciudad de Buenos Aires y terminó siendo candidato en la provincia de Buenos Aires. Axel que caminó la provincia, la recorrió la provincia durante dos años venía de ser diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires. Entonces, ¿Por qué eso? Porque no hay una discusión bonaerense. No hay una capacidad de las fuerzas políticas bonaerenses de construir liderazgos bonaerenses.
Fíjate lo que le pasa a Máximo. Máximo no es un líder del peronismo en la provincia de Buenos Aires. Es un actor importantísimo, que lo tienen que respetar y demás pero no es el conductor del peronismo en la provincia de Buenos Aires. Porque no hay una discusión bonaerense.
A mí me parece que dividir las elecciones permite eso. Vos sabés que en Córdoba conduce el gobernador, sabés que en Entre Ríos conduce el gobernador, sabés que en Santa Fe conduce el gobernador, que en Santa Cruz conduce el gobernador.
¿En la provincia de Buenos Aires? Y puede ser, pero tal vez que no. Porque siempre las organizaciones nacionales, desde las conducciones nacionales, definían qué se hacía en la provincia de Buenos Aires.
Esto va a obligar a un salto de madurez. Los intendentes, los funcionarios, los dirigentes bonaerenses van a tener que caminar la provincia de Buenos Aires de otra manera e instalarse como candidatos bonaerenses, discutir los temas de la provincia de Buenos Aires que siempre quedaban tapados por los temas nacionales. Hoy Axel está haciendo una enorme gestión, a pesar de ser el gobernador más castigado de los últimos 40 años por el gobierno central. Nunca le han sacado tantos recursos a un gobernador como se lo han sacado a Axel ahora.
Y el tipo la sigue llevando, sigue pagando los sueldos, sigue haciendo la gestión en la medida posible, sigue ordenando la provincia de Buenos Aires. Tiene un mérito enorme. No me gustaría estar en los zapatos de un gobernador que tiene que gobernar con las limitaciones que tiene y con los problemas sociales y económicos que le ha generado este gobierno a la provincia de Buenos Aires.
Y lo mismo le va a pasar a los intendentes. Los intendentes no van a salvarse por ser parte de una organización política o ir enganchado en la boleta de Juan o de Pedro. Van a tener que demostrar que están capacitados para ser intendente en sus ciudades, o los concejales ser representativos de los vecinos de sus ciudades.
Me parece que es una discusión interesante que enriquece la política. En un momento que la política está empezando a transitar una etapa de muchísimo descreimiento que primero se manifiesta en la extensión electoral y luego en la bronca.
Esto es un camino que si la economía no mejora sí o sí se va a producir en la Argentina.
– ¿Es posible la unidad en el peronismo bonaerense? ¿O es un momento de quiebre?
De lo que escuché ahí – por el plenario del axelismo- porque es la primera vez que participo en una reunión así lo se está buscando que se respete al gobernador, a quienes vayan a defender los intereses del gobernador en la Legislatura de la provincia.
Hay que defender a los intendentes que el peronismo tiene en toda la provincia de Buenos Aires y algunos vecinalistas que se han sumado al esquema del gobernador. Y en paralelo ir construyendo esta discusión de una alternativa moderna, transformadora, a nivel nacional desde la provincia de Buenos Aires.
«Máximo no es un líder del peronismo en la provincia de Buenos Aires.«
El peronismo ha sido un partido transformador que se ha vuelto un partido conservador. Y tal vez el peronismo más conservador sea el de la provincia de Buenos Aires. Porque los equilibrios internos te impiden la discusión política y te impiden la generación de políticas transformadoras.
Entonces no tocamos la salud, no tocamos la seguridad, no tocamos la educación y seguimos más o menos gobernando porque seguimos surfeando la ola. Y tal vez ha llegado el momento de empezar a discutir de otra manera estas cuestiones centrales. Y yo creo que la provincia de Buenos Aires se merece una discusión.
No sumando capas geológicas de empleados públicos. Un solo ejemplo. El sistema educativo bonaerense es más o menos el mismo en los últimos 40 años. Lo que ha hecho es sumar en el medio capas geológicas de directores distritales o jefes distritales, jefes regionales, jefes de no sé qué, inspectores de no sé cuánto. Y la verdad que la realidad del sistema educativo bonaerense no le cambia la vida a ninguno de los pibes. No estamos bien.
Esto que los chicos de tercer grado no logran comprender un texto no es una buena noticia para el sistema educativo. ¿Hay que flagelarse? No. Hay que cambiar, poner el acento donde hay que ponerlo, que es la capacitación docente, el rol de la educación en la Provincia de Buenos Aires.
Y lo mismo te diría en la salud. Cuando la salud pone el acento en ponerle ambulancias a los municipios y tenés un problema. ¿Cuál es? Que no te podes atender en tu pueblo. Te tiene que llevar de otro lado. Hay dos o tres lugares en la Provincia de Buenos Aires que tienen algo de calidad en la atención sanitaria.
El resto tiene que derivarse todo. Y esto nos ha ido pasando en los últimos años en Olavarría. La ciudad era uno de los centros de la Provincia de Buenos Aires mejor equipados en materia de salud. Hoy no lo somos.
Lamentablemente, porque ha habido decisiones de un gobierno municipal que no enriqueció esa política. Que no sostuvo una política que se desarrolló en 40 años. Bueno, estamos pagando las consecuencias y las vamos a pagar. Y no se resuelve de un día para el otro. Porque tenés que empezar a arreglar los techos en vez de comprarte un tomógrafo nuevo o un resonador nuevo. Todo esto que le ha pasado al Estado necesita una discusión política.
¿Por qué parece que ha pasado que los gobiernos solo pueden gestionar a corto plazo y no pueden pensar estas cosas?

Porque no ha estado la discusión puesta ahí. Porque esto se solucionaba con la discusión de las políticas nacionales. Entonces un día te encontraste con Vidal, que no vivía en la Provincia de Buenos Aires y trajo un equipo de porteños a gobernar la Provincia de Buenos Aires. Era el momento de Macri y qué sé yo. Bueno, después lo pagás. Y al Peronismo le ha pasado lo mismo. El Peronismo también necesita volver a discutir el rol de la Provincia de Buenos Aires.
¿Qué Estado queremos? ¿Cuánto Estado queremos? ¿Por qué no tuvo ningún ciclo modernizador?. Los gobiernos nacionales tuvieron ciclos modernizadores. Tenés una AFIP absolutamente distinta a la que tenías hace 40 años atrás, un RENAPER distinto. Tenés un ANSES distinto. Raldaso
Pero en la Provincia de Buenos Aires no tuviste ese correlato. Tal vez lo más moderno que tenga la Provincia de Buenos Aires sea ARBA, que fue la reforma que hizo Santiago Montoya en la época de Felipe – Solá- hace 20 años atrás. Pero es muy difícil llegar al expediente digital. Todavía hay cosas que se hacen en papel en la Provincia de Buenos Aires. Absolutamente inconcebible.
Te cambió mucho la visión al pasar al sector privado…

Absolutamente. Yo hoy entiendo lo que sufre un empresario cuando el contador le manda el 931. Hoy lo entiendo. El tipo no puede pagar. Con lo que está vendiendo no puede pagar.
Hoy mirás al empleado de comercio, pobrecito, que está mirando el teléfono todo el día porque no entra nadie a comprar nada en ningún comercio de la ciudad. Hoy escuchás al transportista que se quedó sin viaje. Y vos no ves que la política esté atendiendo eso.
No ves que los concejales de Olavarría estén preocupados por el desastre que está pasando en nuestra ciudad. Un desastre silencioso. Que nos está lastimando muchísimo. Muchísimo. Sin perspectivas de que cambie.
Porque hay una concepción de la obra pública que a nosotros como ciudadanos destruye donde el Estado Nacional está dispuesto a no poner un solo peso. Entonces, ¿quién va a poner esa plata? ¿El sector privado? Para eso necesitas un riesgo de país en 200 puntos, 300 puntos.
Y garantía de estabilidad en los contratos y tiempo. Mucho tiempo que la Argentina genere confianza que los contratos no se van a romper. Nadie va a venir a ponerle a la Argentina los 30.000 o 40.000 millones de dólares que necesita la obra pública para solucionar el problema de rutas, los problemas de puertos, la salida a los puertos gasíferos que hay que hacer.
Y hoy el Gobierno Nacional no tiene ni la conducción del Congreso. Tuvo un enorme fracaso con el intento de integración de la Corte Nacional. Enorme fracaso que tiene enormes consecuencias para las inversiones privadas. Porque nadie sabe esa Corte qué es lo que va a fallar. Hace un año y cinco meses que tiene en tratamiento el Decreto 70 y las reformas laborales y no lo ha tratado. No se sabe cuáles son las reglas del juego del derecho laboral en la Argentina.se sabe cuáles son las reglas del
A todo eso la oposición a su vez no tiene discutidas estas cosas. El peronismo debe discutir el tamaño del Estado, cómo lo vamos a financiar. Cuáles van a ser las leyes laborales que van a regir en la Argentina. Tiene que discutir cuál es la reforma tributaria que el peronismo quisiera hacer. Fíjate que pasaron toda la década de Néstor, Cristina y el gobierno de Alberto.
Sin reformas tributarias y se ha ido haciendo cada vez más complejo el sistema tributario argentino. Y cada vez más difícil para entender para un empresario que no termina de pagar nunca los impuestos.
Estas son discusiones que el peronismo tiene que tener. Cristina ha llegado a plantear cosas muy audaces. Pero Cristina tira un centro, una pared y te vuelven un ladrillo. La última carta de Cristina plantea las relaciones del peronismo con el mundo laboral, con la representación sindical, la relación del peronismo con las organizaciones sociales, la relación del peronismo con la educación, con el tema de la seguridad. Son discusiones audaces.
Cristina llega a decir algo que lo venía diciendo Mayra Arena hace un tiempo que la sociedad percibe que hasta el empleado público municipal es un privilegiado. Porque tiene estabilidad, porque en la pandemia no trabajó. Un montón de cosas que no le pasaron al resto de la Argentina. Estamos hablando de trabajadores que ganan 600 mil pesos y están destruidos. Pero digo, ojo con las percepciones de la gente. Y estas discusiones el peronismo no las tiene.
¿Esa discusión fue posible este tiempo? No, porque el tipo que discutía lo echaban por traidor. No había ningún ámbito. Acá había que decirle que sí a Cristina, había que decirle que sí Juan Pérez, al que era el conductor de cada espacio. Era imposible así. Era imposible. Ahora, hemos terminado con una enorme pobreza conceptual y una enorme pobreza de propuestas.
La gente ya se dio cuenta, te picó el boleto, tenés que desandar ese camino. Si no…
– En este escenario que describís ¿tenés ganas de volver a participar en política?

No estoy en la búsqueda de ninguna candidatura ni pretendo eso. Sí, la verdad, aportar. Aportar mi experiencia. Fui 6 años senador, 8 años intendente. Tengo un recorrido en la política. He podido interactuar con muchos de los dirigentes nacionales del peronismo que hoy no tienen chance de poder reinsertarse en la sociedad, en la discusión política, aunque ellos quieran. La gente les picó el boleto. No solo les picó el boleto, me parece que no tienen ninguna capacidad de persuadir a la sociedad.
Y esto me entusiasma de Axel. Porque es un tipo que está demostrando tener valor, que en el peronismo faltaba. Porque hay una enorme austeridad para el coraje en el peronismo.
Nadie se animaba a encarar la discusión política. Y Hay que separarla de la discusión personal. No tiene que ser una discusión personal con Cristina o con Máximo o con Juan Pérez. Tiene que ser una discusión conceptual. ¿Qué país querés para el próximo cuarto de siglo? Ya nos perdimos un cuarto de siglo donde la Argentina en los últimos 10 años, 12 o 13, no creció. Fuimos parte y no distribuimos mejor el ingreso ni le creció el ingreso en el último gobierno peronista a los trabajadores argentinos.
Tenemos que discutir estas cosas. Y ahí lo veo a Axel bien. Tiene un pasado, como todo el mundo pero también tiene algo que es el coraje, la honestidad que es un valor sumamente importante para poder pararse de cara a la sociedad. Una cosa son los errores del gobierno y otra cosa es la deshonestidad. Y creo que si él sostiene una idea de poder hacer un espacio transversal, nacional, con independencia de las candidaturas, me parece una enorme oportunidad y el cumplimiento de una responsabilidad Argentina tiene que tener una alternativa que hoy no está presente.