La triste historia de la alegría más grande
Libros / Carlos Verucchi / En Línea Noticias (Twitter: @carlos_verucchi)
Acaba de estrenarse en la plataforma Disney+ la serie “Argentina ’78”, basada en el libro “78: Historia oral de un mundial” del periodista Matías Bauso. La serie, de cuatro episodios, reúne material de archivo y entrevistas recientes a protagonistas de aquel mundial como el técnico César Menotti (última entrevista que concedió antes de morir), jugadores como Passarella y Kempes, periodistas y también líderes de organizaciones que se dedicaron a boicotear el mundial como por ejemplo Mario Firmenich.
El mérito más significativo de la serie es encontrar un equilibrio perfecto entre la gesta deportiva y el trasfondo político totalmente ignominioso que dominaba la época. Queda claro para esta investigación periodística, que el gran mentor del Mundial 78 fue Massera, el único miembro del gobierno de facto que vio desde un principio la posibilidad de utilizar el mundial como herramienta propagandística para sostener a la dictadura.
La serie comienza justamente con una de las publicidades que se daban por televisión antes de que comenzara el torneo, una publicidad con la participación de Carlitos Balá que intenta transmitir un ingenuo e hipócrita sentido de la argentinidad que la dictadura buscaba imponer.
Detrás de esto, el escenario de violencia y represión, los intentos de Montoneros de utilizar el mundial para dar señales de una supuesta vigencia y posibilidad latente de derrotar a la dictadura al interferir las transmisiones de los partidos con mensajes de su líder Mario Firmenich, el supuesto y nunca comprobado soborno a jugadores de Perú, el famoso cambio de horario del partido que definía al finalista y que Argentina pudo jugar conociendo el resultado de Brasil, su competidor, cuando el fixture en realidad le daba esa ventaja deportiva a Brasil por haber sido primero en su grupo.
Sin embargo, todo ese trasfondo, muy bien documentado y analizado en la serie, no mella el gran mérito deportivo que se construyó a partir de la visión vanguardista de Menotti, que planificó la construcción de un gran equipo nacional (dando por primera vez importancia a las ligas del interior) y que jamás dejó de lado la esencia del juego, del estilo argentino, del potrero. Y que en lugar de copiar estrategias que se habían mostrado exitosas en otras partes del mundo, apostó a lo nuestro, se la jugó con lo que teníamos, con lo que éramos como país futbolero, y que más allá de los avatares que todo campeón del mundo ha sufrido, terminó imponiendo una filosofía futbolística genuina cuyo legado perdura hasta hoy, al demostrar que podíamos ganarle a los equipos europeos a fuerza de gambetas, amagues y paredes, de idéntica manera a como se ganaron después los mundiales del 86 y del 22.
“Argentina ’78” es una serie que merece ser vista, y que a todos aquellos que vieron de niños aquel mundial les despertará reminiscencias y los obligará a replantearse una etapa fundamental de nuestra historia reciente.