Preventiva confirmada para un olavarriense que protagonizó un violento y cuantioso robo en el barrio Nicolás Avellaneda

Se indicó que junto con otros dos hombres, en el mes de julio, ingresaron a una vivienda y amenazaron a sus moradores: dos hombres y una mujer que dormían en la vivienda. Las cámaras del Municipio y las pericias de las antenas telefónicas fueron cruciales para el esclarecimiento del ilícito.


La Cámara Penal Departamental con asiento en la ciudad de Azul ratificó la prisión preventiva de un olavarriense que se cree fue parte de un violento robo a mediados de julio de este año. El sujeto detenido es uno de los tres que irrumpieron en una vivienda y amenazaron a sus moradores.

El encausado que continuará con prisión preventiva fue identificado como Jorge Pablo Pérez.

En primera instancia hay que mencionar que el 22 de agosto pasado fue el doctor Carlos Eduardo Villamarín, juez de Garantías de Olavarría, quien ordenó la prisión preventiva de Pérez por considerarlo «prima facie» autor penalmente responsable del delito de Robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud de disparo no se pudo ser acreditada, por ser cometido en poblado y en banda, y mediante efracción.

Pérez, asistido con una Defensa Oficial de Olavarría, apeló esa medida que este miércoles quedó ratificada por la Cámara Penal de Azul, razón por la cual el delincuente seguirá privado de libertad hasta que exista un nuevo decisorio judicial.

Pérez es el único delincuente preso por este gravísimo robo dado que los otros delincuentes que tomaron parte del atraco, dice la propia resolución de este miércoles, no han sido identificados por el Ministerio Público Fiscal que está llevando adelante la instrucción de la causa.

El robo

En la madrugada del 11 de julio de este año, alrededor de las 02,30 horas, tres hombres encapuchados y vestidos con ropas oscuras forzaron la puerta de una vivienda ubicada en Urquiza al 600, en el barrio Nicolás Avellaneda.

Dentro de la vivienda se encontraba un hombre de 56 años, su pareja de 59 y el padre de la mujer, hombre de 81 años.

Cuando los delincuentes fueron descubiertos por los moradores de a vivienda, uno de los asaltantes apuntó al hombre de 56 años con un arma tipo revolver. De manera paralela, los otros dos delincuentes ataron a la mujer y al octogenario. Para eso, está acreditado en el expediente, usaron precintos plásticos.

De inmediato, los delincuentes comenzaron a exigir dinero en efectivo e incluso llegaron a preguntar por un bolso negro «con dólares».

Con el correr del atraco los delincuentes se hicieron de más de un millón y medio de pesos, una suma de dólares no precisada y dos teléfonos celulares marca Samsung. Los dólares estaban en un bolso tal como decían los delincuentes.

El cámaras de seguridad

Para lograr la detención de Pérez, a quien hoy le ratificaron la prisión preventiva, fueron claves los aportes que realizó el Centro Municipal de Monitoreo y además el aporte de cámaras privadas que permitieron descubrir los movimientos de los delincuentes previo al robo.

Lo primero que se pudo determinar es que los delincuentes llegaron a la casa de sus víctimas en un automóvil Peugeot 307 que, más tarde, se comprobó que era propiedad de Pérez.

Las Cámaras pudieron confirmar el recorrido del auto en cuestión desde que salió de la casa de Pérez (en Merlos al 4100) hasta la esquina de la casa de las víctimas

El automóvil del imputado – dice la causa – fue captado por una cámara de seguridad privada ubicada en frente de su domicilio, cuando emprendió el camino al robo alrededor de la 1,30 horas de la madrugada. Además, otra cámara privada, permitió confirmar cuando el vehículo llegó a la vivienda de las víctimas.

Lo que también pudieron certificar los investigadores es que, después del robo, el automóvil se retira de la vivienda del barrio Nicolás Avellaneda hacia el domicilio del imputado Pérez sobre calle Merlos.

Los teléfonos celulares

Los investigadores además pudieron ubicar al imputado en la escena del robo dado que además se analizó el tráfico de los datos móviles utilizados desde el teléfono celular de Pérez el día de los hechos.

Allí, mediante distintas antenas, se logró confirmar el recorrido del auto que también había quedado registrado en cámaras privadas.

Con los teléfonos, entonces, pudieron confirmar que Pérez estaba arriba del auto.

Meses después del robo se pudo saber que el teléfono de Pérez se conectó a la celda que brinda cobertura a la vivienda de las víctimas a las 02:08 de la madrugada, es decir en medio del robo. Eso no fue todo dado que a las 02.43 horas, tras el robo, el celular volvió a conectarse, esta vez en la celda que brinda cobertura en el domicilio del imputado.

El dato que también se desprende del expediente es que después del robo, en lo que se considera un movimiento inusual, el teléfono de Pérez se desplazó desde Olavarría hacia la ciudad de Azul y regresó, impactando en antenas de la Ruta Nacional 3 y la Ruta 51.

Los jueces de Azul concluyeron,  «se advierte que Jorge Pablo Pérez tomó parte en el plan y la ejecución del ilícito bajo trato, consistente el mismo en salir desde su domicilio a bordo de su propio vehículo, arribar al lugar del hecho (…) desapoderar a las víctimas de una importante suma de dinero y emprender la huida del lugar junto a sus consortes y con la res furtiva de manera rápida y efectiva, nuevamente hacia su domicilio, a la vez que inmediatamente después realizó un viaje de ida y vuelta, en horas de la madrugada, en dirección a la ciudad de Azul.»

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