Un golpe dentro del golpe y el gran robo a Lole


Opinión / Carlos Verucchi / En Línea Noticias (Twitter: @carlos_verucchi)

La política económica de Martínez de Hoz se tornaba insostenible, los sindicatos lentamente comenzaban a reacomodarse, no le quedó otra alternativa a Videla que dar un paso al costado. Su sucesor fue Roberto Viola, hombre de confianza de su antecesor, también del arma de Infantería. Viola cambió de ministro de economía y lo nombró a Lorenzo Sigaut, recordado por el famoso «el que apuesta al dólar, pierde», que manifestó unos pocos días antes de una gran devaluación.

Viola intentó mantener la supuesta postura “moderada” de Videla. Su gobierno apenas duró unos ocho meses, acosado por la línea dura y ante su postura de no renunciar, se lo sacaron de encima mediante una especie de golpe apenas disimulado dentro del otro golpe que había comenzado en el 76.

El más interesado en tomar la posta era Galtieri, quien a pesar de haberse formado en el arma de Ingeniería, se había ganado un lugar de prestigio en el Ejército. Su ansiedad por convertirse en presidente de la Nación lo llevó a prometerle a la Armada que si llegaba a al poder les cumpliría el viejo sueño de recuperar las Malvinas. Ahí fue justamente cuando todo empezó a empiojarse.

Al principio de ese año, mi viejo me sorprendió con la Spica en la oreja y le llamó la atención, ¿qué pasa?, dijo. Yo escuchaba a la una de la tarde Sport 80 en Radio Mitre, parece que Boca va a comprar a Maradona, le dije. Mi viejo largó una carcajada, Boca está fundido, me dijo. Algo de razón tenía, por aquel tiempo se hablaba que para poder pagar la deuda y salvar al club, cada hincha de Boca, que obviamente éramos la mitad más uno del país, deberíamos aportar una determinada suma cuyo valor exacto no recuerdo, no era mala idea, no era una cifra exorbitante, ahí me di cuenta de lo que significaba Boca.

No sé cómo habrá hecho Martín Benito Noel, presidente de Boca, para no sólo llevar a Maradona sino también rodearlo de un verdadero equipazo con jugadores como Brindisi, Osvaldo Escudero, el repatriado Marcelo Trobbiani, un jovencito de las inferiores con apellido de matón de Isla Maciel, Oscar Ruggeri, y los ya legendarios Gatti, Mouzo y Perotti. A ese equipo se lo dieron a Silvio Marzolini que casi sin esforzarse lo sacó campeón.

Reutemann llegaba con un punto de ventaja a la última carrera del campeonato. A partir de varias maniobras sospechosas y 40 años más tarde confirmadas por Ecclestone después de la muerte del Lole, hicieron que Nelson Piquet ganara la carrera y se quedara con el campeonato por un punto. Hasta el día de hoy, la familia de Reutemann sigue reclamando que se lo declare campeón de aquel año.

Con Persiana Americana, Soda Stereo se consolidaba como una banda que marcaría los años 80.

Loma Negra debutaba en el Nacional 81, de local ante Ferro, el famoso Ferro de Griguol que había quedado segundo de Boca en el Metropolitano, yo estuve ahí viendo cómo Husillos convertía el gol de Loma Negra. Griguol argumentó que la cancha de Racing, donde Loma Negra hacía de local, era muy chica, la vuelta en caballito la ganarían ellos por 4 a 1.

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