Absuelven al médico que fue sumariado hace más de un año
Después de un año y tres meses de iniciado el proceso sumarial al Dr. Gabriel Orlando Jaimon por “presunta comisión de irregularidades administrativas”, nada pudo sostener las denuncias que cayeron contra el médico (y agente municipal) tras negarse a firmar el acta de defunción de un hombre fallecido en la vía pública cuyo cuerpo permaneció durante horas en el lugar.
El hecho ocurrió el 6 de noviembre de 2009 en Sierras Bayas; el mismo día el Municipio inició un sumario. Pero la resolución del caso le dio la razón a Jaimon. Es decir, se determinó que con su manera de proceder en aquel momento el médico no incumplió sus obligaciones profesionales.
Un testimonio resultó decisivo. Según las actuaciones, Hugo Cejas, único hijo del fallecido (Raúl Cejas, 64) “manifiesta que no encuentra motivos de reproche en el accionar del médico”. La afirmación desvirtuó por completo “las manifestaciones vertidas por otros familiares al diario on line Infoeme”, concluyó.
Asimismo, de las pruebas producidas tampoco surgieron elementos “que acrediten falta en el proceder con cortesía, diligencia y ecuanimidad en el trato con el público, configurantes de las conductas previstas por el artículo 64 incisos 3, 4 y 10 de la Ley Nº 11.757”, por parte del imputado.
Se tuvo en cuenta además lo manifestado públicamente por la Asociación de Profesionales de la Salud (que ahora hizo público el decreto de absolución) a través de una solicitada donde explicaba que “Ante una persona encontrada sin conocimiento en la vía pública, la obligación del sistema de emergencias es constatar la presencia de signos vitales, evaluar la necesidad de reanimar, y en caso de ausencia de todas las circunstancias mencionadas termina su rol; o sea que una vez constatado el óbito es responsabilidad del personal policial continuar con las actuaciones que correspondan (incluido el pedido de necropsia). Pensamos que es necesario aclarar algunas cuestiones: de acuerdo con las reglamentaciones vigentes no corresponde al Médico de Emergencias extender el certificado de defunción de un fallecido en la vía pública”.
Jaimon se amparó siempre en esto último, en su rol dentro del sistema de emergencias. En realidad, a lo que se negó fue a asumir la responsabilidad de un médico de policía. La ausencia de esa figura en este caso hizo que la muerte en la vía pública de un hombre tuviera una repercusión amplificada, precisamente porque sin un médico a cargo se demoró el recogimiento del cuerpo.
El desarrollo del procedimiento sumarial se centró en los hechos citados y que fueran denunciados públicamente por los familiares de la persona fallecida. Y tuvo un fallo contundente: la absolución del Dr. Gabriel Jaimon.
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