"La actitud de Capitanich es un hecho de grave intolerancia, ataque a la libertad de expresión e incitación a la violencia"
democrática».
«Cada acto en la función pública y la política en general, contienen siempre un mensaje referencial para la sociedad, por ello necesitamos funcionarios responsables que se expresen desde la ejemplaridad de sus acciones y sean mensajeros de la paz y la sensatez», finalizó Duclós.
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