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Fructífera labor de arqueólogos locales
Por Magali Coronel
“En Línea” dialogó con Gustavo Politis, investigador del CONICET, docente en la Universidad Nacional de La Plata y de la Facultad de Ciencias Sociales de nuestra ciudad.
El motivo de la entrevista fue dar a conocer los importantes hallazgos, recientemente realizados en el sitio arqueológico Arroyo Seco, en Tres Arroyos; uno de los yacimientos más importantes de Latinoamérica. El sitio fue examinado por un grupo de becarios de doctorado de Olavarría y La Plata; liderados por Politis y la Dra. María Gutiérrez, también profesora de la UNICEN e investigadora del CONICET. “Estuvimos trabajando durante 14 días en Arroyo Seco. Hace mucho tiempo que venimos investigando allá, es un sitio complejo, con muchas aristas – destacó Politis – Lo que hicimos fue elaborar dos cuadrículas (pozos), como para entender un poco los procesos naturales que afectaron el sitio arqueológico en su historia” añadió. “Todo eso requiere una mirada muy orientada para detectar estos fenómenos. Y apareció mucho material arqueológico de las ocupaciones más antiguas del sitio. Muy interesante”.
Asimismo, en esta última jornada de excavaciones, el equipo halló el esqueleto humano Nº45.
En la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, se están realizando estudios de ADN en base a material de este yacimiento. Fósiles relacionados, por su fecha, con los primeros pobladores americanos que serían descendientes relativamente directos de los asiáticos que cruzaron por Bering hasta acá. De acuerdo a lo informado por Politis, estos entierros de Arroyo Seco, por cuestiones particulares de los suelos, tienen muy buena preservación. Tienen colágeno, proteína básica del hueso. Incluso cuando se corta el material para extraer alguna muestra, aún hay fresco olor a hueso. Y son fósiles de entre 4500 a 8500 años. Para un esqueleto humano, es mucho tiempo. Entonces, debido a este mantenimiento en colágeno, es probable que aún puedan conservar ADN. Pero para esto se hacen análisis muy específico, y hay que tener muchísimo cuidado con la contaminación del material genético, ya que éste puede mezclarse con ADN de cualquiera de los investigadores. Los laboratorios requieren técnicas de limpieza y filtrado específicas.
“El mes pasado enviamos muestras de material a Copenhague, a través de un contacto que tenemos allí, y probablemente en un par de meses tengamos los primeros resultados. Eso sería muy importante” subrayó el investigador.
Parte del material se encuentra en exposición en el Museo de Tres Arroyos, mientras que el resto se encuentra en la Facultad en depósitos de conservación, para investigación.
Asimismo, en esta última jornada de excavaciones, el equipo halló el esqueleto humano Nº45.
En la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, se están realizando estudios de ADN en base a material de este yacimiento. Fósiles relacionados, por su fecha, con los primeros pobladores americanos que serían descendientes relativamente directos de los asiáticos que cruzaron por Bering hasta acá. De acuerdo a lo informado por Politis, estos entierros de Arroyo Seco, por cuestiones particulares de los suelos, tienen muy buena preservación. Tienen colágeno, proteína básica del hueso. Incluso cuando se corta el material para extraer alguna muestra, aún hay fresco olor a hueso. Y son fósiles de entre 4500 a 8500 años. Para un esqueleto humano, es mucho tiempo. Entonces, debido a este mantenimiento en colágeno, es probable que aún puedan conservar ADN. Pero para esto se hacen análisis muy específico, y hay que tener muchísimo cuidado con la contaminación del material genético, ya que éste puede mezclarse con ADN de cualquiera de los investigadores. Los laboratorios requieren técnicas de limpieza y filtrado específicas.
“El mes pasado enviamos muestras de material a Copenhague, a través de un contacto que tenemos allí, y probablemente en un par de meses tengamos los primeros resultados. Eso sería muy importante” subrayó el investigador.
Parte del material se encuentra en exposición en el Museo de Tres Arroyos, mientras que el resto se encuentra en la Facultad en depósitos de conservación, para investigación.
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