Habló el abogado de Castilla Rocha

En la primera entrevista que dio el abogado Marcelo Sobrino, defensor de Roberto Eliseo Castilla Rocha, uno de los imputados en el crimen del abogado penalista Marcos Alonso, ratificó la primera impresión que dieron todas las partes desde el principio de las audiencias en el Tribunal Oral Criminal Número 1 de Azul: todos quieren que se sepa la verdad.

¿Cuál es su primera impresión del juicio?

Lo primero que le puedo decir es que el juicio se viene desarrollando de forma regular, normal de acuerdo a lo esperado. Con buen trato tanto del Tribunal para con las partes como entre las partes. Nosotros desde un principio, desde la Defensa Pública estamos para garantizar los derechos y las formas procesales que se deben dentro de lo que es el juicio.

Siempre se parte del principio de inocencia y la Fiscalía es la que tiene la carga de probar tanto el hecho, la tipificación del hecho, es decir, realmente qué encuadramiento jurídico le corresponde al hecho que tienen que probar y la participación de los imputados en este caso. Nosotros estamos para garantizar que eso se cumpla de acuerdo a la normativa legal y es lo que estamos cumpliendo.

¿Hay intenciones de que se investigue, que se aporten datos para llegar a la verdad?

Si usted ha estado en la jornada ha visto que muchas preguntas han sido encaminadas y otros pedidos de prueba han sido encaminados a tratar de saber la verdad de lo que ocurrió.

La realidad es que no es que nosotros sabemos y no lo decimos. Hoy por hoy, puedo decir que nadie, ni el Tribunal sabe la verdad. Pero se nota tanto en la Fiscalía, en el particular damnificado, en el Tribunal y nosotros mismos de tratar de desentrañar realmente cuál fue el motivo. En un momento determinado a uno de los testigos yo le he preguntado si han avanzado sobre el tema del móvil y lo cierto es que no ha quedado claro, por lo menos al momento, el móvil del homicidio. Hay dos vertientes importantes por las cuales no se definen entre una y otra cuál ha sido y yo no puedo decirle tampoco cuál creo que es hasta el final del debate.

¿Le dio la impresión de que hay testigos que dicen menos de lo que saben?

Si.

¿Es corriente eso?

Si, el tema es que desde la Defensa tampoco podemos avanzar en preguntas que no sabemos la respuesta. En todos los casos, si tenemos la sospecha de que puede llegar a perjudicar al imputado tampoco lo preguntamos. Uno establece la estrategia con los elementos que ya están aportados a la causa y con lo que le dice cada uno de sus defendidos. Esa estrategia puede llegar a variar de acuerdo a lo que pase durante el debate. Pero tiene que tener una estrategia predeterminada y es la que nosotros seguimos. Creo que eso es más facultad y obligación de la Fiscalía, tratar de desentrañar ese tema y creo que lo están tratando de hacer también.

El planteo en la primera audiencia que hubo por parte del defensor Samuel Berdensky y suyo también, del pedido de nulidad del juicio. Ustedes dijeron que iban a ir a otra instancia.

Para elevar una causa a juicio, en un principio que se llama “de congruencia”, tiene que existir una congruencia desde el momento que se le dice al imputado sobre qué hecho se lo va a imputar, cuándo fue el hecho, cuál es el hecho, dónde fue el hecho. Tiene que ser precisa, circunstanciada, específica según el código, esa determinación. Luego eso mismo tiene que ocurrir en la requisitoria y luego lo mismo en el debate, tiene que ser el mismo hecho, tiene que ser lineal.

Nosotros nos sorprendemos en última instancia de que la Fiscalía en el momento del debate recién determine o trate de ampliar diciendo que el hecho ocurre dentro de la quinta. Eso entendemos que no estaba con anterioridad y sorprende a la Defensa.

Nosotros podríamos haber pedido varias pruebas con anterioridad si se hubiese dicho. Es una apreciación legal, yo no digo que haya actuado mal la Fiscalía, lo que digo es que ellos se manejaron de esa forma y con ese criterio, y el criterio jurídico nuestro es distinto y eso se va a desentrañar, en última instancia se va a dilucidar a nivel de Casación.

¿Considera que es una estrategia por parte de la Fiscalía o un descuido?

Yo no puedo avanzar en ese tema ni lo haría tampoco. Con respecto a los colegas…no lo sé, y no puedo avanzar.

Entendemos que la población tiene que tener contacto y los funcionarios judiciales tenemos que ser lo más transparentes posible con la sociedad y cualquier cosa que quieran saber tiene que ser sabida dentro de los límites legales. Nosotros por nuestra parte queremos tanto como la gente del Tribunal, saber exactamente la verdad. Esperemos que al final del juicio se pueda dilucidar o acercarnos lo suficientemente a la verdad del trasfondo de lo que ocurrió acá.

A usted como funcionario judicial ¿qué le produce todo esto que se está hablando de los supuestos manejos del doctor Alonso?

A mi no me gusta hablar de las personas que no se pueden defender. No puedo decirte algo positivo, no es necesario que lo diga, y no lo voy a decir. No está dentro de mis cánones éticos. Ni me lo plantearía como posibilidad. Cada cual tiene su formación y su circunstancia; el funcionario judicial tiene límites que no puede traspasar y lamentablemente en este Departamento Judicial pareciera que en algún caso por lo menos ha rozado esos límites.

Porque el abogado particular también aporta y es parte del proceso y tiene que también cumplir. Lo que sí le puedo decir es que no es habitual. Realmente acá en Azul no he visto nunca ese tipo de manejos, jamás. Yo estuve como funcionario judicial en Olavarría cuando ingresé al poder judicial. Ingresé como instructor en la fiscalía del doctor (Luis) Arbío y jamás vi un manejo de estas características. Espero y creo que todo esto sea una cuestión circunstancial, específica de algunas personas y entiendo que no generalizada.

La palabra del abogado Marcelo Sobrino:

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