José Meolans pasó por Olavarría

Tras recibir de manos del doctor Héctor Vitale, secretario de gobierno de la Municipalidad de Olavarría, la mención de visitante ilustre, y de escuchar elogios hacia su ejemplo humano por parte del director de deportes, profesor Gabriel Rosatto, José Meolans tomó el micrófono y con una sencillez abrumadora se expresó durante media hora y unos pocos segundos más de varios temas vinculados con su actualidad y con su historia, con el pasado y con el presente de la natación argentina.

El mejor nadador argentino de los últimos 45 años llegó a Ferro cerca de las 10.30 de este sábado, acompañado por Eduardo Otero, su amigo y socio en esta nueva faceta de su vida, dedicado a volcar en los más chicos todos los conocimientos adquiridos a lo largo de casi dos décadas dentro del agua.

“Cuando empezamos a dejar la actividad competitiva, a la vuelta de los Juegos Olímpicos de Beijing, pensábamos con Eduardo (Otero) la forma de retribuir a todo lo que la natación nos había dado en 15 o 20 años de carrera, y salió lo de hacer estas clínicas. La primera prueba fue en la ciudad de Eduardo, Necochea, y hubo una muy buena respuesta de la gente, y eso nos incentivó. En 2009 hicimos 10 clínicas, 2010 fue mucho mejor, y así hasta las 40 clínicas que llevamos hasta el día de hoy” comentó el cordobés.

Meolans ve en estos encuentros “la posibilidad de transmitir los conocimientos que hemos podido cosechar a través de tantos años con grandes entrenadores, nadadores de la elite mundial, y que eso pueda servir para los chicos que se están iniciando, porque tenemos la idea de contribuir en el desarrollo de la natación”.

“Cuando me preguntan que fue lo que me dejó el deporte, más allá de los logros deportivos, yo en gran parte destaco la formación que me dio, la salud, los valores, haber hecho amistados muy importantes. Son las cosas que hoy me sirven en la vida para emprender lo que quiero con la misma responsabilidad, la misma tenacidad y la misma continuidad que cuando nadaba. Más allá de los aspectos técnicos, que son importantes en la disciplina, tratamos de rescatar todo lo que da el deporte, y que más allá de los obstáculos se puede llegar como llegamos nosotros” subrayó.

Sobre la clínica, explicó que junto con Eduardo Otero arman un formato, que consiste en trabajar diferentes áreas del entrenamiento. En la primera jornada se pone mucho énfasis en la parte técnica (“creemos que antes de empezar a nadar rápido, hay que nadar bien”, dijo); se trabaja la velocidad, el fundamento de las partidas, las vueltas, las llegadas. “El segundo día se trabaja con tren superior, tren inferior, la fuerza en agua y se hace una competencia final en todos lados, como para cerrar, y cada jornada lleva aproximadamente entre dos y tres horas” precisó.

Estas clínicas cuenta con el apoyo de la firma de ropa para natación “Marea” y se inscriben en el programa provincial “Semilleros deportivos” de la secretaría de deportes de la Provincia de Buenos Aires. “Supervisamos los centros de desarrollo deportivo, y desde nuestro criterio observamos los puntos positivos y negativos para potenciar la natación, organizarla y darle un beneficio a los chicos que están haciendo este deporte” contó Meolans.

En lo que hace a su tarea, indicó que se basa en las líneas que les han bajado los entrenadores. “Nosotros no somos profes, ni somos entrenadores, somos ex deportistas que venimos a transmitir nuestros conocimientos desde lo que nos han inculcado a lo largo de nuestra carrera y la forma de entrenar de nuestros referentes en la natación mundial para mejorar el estilo” observó Meolans.

“La Argentina presenta una carencia en cuanto a recursos, que es lo que nos pone limitaciones para seguir avanzando, y sobre esas cosas hay que trabajar; también en el apoyo a los deportistas; eso sería lo negativo. Y lo que veo de positivo son las ganas de los chicos, de los profes por seguir evolucionando, por el progreso permanente. Con esto son muchas más las posibilidades de superarse, a pesar de las carencias. Nos han tocado lugares donde había chicos con muchísimas condiciones, pero no tenían un natatorio cubierto, entonces sólo podían nadar tres meses al año, y terminaban abandonando o derivando para otros deportes” reveló.

Discípulo de Daniel Garimaldi y Orlando Moccagatta, quien estudió la carrera de profesorado de educación física en Olavarría a mediados de los ’70, se refirió a la incidencia de este último en su carrera. “Ha sido un entrenador de lo más importante en mi carrera; fue con quien tuve la chance de compartir tres Juegos Olímpicos y 8 años inolvidables; aprendí de él mucho más como persona que como deportista” destacó.

Meolans irrumpió en la natación argentina con fuerza tras décadas de poca trascendencia a partir del retiro del extraordinario Luis Alberto Nicolao, salpicada con honrosas excepciones como Conrado Porta o Alejandro Lecot y algún otro más. “La dirigencia no creo que haya cambiado demasiado; lo que sí hubo un avance tecnológico muy grande en la natación. La falta de logros no sé a que se debe, seguramente se debe a un montón de factores que no puedo conocer”.

Calificó como muy buena a la última década para la natación, pero anticipó un panorama sombrío de cara al futuro, esencialmente para los Juegos Deportivos Panamericanos de Guadalajara 2011: “Está difícil; me parece que la natación a nivel mundial ha tenido una evolución muy grande y nosotros hemos quedado relegados, porque tampoco hay infraestructura acorde para competir de igual a igual no sólo con las potencias, sino con un país vecino como Brasil. No hay inversión en infraestructura, en tecnología…”

José fue la gran esperanza argentina en varios Juegos Olímpicos; a Atenas 2004 llegó como la gran apuesta de la natación, pero la medalla llegó a través de una comprovinciana, Georgina Bardach. “No sé si la medalla es una cuenta pendiente; yo me había planteado llegar a una final olímpica, que es lo primero, y fue una meta que no pude concretar, pero siempre estuve muy tranquilo, porque traté de hacer lo mejor por conseguirlo. El momento justo era Atenas, y fue el peor Juego o el más duro de digerir por las expectativas con las que había llegado”.

La palabra de José Meolans en conferencia de prensa: