Luego de los incidentes llegó la peor consecuencia
Como si no hubiese sido escarmiento suficiente con los episodios de violencia que condenaron a muerte los Juegos Olímpicos Estudiantiles que organizaba el Club Atlético Estudiantes, la versión siglo XXI del tradicional encuentro deportivo de las escuelas secundarias de Olavarría sufrió este viernes un duro golpe.
Los episodios de violencia registrados tras las finales de fútbol (en la cancha del Parque Avellaneda) y de básquetbol (en el “Juan Manolio”) llevaron a los organizadores a dejar sin efecto la ceremonia de cierre, ante un colmado gimnasio “19 de febrero” del barrio CECO, en el que se dieron cita no sólo alumnos de todos los colegios, sino autoridades educacionales y comunales.
Luego de la definición por penales en la final de fútbol, que Nacional le ganó a la ex Enet, una lluvia de piedras entre ambas parcialidades terminó con una menor hospitalizada. En el “Juan Manolio” alumnos de la ex Escuela Normal trataron de impedir los festejos de Unicén tras caer en la final de básquetbol.
Los disturbios siguieron por las calles de Pueblo Nuevo, y en un ámbito donde todo se hace confuso, autoridades de la Unicén denunciaron que alumnos de la ex Normal robaron una bandera, la que posteriormente habían quemado, y se vio a menores corriendo con navajas en sus manos.
Ante el cariz que tomó esta jornada final de los Juegos Deportivos Estudiantiles 2011 todo lo planificado por los organizadores para la ceremonia de cierre quedó sin efecto, y se resumió en la palabra de profesor Raúl Méndez y la profesora Gabriela Eugui (Jefa Distrital de Educación).
Ante un gimnasio colmado, con los abanderados de todos los colegios participantes como fondo, el profesor Méndez reflejó con angustia el sentimiento de los docentes que se empeñaron en rescatar este evento.
“Este es el golpe más duro que hemos recibido desde que estamos involucrados en esto” enfatizó Méndez y agregó que “hemos puesto muchísimo esfuerzo desde la Inspección Regional, la Inspección de Educación Física, la Inspección de Nivel Secundario, nosotros como directivos de Centros de Educación Física. Hemos hecho lo que ustedes no se imaginan para que no les falte nada en cada una de las disciplinas”.
“Hoy chicos, con dolor en el alma, no podemos hacer lo que teníamos preparado. Queríamos darles el cierre en nuestra casa, que es el CEF N º 44, en conjunto con el CEF Nº 100, con la algarabía de todos ustedes. Quisimos encuadrarlo dentro de la semana de la primavera, para que sea la verdadera fiesta del estudiante junto al deporte. Hace una hora (en referencia a los episodios tras la final de fútbol) tiramos por la borda todo el esfuerzo que veníamos haciendo.
“Esto se pasó de algarabía y entramos en un plano de mucho riesgo, en la agresión. Nosotros hicimos un reglamento bien clarito para cada día y para cada uno de los deportes” estaba diciendo Méndez, cuando se produjo un hecho que generó el repudio de las autoridades presentes.
Fiel a los lamentables códigos de los peores barrabravas, en ese momento ingresó el abanderado de la Escuela Técnica 2 con su directora al frente, hecho que enfervorizó a su numerosa hinchada y produjo el rechazo generalizado del resto, manifestado a través de los silbidos.
“No vamos a hacer nada de lo que teníamos programado: la entrada de las banderas de ceremonias, los himnos, las marchas, un número, que íbamos a presentar, la entrega de premios como corresponde. Entonces quiero que sepan que nosotros debemos respetar el reglamento que está escrito; lo que pasó finalizado el partido de fútbol nos lleva a determinar la suspensión de los Juegos Deportivos. Los trofeos les van a llegar a las escuelas como corresponde” informó Méndez.
“No podemos hacer una entrega de premio y festejando un torneo ganado en cualquier deporte con una compañera de ustedes internada. Es una decisión que nos duele muchísimo, porque nosotros queríamos lo mejor para ustedes” comunicó Méndez. Esto generó el aplauso de casi todos los alumnos y el silencio del sector donde estaban los estudiantes de la EET 2.
El profesor Méndez le dio la palabra a la profesora Gabriela Eugui. “Pido silencio y respeto mutuo” abrió la docente, quien destacó la “imagen del arquero de un colegio abrazarse con el rival que le iba a patear el penal; eso es lo que vale de esto, no la violencia” dijo y despertó un aplauso generalizado.
“Eso es lo que se deben llevar de acá y repensar que estos Juegos son para que se viva una fiesta, para que cada escuela esté representada en la cancha, para que haya más de 100 equipos jugando en distintos deportes. No podemos permitirnos que lo que pasa dentro de una cancha no se vea afuera y somos todos responsables, nosotros como adultos, ustedes como chicos, los papás en la casa y los docentes en la escuela” recalcó la profesora Eugui.
“Esto es un quiebre; seguimos o no seguimos y esto se termina acá. Por esta fiesta luchamos los centros de estudiantes durante 4 años, y ustedes mismos cuando participaron de la manifestación en la calle Rivadavia. Entonces ¿qué estamos haciendo?” concluyó la profesora Eugui.
Las últimas palabras de la docente tuvieron como réplica el reproche de dos alumnos de la EET 2 y de inmediato toda la representanción dejó el gimnasio, mientras el profesor Méndez micrófono en mano exigió que “los almunos del Colegio Nacional se quedan en el gimnasio”.
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