Pizzolo desnudó fallas en investigación en caso Tirador
Dialogamos con el fiscal Martín Pizzolo, fiscal de las causas de Tamara Bravo y Graciela Tirador, en los juicios que tuvieron y tienen lugar en el TOC 1 de la ciudad de Azul. Este viernes se conocerá la sentencia de este último caso, y el magistrado dio detalles de la investigación que se llevó a cabo.
“Del caso se pudieron comprobar muchas cosas, lo que nos dio la convicción de poder pedir una condena ejemplificadora. Por otro lado, también se pudieron comprobar falencias en el ámbito no solamente investigativo, sino también muchas veces de lo que es la contención en este tipo de delitos. Lo digo porque como funcionario público, muchas veces me molesta, por decirlo de alguna manera, tener que ir a Azul, al menos dos veces en este año, para estar enfrentado a dos mismos tipos de situaciones, como fue el crimen de Tamara Bravo, y ahora el de Graciela Tirador, con un mismo motivo de inicio, que está relacionado con la violencia de género”, indicó Pizzolo.
En relación concreta a las falencias, manifestó que “en este caso se pudo acreditar, o al menos entiendo, esperemos que la sentencia lo corrobore, que el imputado, sin ningún tipo de dudas había sido el autor del homicidio. Esto se pudo llegar por cuestiones netamente de corte pericial, la reproducción de ADN de material hallado en el domicilio del imputado, perteneciente a Graciela Tirador. Nunca pudo el imputado justificar como había llegado ese material ahí, y al menos, más allá del acto de defensa, decir que “plantaron” la prueba en ese lugar, me resulta muy poco creíble”. Además, “los errores que se cometieron al principio, no haber sido bien relevada la escena del crimen, también, como quedó claro en la audiencia debate, se entregó una llave, que era con la que el homicida cerró la casa y la tiró en un cantero, que había sido recogida por la policía, y hubo una desatención a nivel investigativo por parte del Ministerio Público en ese tipo de cuestiones”.
Con respecto a la escena del crimen en si, Pizzolo sostuvo que Barbato ingresó al domicilio golpeándola a Tirador: “Sostengo que en la generalidad la señora le abrió la puerta para enfrentarlo, porque ya estaba evidenciando una situación que era insoportable. Más allá de que existían las prohibiciones de acercamiento, las mismas no se cumplían, tenía un hostigamiento continuo, pasaba con la moto, le mandaba cartas por debajo de la puerta con contenido impúdico, amenazas continuas. Yo creo que la señora, como muchos de los testigos lo dijeron en el debate, se cansó y lo enfrentó. Y en ese enfrentamiento recibió el ataque feroz, el elemento con el que la señora quiso defenderse le fue sacado y con eso culminó de ultimarla”.
Por otra parte, indicó que la prevención en estos casos es muy importante, que “hay que trabajar más en conjunto en la materia de prevención y erradicación de este tipo de conflictos, con un tratamiento psicológico tanto como para la víctima como para el imputado desde el inicio de la investigación. Lo que pude comprobar ahora, que estoy a cargo del área de Violencia de Género, es que además de ser una conflictividad que se repite continuamente, a veces no están bien articulados los actores o los factores que deberían intervenir. Yo creo y sostengo que el tratamiento y el abordaje psicológico son importantísimos para intentar de alguna manera tratar de neutralizar la situación. Vuelvo a repetir, este año he tenido que ir por dos homicidios, el de Tamara Bravo y Graciela Tirador, con un mismo origen que es la violencia de género”.
El magistrado contó que el caso de Tirador “no fue encuadrado dentro de femicidio, si dentro de lo que es violencia de género. Desde la investigación, cuando se inició, se le hicieron dos imputaciones específicas. Primero el ensañamiento con el que cometió el hecho, y se valoró, para agravarlo al homicidio, la relación de convivencia que había existido. Y esa relación de convivencia se gestó en el marco de violencia de género, entonces esos elementos fueron valorados, independientemente de lo que es el femicidio”.
Finalmente cuestionó que “en el caso puntual de los dos homicidios si falló la contención estatal. Porque en el caso de Tamara Bravo, la mujer se murió con la prohibición de acercamiento en la cartera cuando la estaban degollando, y Graciela Tirador ya había recurrido a todos los organismos, y también terminó fallecida. Por ahí, hay que articular un poco más entre los diversos organismos, y también incluye al Ministerio Público, para evitar, por medio de la contención que se llegue a este tipo de resultados”.
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