Raúl Bachiarello a un mes de la crecida del arroyo: “Fue un buen examen que pasamos”
El secretario de Servicios Públicos y Mantenimiento Urbano, Raúl Bachiarello estuvo el 18 de mayo a cargo de las mediciones en los diferentes puntos de referencia. Quien trabajó en las obras que se realizaron en la cuenca luego de la inundación del 85’ recordó la reciente situación y dijo: “Nosotros transmitíamos tranquilidad a la población porque estábamos convencidos de que se había hecho un buen trabajo”.
“En principio no pasé mal momento sino que nosotros somos muy numéricos y estamos viendo la realidad a través de los números. Venían dando como que la curva iba aplacando y eso nos dio la tranquilidad de que no iba a haber ningún tipo de desborde”, recordó el ingeniero.
Sobre la actual situación del cauce, el funcionario afirmó que hace tiempo volvió a la normalidad, “para la tranquilidad de todos”, y expresó: “De cualquier manera esto nos prende la luz de alerta. El arroyo está vivo y hay que seguir trabajando como lo venimos haciendo habitualmente”.
Bachiarello trabaja en la Municipalidad desde 1985, luego de la segunda inundación que azotó la ciudad. Como parte de la Dirección de Hidráulica, fue parte del equipo que llevó a cabo las obras de ensanchamiento del arroyo. “Al principio comenzamos sacando árboles dentro del cauce, agrandando y profundizando en diversos sectores”, recordó. En cuanto a si los trabajos dieron resultado reflexionó: “Realmente uno los ve a la distancia y evidentemente han sido muy positivos. Fue un buen examen que pasamos”, destacó.
El funcionario detalló que no se olvida de lo que pasó y adelantó la proyección de un número importante de obras “en lo que es el cauce propiamente dicho. Los sectores de canales, la limpieza y el mantenimiento, como se viene haciendo todos los años pero ahora profundizando en función de lo que pudimos observar con la crecida tratando de ahondar donde más haga falta”, dijo. Además detalló que están en etapa de preparación los pliegos para licitar las obras que se llevarán adelante, nuevamente aguas abajo del cauce.
Por último, el ingeniero recordó las inundaciones de 1980 y 1985 donde el desborde del arroyo alcanzó la planta urbana y obligó la evacuación de miles de familias olavarrienses. “En casa por suerte teníamos planta alta entonces no tuvimos mayor inconvenientes, más allá de estar aislados en esos días” contó. “Uno es más chico y no toma realmente la dimensión pero lo ve en el tiempo. Nosotros tratamos de hacer escuela con este tema de la inundación para que los chicos conozcan que es un flagelo que está vivo, digamos” destacó Bachiarello, y concluyó: “Si bien se ha trabajado muchísimo es cuestión también de la cantidad de agua que llegue, entonces hay que seguir trabajando. Debe quedar en la historia de todos los olavarrienses, no hay que olvidarse de eso” recomendó.
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