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Ocupar el primer lugar en el mundo en alguna disciplina no es una circunstancia habitual, ni casual, ni tampoco permanente. En el escenario de la comunidad científica internacional, varios trabajos locales sobre calorimetría del cemento están ubicados actualmente en el primer puesto de la especialidad, y esa es una circunstancia que, además de importante, implica un reconocimiento al esfuerzo que trasciende fronteras.
La investigación es obra de la secretaria académica de la Facultad de Ingeniería de Olavarría, Viviana Rahhal, y forma parte de su tesis doctoral en Ingeniería.
Rahhal se posiciona hoy en el número uno del ranking sobre el tema “calor de hidratación”, entre otros 160 investigadores de todo el mundo, tanto de universidades públicas como privadas, que trabajan en esa temática del cemento. El listado se elabora en la base de datos Scopus, una prestigiosa herramienta de navegación que concentra la mayor colección multidisciplinar a nivel mundial de trabajos científicos.
La investigadora local hace varios años que se ocupa de la interpretación de las reacciones de hidratación del cemento, y sus publicaciones en distintas revistas internacionales especializadas le permitieron escalar posiciones hasta lograr ahora el primer puesto. Este lugar en la consideración mundial significa que el resultado de sus investigaciones representa un aporte al conocimiento de la temática abordada.
Materia gris
Viviana Rahhal interpreta, a través de la calorimetría, cómo influyen las adiciones minerales que se le agregan a los cementos durante las reacciones de hidratación.
La doctora explicó que “el cemento, cuando se hidrata para hacer hormigón, libera calor. Cuando esto ocurre la masa se dilata, lo cual no representa un problema. El verdadero problema es cuando se enfría, porque se retrae. Y al retraerse se fisura, porque tiene baja resistencia a tracción”.
Al agregarle adiciones minerales el cemento modifica su comportamiento con respecto a la reacción de hidratación, por ejemplo haciendo que libere menos calor.
Según la secretaria de Ingeniería, las adiciones que se le agregan al cemento tienen tres fines: económicos, ecológicos, y tecnológicos. Económico “porque las adiciones reemplazan parte del clinker usado para la elaboración del cemento, representando un beneficio económico porque se requiere menos energía para producirlo”.
Las adiciones tienen también un fin ecológico “porque son desechos que de no usarlo para este fin se deberían depositar en otro lugar. Hay además una optimización del recurso natural y un ahorro de materia prima”. El fin tecnológico se explica con el mejoramiento de algunas de las propiedades del material, la optimización de los recursos no renovables, y la eficiencia en el uso del material resultante.
La doctora investigó las reacciones de hidratación del cemento ante cuarzo molido, caliza molida, humo de sílice, tierras de diatomeas, puzolanas volcánicas, cenizas volantes, y arcillas activadas. También realizó análisis sobre la influencia en la durabilidad de los cementos resultantes, ya que algunas adiciones se comportan bien frente a los sulfatos y otras frente a los cloruros. Fueron todos ensayos de laboratorio que a partir de la calorimetría se lograron determinar en dos días, cuando las respuestas con los métodos tradicionales aparecen de 28 días en adelante, con lo cual la técnica de respuesta en este sentido representa un avance.
El aporte de Rahhal es la determinación precisa del carácter de una adición por calorimetría y la influencia de las mismas en las reacciones de hidratación, con distintos tipos de cementos.
En la obra
El conocimiento de este comportamiento de los cementos es de aplicación en grandes obras de ingeniería, donde se utilizan enormes volúmenes de hormigón, como diques, represas, grandes puentes, edificios, estadios deportivos. En estas ocasiones el hormigón masivo genera temperaturas que pueden provocar fisuras muy problemáticas. El trabajo de Rahhal aporta un mayor conocimiento sobre el criterio técnico para realizar las mezclas, con el importante avance que representa para el desarrollo de la ingeniería civil la respuesta rápida (dos días) del carácter de una adición puzolánica.
Prestigio local
Los laboratorios de la Facultad de Ingeniería demuestran que es posible llegar a los primeros lugares del mundo. La doctora Rahhal, que estudió y trabaja en la Facultad de Ingeniería de Olavarría, admite que “el mensaje más importante es que se pueden alcanzar los objetivos, que no se necesitan grandes erogaciones para estas investigaciones, que se puede hacer en una institución pública, con dineros propios y colaboraciones”, todo con ingenio y dedicación. “Este primer puesto mundial nos hace sentir orgullosos como Facultad, y remarca el valor de pensar que nada es inalcanzable”, subrayó.
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