CFK respaldó a Alberto Fernández pero dijo que hay “funcionarios que no funcionan”

En una extensa carta en la que recordó al ex presidente Néstor Kirchner.


La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que en el Gobierno existen “funcionarios que no funcionan” y dijo que la situación económica y la incertidumbre generadas por el avance del coronavirus son “agobiantes”, aunque responsabilizó de eso al avance de la enfermedad en todo el mundo.

En una carta publicada en sus redes sociales a raíz del 10° aniversario de la muerte de Néstor Kirchner -que se cumple este martes- Fernández de Kirchner defendió la figura del presidente Alberto Fernández al sostener que “no tiene ninguno de los ‘defectos’ que me atribuían”, aunque deslizó que existen en el Gobierno “funcionarios que no funcionan”, sin dar más detalles al respecto.

La vicepresidenta comparó la asunción de Néstor Kirchner como presidente en 2003 con la de Alberto Fernández el 10 de diciembre último, y sostuvo que entonces “a la Argentina otra vez la habían derrumbado”. Sin embargo, agregó que “nadie esperaba, ni siquiera podía imaginar, lo que iba a venir apenas unos meses después” en relación con la pandemia del coronavirus.

“El freno a la economía y la incertidumbre generalizada sobre que va a pasar con nuestra vida son agobiantes. No está explicado en ningún libro ni hay teoría que lo resuelva. No hay soluciones. Es permanente ensayo y error. O mejor dicho: brote, contagio y volver otra vez para atrás. Aquí y en todas partes. Así y todo el tiempo”, subrayó CFK. 

“Tres certezas”

En su extenso alegato, la expresidenta dijo que existen tres certezas sobre el actual Gobierno y sobre ella misma. En primer lugar, aseguró que Alberto Fernández “no tiene ninguno de los ‘defectos’ que me atribuían y que según no pocos, eran los problemas centrales de mi gestión”. No obstante, cuestionó el maltrato hacia el Presidente y aseguró: “El punto cúlmine de ese maltrato permanente y sistemático se produjo hace pocos días en un famoso encuentro empresario autodenominado como lugar de ideas, en el que mientras el Presidente de la Nación hacía uso de la palabra, los empresarios concurrentes lo agredían en simultáneo y le reprochaban, entre otras cosas, lo mucho que hablaba”.

CFK aseguró que durante su gestión fue criticada por sus “formas”, y que “no pocos dirigentes en el peronismo pensaban que efectivamente el problema eran las formas y no el fondo. Es más, muchos también le agregaban las cadenas nacionales y las características de mi retórica”. Y aseguró que “ese fue también uno de los motivos que culminó en mi decisión del 18 de mayo de 2019” de elegir a Fernández como candidato presidencial. 

“Sus características personales y su experiencia política al lado de Néstor, signadas por el diálogo con distintos sectores, por la búsqueda de consensos, por su íntimo y auténtico compromiso con el Estado de Derecho -tan vulnerado durante el macrismo-, su contacto permanente con los medios de comunicación cualquiera fuera la orientación de los mismos y finalmente su articulación con todos y cada uno de los sectores del peronismo que, dividido, nos había llevado a la derrota electoral; determinaron que junto a mí, como vicepresidenta, encabezara la fórmula del Frente de Todos”, añadió.

En segundo lugar cuestionó a quienes aseguran que ella “controla” al Presidente, y dijo: “en la Argentina el que decide es el Presidente. Puede gustarte o no lo que decida, pero el que decide es él. Que nadie te quiera convencer de lo contrario. Si alguien intentara hacerlo, preguntale qué intereses lo o la mueven”.

En ese marco, también criticó “eso de que ‘sólo quiere solucionar sus problemas judiciales’”, y dijo que “a esta altura ya resulta inaceptable”. “Resulta insoslayable señalar que utilizan el eufemismo “problemas judiciales” para ocultar lo que hicieron en Argentina y en la región con el Estado de Derecho: se lo llevaron puesto para proscribir a los líderes populares” afirmó la expresidenta, quien sostuvo que “durante el gobierno macrista se perpetró una persecución sin precedentes contra mi persona, mi familia y contra muchos dirigentes de nuestro espacio político”. 

Finalmente, cuestionó la alta tendencia a la dolarización que existe en la Argentina, llamó a eso un “economía bimonetaria” y dijo que es el problema “más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina”. (DIB)

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