Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo: El impacto de la pandemia en la dinámica laboral


Readecuación de los lugares de trabajo, tareas remotas, variantes en la accidentología, nuevas licencias, enfermedades psicosociales. La irrupción del covid-19 el año pasado provocó grandes cambios en la dinámica laboral, lo que obligó a adaptarse a un nuevo esquema de gestión en las condiciones de trabajo.

Este 28 de abril se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, y es un momento ideal para repasar la importancia de fortalecer e incentivar los sistemas que protegen a los trabajadores.

Una mirada profesional sobre la temática la aporta Gustavo Clarens, Ingeniero Químico y en Seguridad e Higiene en el Trabajo, docente de la Facultad de Ingeniería de Olavarría, con experiencia en el sector minero, alimenticio, y con amplia dedicación profesional en una reconocida planta embotelladora de gaseosas.

“En las empresas, en general, se nota una mejora en las condiciones de seguridad e higiene. Hay mayor aceptación de procedimientos y últimamente de los famosos protocolos covid”, señaló.

Las empresas “han comprendido el impacto que tienen estas cuestiones sobre su imagen y sustentabilidad. En tanto nosotros, los responsables en seguridad e higiene, hemos encontrado herramientas para llevar adelante nuestro trabajo sin descuidar que la empresa tiene que ser rentable para seguir operando”, agregó.

Si bien la gran preocupación del sistema son los accidentes graves, las novedades a partir de la pandemia son “los peligros relacionados con factores psicosociales, esto es lo último sobre lo que estoy trabajando. Hay factores como el estrés, monotonía de las tareas, atención al público, acoso y otros relacionados, son los últimos incorporados a los análisis de peligros y establecimiento de medidas de control”, repasó.


Con las adaptaciones impuestas por las restricciones, “en los accidentes se vio reflejada una baja en el total, principalmente porque muchas actividades presenciales pasaron a realizarse a la distancia, lo cual evitó muchos accidentes principalmente los que ocurren en el trayecto hacia y desde el trabajo”, graficó el ingeniero. “En donde más se notó la baja fue en el rubro de la enseñanza, donde se registró una baja de casi 2/3 de los casos comparando el primer semestre de 2019 con el primer semestre de 2020 interanual”.


En lo que respecta a enfermedades profesionales (EP), “el número aumentó significativamente por la inclusión del covid-19 como agente causal que no estaba incluido en los listados en el primer semestre de 2020, y que representó casi el 75% de las EP diagnosticadas”, subrayó.



Anticiparse

Clarens también hace foco en una realidad que atraviesa todas las épocas, y que impulsa acciones que permiten anticiparse a sucesos graves en el ámbito laboral. “Si bien no podemos ver el futuro, podemos saber si vamos a accidentarnos”, reveló.


El profesional se nutre de un reporte estadístico conocido como la Pirámide de Bird, que exhibe gráficamente la relación entre incidentes y accidentes. Mientras el accidente es un hecho súbito y violento que produce una lesión, el incidente es un accidente potencial, que no contempla un daño.

De esta pirámide podemos decir que cada 600 casi accidentes vamos a tener una muerte. Aquellos que trabajan en una industria y están expuestos a peligros pueden contar cuántas veces sufrieron un incidente y situar su posición en la pirámide para ver lo que estadísticamente podrían esperar”, relató el especialista en seguridad.


Los incidentes son alertas previas, indicadores que proporcionan una valiosa información y explican las causas por las cuales se producen los accidentes.


Este esquema y su gestión son vitales para todos los trabajadores, para que comprendan que actuar preventivamente, registrando los sucesos inseguros, permite corregir y minimizar las posibilidades de un accidente.


Para potenciar una cultura de la seguridad y salud en el trabajo, Clarens admite que “los cambios llevan tiempo, diría que no menos de tres años. Lo primero que buscamos es cambiar hábitos y para ello tenemos que lograr consenso en un paradigma que indica que nadie quiere accidentarse. Es imprescindible generar acciones para llevar adelante capacitaciones con concientización, difusión de accidentes, establecimiento de objetivos y fundamentalmente predicar con el ejemplo”, enumeró.


Con todo, ante situaciones especiales y en la normalidad, prevenir las muertes, lesiones y enfermedades sigue siendo el mayor compromiso de quienes gestionan los sistemas de seguridad y salud, anticipándose a las crisis, resolviendo situaciones complejas, para que los trabajadores vuelvan tranquilos a sus casas luego de una jornada laboral.

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