Ingeniería se equipó para investigar mejores alimentos


 

La Facultad de Ingeniería puso en marcha un Laboratorio de Microbiología que permitirá reforzar una de sus líneas de investigación sobre incorporación de compuestos funcionales a los alimentos, con múltiples beneficios para la salud, y la formación de estudiantes de Tecnología de los Alimentos.


“La microbiología es la ciencia que estudia los microorganismos. Es decir, organismos vivos de un tamaño tan pequeño que requieren elementos ópticos para divisarlos”, explicó la responsable del laboratorio, Dra. Carolina Iraporda. “La diversidad es muy grande, y habitan en todos lados. Hay microorganismos que se usan con fines industriales, para obtener ácidos orgánicos, para obtener bioetanol, son múltiples las aplicaciones”, agregó.

El campo de los alimentos funcionales tiene que ver con aquellos alimentos que son elaborados no sólo por sus características nutricionales sino también que poseen ciertos componentes favorables para la salud, por ejemplo los prebióticos, que actúan sobre el sistema gastrointestinal e inmunitario. “Esa es la línea que hoy por hoy en la FIO utiliza líneas microbiológicas, eso no excluye que en un futuro otras líneas del TECSE (Núcleo de Tecnología en Semillas) puedan aprovecharlo para hacer estudios”, señaló Iraporda.


En tanto, como la formación básica de las carreras de Licenciatura y Tecnicatura en Tecnología de los Alimentos de la FIO contempla el campo de la microbiología, y hasta el año pasado los estudiantes debían viajar a los laboratorios de la Facultad de Agronomía en Azul para completar la práctica, el salto de calidad se da en todo sentido.


“Por sus múltiples usos el laboratorio también podrá atender en un futuro, requerimientos de la ingeniería química”, explicó la directora del departamento, Ing. Isabel Riccobene. En este sentido, la docente de la Facultad de Ingeniería sostuvo que son las mismas investigaciones las que permiten a través de diversas iniciativas, la adquisición de los equipos, porque que “son carreras experimentales”. El laboratorio está equipado entre otras cosas por una campana de flujo laminar, estufas de cultivo y heladeras especialmente destinadas a la preservación de muestras.


Buenas noticias


El montaje de un laboratorio de estas características llega también en un momento muy particular de la Licenciatura en Tecnología de los Alimentos, que junto a carreras similares de otras seis universidades nacionales, fue incorporada al artículo de la Ley de Educación Superior que la reconoce de interés público (artículo Nº 43). Esto significa que deberá pasar por el proceso de calidad nacional para acreditar su calidad, pero también que el Estado deberá resolver cuáles son las actividades reservadas exclusivas para ese título.

“Fue un trabajo que iniciamos junto a representantes de otras universidades hace años. Llevó su tiempo, porque todas las carreras tienen la idiosincrasia del lugar donde nació. Además se establecen cargas horarias de actividades prácticas, que refortalecerán la formación”, contó, y remarcó que actualmente los graduados que no se dedicaron a la investigación, se desarrollan profesionalmente en industrias alimentarias locales y de la región.


Los cambios alimentarios se están produciendo tanto a nivel producción como de consumo, y la ciencia acompaña estas transformaciones. La Licenciatura en Tecnología de los Alimentos de la Facultad de Ingeniería se suma al desafío y se equipa para ello.

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