Video/ La Facultad de Ingeniería no tiene fronteras y hace base hasta en la Antártida

A 3.500 kilómetros de Olavarría, la Facultad de Ingeniería (UNICEN) tiene ”embajador” propio. Se trata del ingeniero en Agrimensura Facundo Cordero, docente de la cátedra de Geodesia de la Facultad de Ingeniería y especialista en sistemas de posicionamiento satelital. Viaja a bordo del rompehielos Irizar y su tarea es brindar soporte técnico en 6 bases del continente blanco.


Ni en los sueños más inalcanzables Facundo Cordero imaginó estar a bordo del rompehielos ARA Almirante Irizar durante cuatro meses y, mucho menos aún, que dejaría huellas en el continente más frío, más seco y más ventoso del planeta. Una experiencia única que hoy se hace realidad gracias a su formación y ejercicio docente en la Facultad de Ingeniería. Zarpó el 29 de noviembre y tiene todo un universo blanco por conocer.

“Estoy en medio de la Antártida actualmente. La conexión que tengo no me permite mucho más que enviar textos y documentos por WhatsApp”, dice el Ingeniero en Agrimensura a horas de desembarcar en la base San Martín, primera instalación argentina ubicada debajo del Círculo Polar.

Lo hace en el marco de la Campaña Antártica de Verano 2024/2025 y su tarea consiste en hacer soporte técnico a los sistemas GNSS (sistema global de navegación por satélite) operativos en las seis bases antárticas que visitarán, los cuales recolectan datos clave para la ciencia nacional y global.

“Es una gran responsabilidad”

El Ing. Facundo Cordero es el primer referente de la FIO, y de la UNICEN, que llega a la Antártida. La iniciativa se hace en colaboración con el Instituto Antártico Argentino (IAA), la Dirección Nacional del Antártico (DNA) y el Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR) e incluye trabajos en las bases Petrel, San Martín, Esperanza, Orcadas, Carlini y Belgrano II, lo que reafirma el compromiso con la preservación y estudio del territorio antártico.
“Esta misión que representa un nuevo paso en la contribución científico-técnica en la Antártida, un escenario colmado de desafíos y oportunidades únicas para el desarrollo y la investigación”, apunta. Es jueves y le cuesta calcular la temperatura pero cuenta que está en medio de un océano rociado por la nieve.

El Ing. Agrim. de la FIO-UNICEN integra el grupo Geodesia Itinerante, coordinado por Andrés Zakrajsek, responsable del área de Geodesia en el Instituto Antártico Argentino.. Lidera el grupo de trabajo como especialista en sistemas de posicionamiento satelital (GNSS) y brinda soporte técnico a los equipos GNSS operativos en las bases, los cuales recolectan datos de valor científico en forma ininterrumpida a lo largo de todo el año. La información registrada fortalecerá la investigación científica nacional e internacional. 

“Es una gran responsabilidad. No hay margen para fallar. Tengo un gran compromiso que vincula la FIO y el Instituto Antártico Argentino y la relación con el Instituto Geográfico Nacional”, reconoce el joven que se graduó hace apenas un año y medio y que se acerca a ese continente cubierto por un capa de hielo equivalente a 20 cuadras de espesor.

El Ing. Cordero tiene 29 años y siente que “de la calidad de este servicio depende cómo se desarrolle este nuevo vínculo con el Instituto Antártico Argentino. Es un gran esfuerzo y al mismo tiempo un gran privilegio ser parte de esta Campaña Antártica de Verano”, apunta mientras se aproxima a ese enorme “laboratorio” natural que ayuda a entender mejor cómo es nuestro Planeta y cómo funciona.

La Antártida es un lugar clave para la investigación científica y sirve para poner bajo la lupa desde el clima y la vida marina hasta los procesos geológicos. En el caso de esta misión, el trabajo científico-técnico demandará unos 120 días a bordo del buque, con desembarcos en seis bases. Una hoja de ruta que contempla tres etapas, bajo la coordinación del Jefe Científico, Lic. Diego G. Izquierdo (IAA).

Entre las funciones que llevan adelante se destaca el soporte técnico para el funcionamiento y optimización de los observatorios geodésicos; el reemplazo de la radiobaliza francesa de Orbitografía Doppler y Radioposicionamiento Integrados por Satélite (DORIS) en Belgrano II, la base permanente argentina más próxima al polo sur y el reemplazo de un servidor del instituto alemán Alfred-Wegener-Institut (AWI), dedicado al registro y envío de datos GNSS en la base Carlini.

Esta campaña reafirma el compromiso entre la FIO-UNICEN y el Instituto Antártico Argentino, la Dirección Nacional del Antártico y el Comando Conjunto Antártico, junto con otras instituciones como el Instituto Geográfico Nacional, Servicio Geológico Minero Argentino, Servicio Meteorológico Nacional, CONICET, NUTEC. Los une un objetivo en común: preservar y estudiar el Sector Antártico Argentino, el territorio más inexplorado y deshabitado del planeta que resulta esencial tanto para el conocimiento científico como para la protección de la Tierra.

La FIO, apoyo invaluable

“Tengo un gran deseo de que este proyecto prolifere y poder volver el año que viene, pero acompañado de profesionales de la FIO para poder capacitarlos y que la presencia de la FIO en la región del Tratado Antártico, en colaboración con el Instituto Antártico Argentino – Dirección Nacional del Antártico se vuelva un proyecto continuo”, dice, deslumbrado por ese desierto blanco cuyo frío extremo llegó a los -93 ° C.

Un lugar atrapante que no tiene residentes permanentes pero sí presencia humana durante todo el año. En los meses de verano, alrededor de 5.000 científicos e investigadores viven en las 80 estaciones de investigación diferentes. Olavarría y la FIO serán parte de la edición 2025, con el Ing. Cordero haciendo bandera.

“Siento un gran agradecimiento hacia las personas de la Facultad de Ingeniería que hicieron posible la gestión para poder enviarme en comisión, como Carlos Melitón; la decana María Peralta y la ingeniera María Inés Montanaro. Sin ellos no habría sido posible. Agilizaron los trámites y se movilizaron para que en menos de un mes pudiera embarcar hacia la Antártida. También empujó mucho en la gestión Casilda Delfino y seguramente varias personas más que no me enteré”, comenta rodeado de glaciares que parecen rascacielos.

Presentación en sociedad

La Argentina administra trece bases en la Antártida, de las cuales seis son permanentes y están operativas todo el año. La base San Martín está en el Islote Barry y cuenta con un laboratorio del Instituto Antártico Argentino (IAA) y una estación meteorológica.

Entre las actividades científicas se desarrollan diversos estudios del campo magnético, el comportamiento de la ionosfera y de silbidos atmosféricos; así como también análisis de ruidos cósmicos y estudios glaciológicos, en convenio con Alemania y el IAA.

En ese contexto, el Ing. Cordero, se prepara para realizar, en un par de días, “una pequeña presentación ante la Armada, la Fuerza Aérea, personal del Ejército Argentino y los científicos pertenecientes a las distintas instituciones, donde explicaré quién soy, a quién represento y qué actividad me corresponde desarrollar”. Es decir, oficiará de “embajador” de la FIO-UNICEN pero con intenciones de que haya más referentes universitarios y posibilidades de investigar a 3.500 kilómetros de Olavarría, navegando entre los 300.000 icebergs que rodean a la Antártida.



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