“Voy a celebrar los goles», dice la minerita de AOMA desde Paises Bajos

Sol Becker en diálogo con Claudia Bilbao.


Sol Becker vive la antesala de la Selección Argentina a once mil kilómetros de Olavarría. En medio de una ola naranja que este viernes será mucho más intensa. “Estoy en un pueblito chiquito que se llama Bennekom”, dispuesta a abrazar la camiseta celeste y blanca con más pasión, con más sentido de pertenencia que nunca. 

Es de Sierras Bayas, hija de un afiliado de AOMA y hace casi cuatro meses desembarcó en los Países Bajos mediante un intercambio rotario. Está feliz. Se la escucha feliz.

“Acá son bastante futboleros. No sé si tanto como en Argentina pero usan siempre el color naranja. Vas por el centro de la ciudad y ves mucho naranja. En la casa donde me estoy quedando tienen el leoncito característico, que es la mascota de selección holandesa”, cuenta Sol Becker en diálogo con “Desayuno con Noticias”, el programa que conduce la periodista Claudia Bilbao, en Radio M. En la entrevista la acompaña la periodista y productora María José Roccia.

Vive en la provincia de Güeldres, que “es muy difícil de pronunciar. Acá todos los nombres tienen muchas g”, dice la adolecente que hasta agosto cursó sexto año en el Instituto Privado Sierras Bayas y hoy experimenta un amplio abanico de aprendizajes en el país europeo.

“Me está yendo genial. El idioma neerlandés es bastante complicado pero todos se manejan con el inglés así que me hago entender”, aclara, y se ríe. Está a una hora de Amsterdan y muy cerca de otros países, como Francia, adonde fue a fines de octubre. Conoce otras costumbres, descubre otras culturas, o visita sitios de la realeza como La Haya, que además es la sede del principal órgano de justicia de las Naciones Unidas.

“Tienen un poco de miedo”

Es casi invierno y está alojada con su primera familia, integrada por Ries y Elvira quienes la recibieron muy bien. “Acá la gente no suele llevar camisetas pero si siempre tiene algo naranja cuando están viendo partidos y son bastante emocionales”, explica la joven, volviendo a la arena futbolera.

La Selección Argentina enfrentará este viernes a su rival más complicado en lo que va de la Copa del Mundo de Qatar pero la historia juega a favor del equipo de Lionel Scaloni.

Ahora, en tiempo de descuento de este partido crucial, los holandeses “tienen un poco de miedo. Pero es según con quien hables. La mayoría dice que va a ganar Argentina pero tienen esperanza en su equipo. Otros dicen que va a ser el último partido de Messi”, observa Sol, sin concederles ningún rédito.

Es cierto que las posturas ”están divididas. La mitad del país es hincha de Messi y la otra de Ronaldo. Quizá algunos estén resentidos por de la Copa del 78, hay un poquito de rencor”, analiza la sierrabayense, recreando aquella final de hace 45 años que consagró a nuestro país campeón mundial tras ganarle a Holanda 3-1.

En el país europeo agendan otro duelo, el del “Mundial de Brasil 2014 donde ganó Argentina” en un partido que se jugó el 9 de Julio y se definió por penales.

De todos modos, su familia holandesa festeja cada vez que Argentina sale a la cancha, incluso “decoraron la casa para los otros partidos con banderitas nuestras. Y ahora no tienen problema de que yo celebre mi parte del partido con la remera celeste y blanca”, destaca Sol, en la víspera.

Se ha cruzado con otros adolescentes argentinos que también son intercambistas y ha compartido algunos partidos de la Selección.

Esta vez las expectativas estarán cruzadas ya que “vamos a mirarlo todos juntos en la casa donde estoy alojada y voy a celebrar los goles y lo que haya que celebrar; y ellos harán lo mismo con Holanda”, aclara de antemano la joven de 17 años.

Argentina-Países Bajos es un clásico de todos los Mundiales y ella lo vivirá del otro lado del Océano, ante una marea naranja que también quiere festejar. Una fiesta mundialista que llega en un momento muy crítico  de nuestro país, lo que amplifica la necesidad de festejar.

Ante ese planteo de Claudia Bilbao, Sol responde que allí “son pasionales pero no tanto como nosotros. No tienen tantos vacíos a nivel económico-social, solo lo ven desde el lado del fútbol y quieren ganar la Copa porque nunca ganaron. Hay un montón de finales que perdieron y no están muy confiados”.

Tampoco es equiparable el festejo neerlandes respecto del desenfreno argentino. “Gritan poquito, nosotros cantamos un gol durante tres minutos”, compara la adolescente que sueña con ser arquitecta o veterinaria.

Saludo y gratitud

La Argentina es candidata natural en cada mundial y en Qatar peleará por el tricampeonato. A horas de un partido clave por los cuartos de final, Sol Becker siente que juega de local  aunque esté dentro de una enorme marea naranja.

Está dispuesta a gritar cada gol de la Selección mientras se despide con “un saludo a mi familia que siempre está ahí”.  Su mamá Jackelina Ocaña, sus hermanos Santino Becker, Bianca Becker e Isabella De la Torre, así como en su papá Jonatan y su pareja, Ana Paula García, están escuchando la entrevista.

Como cierre, Sol hace extensivo el saludo y el agradecimiento a “toda la gente que hizo posible este intercambio como ha sido AOMA Olavarría y el Rotary Club Sierras Bayas”.

El padre de Sol es afiliado minero y trabaja en Cantera Piatti como operario de maquinaria pesada. Por eso, el gremio que conduce el secretario general Alejandro Santillán en agosto costeó gastos relacionados con trámites y traslado de Sol y sus familiares hasta Ezeiza. Una minerita internacional que abraza sus raíces y se prepara para lucir celeste y blanca con más orgullo que nunca.

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