Yoga, la actividad de los lunes para los detenidos en la Unidad 27
“Me hace sentir cómodo, me da paz interior, es un momento para encontrarnos con uno mismo en la situación de encierro», dijo uno de los detenidos que participa de la actividad.
“Me hace sentir cómodo, me da paz interior, es un momento para encontrarnos con uno mismo en la situación de encierro que atravesamos, que a veces es dura. Lo he hablado con otros compañeros acá adentro y han sentido lo mismo. La profesora explica cada movimiento con detenimiento, nos guía con mucha paciencia”, dijo con convicción y tranquilidad Daniel, de 53 años, que asiste semanalmente a las clases de yoga que se dictan en la Unidad Penal N° 27 durante los meses de verano.
María Mercedes Ciavarella es la esposa de un suboficial que desempeña tareas en esta Unidad Penitenciaria y juntos pensaron en la posibilidad de que ella brindara un servicio a los internos, a modo de prueba, durante el período que no tienen actividades formales. Ella es yoguista y da clases en el garage de su casa, esta disciplina que va más allá del fitness, es una filosofía de vida y permite un entendimiento de la naturaleza y del ser humano.
Desde el 6 de enero y una vez por semana once internos esperan que Mercedes llegue y los conduzca a la calma que por un momento los transporta fuera de la cárcel. Si bien existen diferentes técnicas, este curso se centra en el yoga terapéutico. La actividad se desarrolla en las instalaciones de EEPA N°701 “Madre Teresa de Calcuta”, todos los lunes de enero de 17 a 18 hs.
El objetivo de la profesora es que quienes asisten, se beneficien desde el punto de vista preventivo, mejorando pequeñas molestias físicas que pudieran tener, como así también la condición física y orgánica de los internos. El yoga terapéutico también es apropiado para aquellos que posean alguna limitación física a fin de mejorar la respiración, fortalecer músculos, huesos y reforzar el sistema inmunológico.
Al finalizar el curso realizaran un breve encuentro donde cada uno de los asistentes podrá exponer su experiencia, saber cómo se sintieron, si vieron mejoras físicas y dar un cierre general a la actividad.
“Me han hecho sentir muy cómoda, al principio dudaba de cómo iban a reaccionar, pero han sido super respetuosos y se adaptan muy bien a la propuesta. El objetivo del curso es que hagan una actividad física y también una relajación para lo cual trabajamos mucho con la respiración. Los veo muy enganchados, de hecho, comenzaron menos y se han ido sumando con el transcurso de las clases”, destacó Mercedes.
Los comentarios están cerrados.