Claromecó: Tras el escándalo habló el Fiscal: “ganaron los violentos”

Pidió que la Justicia Federal realice la infracción correspondiente a todos los vecinos que escracharon la casa donde su hijo haría la cuarentena.


Tras los escandalosos episodios registrados el lunes por la noche en la localidad de Claromecó que terminaron en una pueblada y escrache a la casa de un Fiscal de la Provincia de Buenos Aires, el funcionario realizó declaraciones al Diario “La Voz del Pueblo.”

El fiscal Carlos Facundo Lemble habló sobre lo que ocurrió en el ingreso de su hijo Augusto a Claromecó y en las horas posteriores.

“Mi hijo tiene autorización de ingreso al país bajo el sistema de repatriación programada”, indicó y agregó que su obligación legal es “guardar cuarentena en su domicilio por 15 días. Pero ganaron los violentos y no pudo quedarse en su domicilio”. 

En este sentido, dijo que el sistema establece que la cuarentena “tiene que ser preferentemente su casa. Y él eligió su casa”. 

Ante una pregunta puntual sobre el domicilio de Augusto Lemble en el Documento Nacional de Identidad, señaló que “le quedó el domicilio del departamento de Tandil, donde estudiaba en la facultad hace 5 años atrás”.

Aseguró que en el citado departamento “hace cinco años vive otra gente” y que su hijo “hace tres años vive en Claromecó, en la parte de atrás de mi casa”. 

Describió la tarea profesional que lleva a cabo su hijo. “Es desarrollador de software, en Estados Unidos, Rusia y en toda Europa, en India, Nueva Zelanda, etc.”. 

Sobre su estadía en Brasil, aseguró que “se iba a trabajar tres meses. Se vino en cuanto pudo pasar y volver a su casa –reiteró-, donde vive cuando está acá”. 

En sus apreciaciones, planteó: “Así pretende esta sociedad luchar contra esta pandemia. Después hablan de solidaridad, de cuidarse y cuidar al otro. De usar barbijo y mantener distanciamiento social. De no discriminar. Todo mentira parece”.

Expresó que la Justicia Federal “tendría que intervenir ahora con todos los que incumplieron el aislamiento. Y los que fogonearon todo esto (en relación a la manifestación)”. 

“Cuando me enteré que Avila no dejaba pasar a nadie, llamé a (Jorge) Cordiglia (secretario de Seguridad) y a la policía. Después los escoltaron hasta Claromecó. Cuando llegó allá con la policía estaba Avila esperándolo en la entrada de la localidad. Pasaron con la policía y lo dejaron en la puerta de su casa. Después pasó lo que pasó”. 

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