Ante su militancia, CFK afirmó que “estar presa es un certificado de dignidad”

El kirchnerismo ensayó una importante demostración de fuerza con miles de militantes frente a la sede del PJ.
En un acto militante por el Día de la Resistencia peronista, con el gobernador bonaerense Axel Kicillof presente en primera fila, la presidenta del PJ Cristina Kirchner aseguró que “estar presa es un certificado de dignidad” cuando “determinados personajes caminan libres por la calle”.
Mientras la Corte Suprema prepara la resolución que le daría luz verde a la detención de la ex presidenta junto con su inhabilitación electoral, el kirchnerismo ensayó una importante demostración de fuerza con miles de militantes en la calle frente a la sede nacional del PJ.
Un dato político saliente es que Kicillof depuso sus diferencias ante el acecho judicial de quien fuera su tutora política, y se sentó al lado de la intendenta de Quilmes, la ultracamporista Mayra Mendoza.
“Posiblemente algunos crean que pueden derrotarnos o humillarnos a partir de esto”, manifestó la ex presidenta.
“Mientras caminen por la calle libres de polvo y paja los que hicieron megacanjes, endeudaron dos veces al país con el FMI y lo siguen endeudando, los de las autopistas, parques eólicos, los del correo, créanme que estar presa es un certificado de dignidad. Créanlo porque lo siento de esa manera”, expresó la ex mandataria en la sede del PJ, en un tiro por elevación al macrismo.
Al respecto, señaló que no se va a rendir porque “los peronistas no somos como esa derecha mafiosa que se profuga tres años y cuando vuelve al país, después de haber organizado mesas judiciales para perseguir y encarcelar empresarios y militantes, los excarcelan y los sobreseen”.
En varios tramos de su discurso, Cristina Kirchner pareció resignarse a que la Corte Suprema, que tildó de “guardia pretoriana del poder económico”, dictará en las próximas horas su captura, por lo que le pidió a la dirigencia de su movimiento que ayude a organizar la alternativa para que esté lista cuando “este gobierne cachivache fracase”.
Según dijo, “los sectores hegemónicos no van a permitir distraerse como hicieron en 2017 cuando pensaron que después de toda la estigmatización y difamación estábamos terminados”.
Recordó que en esa instancia se pudo construir una alternativa en 2019, aunque admitió que “no salió bien”.
Sobre la persecución política que padece y su probable detención, señaló que “bastó que lanzara una candidatura (a diputada por la Tercera Sección Electoral) para que se desataran los demonios”.
Más allá de lo que ocurra con su libertad personal, Cristina Kirchner vaticinó que “siempre el pueblo regresa”.
“Tal vez con distintos nombres y formas, pero siempre es nuestra obligación como militantes, pase lo que pase y seguramente va a pasar porque tienen miedo y descreen que puedan organizar algo enfrente nuestro”, expresó.
A 69 años de los fusilamientos clandestinos de dirigentes peronistas en los basurales de José León Suárez por parte de la autodenominada “Revolución Libertadora”, Cristina Kirchner se definió a sí misma como una “fusilada que vive”, en una analogía entre el intento de asesinato que ella sufrió el 1 de septiembre del 2022 con los hechos que retrató Rodolfo Walsh en “Operación Masacre”.
Para la líder peronista, “este modelo tiene fecha de vencimiento, se agota”, y afirmó que eso “lo sabemos porque es una copia de lo que hizo (José Alfredo) Martínez de Hoz, la Convertibilidad durante la década del 90”.
“Este gobierno cachivache finalmente va a fracasar porque han fracasado estos modelos históricamente. Y piensan que, cuando esto fracase, no va a haber algo que lo sustituya”, indicó.
A su entender, “la organización popular y política necesariamente se va a producir porque la historia demuestra que el pueblo se termina organizando en defensa propia”.
“El peronismo debe estar atento, escuchar lo que está pasando porque esto va a terminar en una gran crisis. No hay posibilidad de un final feliz para esto”, pronosticó.
En otro pasaje de su exposición, Cristina Kirchner desmitificó la idea de que “la grieta” comenzó un 25 de mayo del 2003 cuando Néstor Kirchner llegó al Poder Ejecutivo.
“La grieta en este país la hicieron los gorilas fusilando a lo que no pensaban como ellos”, bramó Cristina Kirchner, que dijo que para “amedrentar” al resto de la dirigencia política opositora una condición necesaria era poner su “cabeza en la pica”.
Por último, insistió en la necesidad de construir la alternativa para cuando el Gobierno “fracase”, y puso como ejemplo la estrategia electoral exitosa del 2019.
“Esto requiere desprendimientos personales. ‘La unidad siempre y cuando el primero sea yo’, así no se construye la unidad”, dijo en un fragmento que pareció dirigido al kicillofismo.
“Una unidad que asegure la construcción de la victoria como lo hicimos en el 2019 y a pesar de las dificultades extremas estuvimos a punto de lograrlo en 2023, a solo dos puntos”, rememoró.