Este lunes es el Día Nacional del Boludo

La idea de crear el «Día Nacional del Boludo», surgió de una campaña motivada por un grupo de creativos digitales, junto con diseñadores gráficos, estudiantes de teatro, bloggeros y amigos. Fue en 2009, a raíz de los comentarios sobre historias de gente que encontró una suma de dinero y la devolvió, a los cuales los usuarios en vez de felicitar la acción comentaban «Qué boludo, yo me la hubiera quedado».
Fue ahí que se planteó la discusión y la duda por parte de este grupo de amigos : ¿Es realmente boludo el que actúa correctamente? La respuesta en su mayoría fue un «No» rotundo, seguido de: «Deberíamos festejar las buenas acciones, y ser todos un poco más boludos o aspirar a serlo».
Y la idea se empezó a materializar por parte de los creadores de la web, quienes pretenden reivindicar la palabra adjudicándose a las buenas acciones que, muchas veces otros aprovechan.
La agencia creó en su momento una página web en la que explicaban que «en primer lugar buscamos homenajear a todos nosotros los boludos, que por buscar hacer las cosas bien justamente nos salen mal. Por ser honestos, seguir las normas o buscar el bien común terminamos siendo objeto de burla y desprecio por parte de compatriotas mucho más ‘vivos’ y elocuentes».
También explicaban que querían convertir el día en feriado nacional y pedían una firma virtual para elevar el pedido al Congreso. Hoy esa página no funciona, pero quedó instalada la efeméride.
El origen de la palabra
El término «boludo», al igual que «pelotudo», proviene de la época de la guerra de independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata contra las tropas españolas.
Según indican distintos sitios dedicados a la historia, en la primera fila solían tener lugar un grupo de criollos con mucha habilidad para manejar grandes piedras atadas con tiento y boleadoras. A falta de armas de gran porte, utilizaban esas «pelotas» para atacar los caballos de los realistas que, al desestabilizarse, caían al piso y luego eran atacados por las otras filas.
Al principio era sinónimo de alguien con mucha valentía y habilidad pero que luego fue utilizada con el significado de «no seas tonto, no te pongas en la primera fila de batalla para que te maten».
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