La Pastoral Carcelaria de la Iglesia rechaza el proyecto para bajar la edad de imputabilidad


Recientemente, la Pastoral Carcelaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) manifestó su oposición a la idea de bajar la edad de imputabilidad, actualmente fijada en 16 años. La calificaron como una “solución superficial” ante el problema de la delincuencia juvenil. Esta declaración se da en el marco del debate impulsado por el Gobierno nacional, que busca reducir la edad de imputabilidad a los 13 años.

En un comunicado titulado «No encerremos la esperanza», la Pastoral expresó: “Consideramos necesaria una reforma del régimen penal juvenil que promueva el desarrollo integral de los menores, pero sin bajar la edad mínima de imputabilidad. Existe un proceso social que transcurre desde la concepción de una persona hasta que comete un delito. Como sociedad, debemos asumir la responsabilidad de prevenir conductas delictivas en niños y jóvenes. Reflexionemos: ¿quiénes estuvieron presentes para ofrecer contención en momentos clave? ¿La familia? ¿El Estado? ¿La escuela? ¿La Iglesia? ¿Los vecinos?”

La Pastoral Carcelaria agregó: «Cuando alguien comete un delito y es encarcelado, es porque en algún momento alguien estuvo ausente: la familia, la sociedad, el Estado, la escuela, la Iglesia, entre otros. Es fundamental considerar que el desarrollo cognitivo y psicológico completo de una persona, que le permite razonar y tomar decisiones críticas, aún no está completo a los 18 o 19 años”.

Además, subrayaron la importancia de realizar un análisis integral de la situación de los menores que delinquen, basado en estadísticas actuales y reales en los ámbitos social, cultural, familiar y económico. Esto permitiría una intervención más efectiva del Estado y un compromiso urgente con la prevención.

Presupuesto adecuado

También, destacaron la necesidad de contar con el presupuesto adecuado para acompañar a los menores en conflicto con la ley, así como para apoyar a todas las instituciones de la sociedad civil, con profesionales capacitados y comprometidos.

Finalmente, la Pastoral enfatizó que los jóvenes son necesarios, “pero no en prisión, sino como parte de una sociedad más justa, sana y solidaria, que los incluya para participar y evolucionar. El encarcelamiento, las penas más duras y la reducción de la edad de imputabilidad no son la solución para frenar la violencia. Son respuestas superficiales que no ofrecen una solución a largo plazo”. (InfoGEI)Ac

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