La venta local de ropa cayó 7,7%, aunque crecen las compras al exterior
La venta de ropa cayó entre mayo y junio un 7,7% interanual “tras algunos meses de desaceleración” del descenso y una “leve recuperación”, según un informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI). Y esta cifra, que preocupa al sector, se suma al crecimiento en los primeros cinco meses del año del 136% de las compras al exterior.

La entidad que representa a las empresas de confección y moda del país precisó que el “retroceso” del 7,7% en comparación con mayo y junio del año pasado hizo que las firmas con bajas (56%) “superaran nuevamente” a aquellas con subas (32%) “por primera vez en tres bimestres“.
De acuerdo a los datos de la encuesta, las principales preocupaciones del rubro son la falta de demanda, advertida por el 77% de las compañías -lo que provoca “el aumento de los stocks, reportado por el 35%- y el incremento de costos (17%).
“El tercer bimestre de 2025 confirma un deterioro de la situación del sector con caída de las ventas que afecta a un número creciente de empresas”, alertó el documento y subrayó que esto genera “consecuencias directas” como la “acumulación” de mercadería.
Entre los problemas mencionados también figuran la “competencia desleal con productos importados, la presión impositiva y los retrasos en la cadena de pagos“; “la incapacidad de trasladar costos salariales a precios“, en el 58% de las compañías, y los “ajustes parciales”, en el 23%.
Paralelamente, la Cámara informó que el gasto registrado por consumidores en ropa comprada en el exterior alcanzó los US$ 1.572 millones entre enero y mayo, lo que marcó un récord histórico para el sector. La suma representa un crecimiento del 136% respecto al mismo período del año pasado y superó el anterior récord de 2017 por un margen del 9%.
Asimismo, señaló que la expansión de los envíos internacionales puerta a puerta subieron un 211% en los primeros cinco meses del año y un 253% solo en mayo.
El fuerte incremento en las importaciones mediante el régimen de courier modificó de manera visible los patrones de consumo y acentuó la presión sobre la industria nacional. Este flujo inédito de compras externas convive con el cuadro local complicado. (DIB)