“Las retenciones son una posible solución, pero la oposición se niega a discutirlo”

El Presidente volvió a insistir con una posible suba de los derechos a la exportación, pese a que el viernes esa iniciativa fue descartada por el ministro de Agricultura, Julián Domínguez.


Luego de la polémica que se desató el viernes pasado, el presidente Alberto Fernández volvió a asegurar este lunes que las retenciones son el mecanismo “idóneo” para desacoplar precios y frenar la suba de los alimentos, pidió un debate en el Congreso pero aclaró que “la oposición se niega a discutirlo”.

Aunque reiteró con que está “impedido de hacerlo” porque la oposición ya advirtió que no aprobaría esta medida en el Congreso, Fernández sostuvo que “ese debate hay que darlo y ver de qué lado se pone cada uno”. Y añadió: “Las retenciones son una posible solución, ellos se niegan a resolver este tema y no tiene sentido que lo mande para que me digan que no”.

“Las retenciones son derechos a la exportación y la Argentina los tuvo siempre, pero después de la crisis del 2008 se convirtió en un tema tabú del que no se puede hablar. Creo que las retenciones son una posible solución pero se niegan a discutirlo”, enfatizó en declaraciones a la AM 990.  

La semana pasada, sus ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Agricultura, Julián Domínguez, aseguraron que el Gobierno no tiene entre sus proyectos un aumento en las alícuotas de los derechos de exportación, lo que parecería una contradicción con el discurso del mandatario. Sin embargo, el viernes por la mañana el jefe de Estado manifestó que la “mejor forma” de desacoplar el precio interno del trigo con el internacional “son las retenciones”, aunque advirtió que para eso necesita de la oposición en el Congreso.

Frente a las críticas de la oposición y del campo, el propio Domínguez salió horas más tarde a aclarar que la idea de subir las retenciones no estaba en agenda, pese a los dichos del Presidente.

Este lunes, Fernández negó que existan diferencias de criterio en su Gobierno. De acuerdo a su mirada, todos los funcionarios coinciden en no enviar un proyecto de ley al Congreso porque el oficialismo no tiene los votos necesarios para sancionar una suba de retenciones. “Julián Domínguez dice que no vamos a mandar ninguna ley y claro; ¿para qué la voy a mandar si no va a salir?”, se preguntó. Y agregó: “Yo no creo en las derrotas épicas; las derrotas épicas son derrotas”.

Si bien dijo que está trabajando para que baje la inflación y, principalmente, para que aumente el poder adquisitivo de los salarios, el Presidente planteó una mirada negativa sobre los precios de los alimentos: “Es muy posible que sigan creciendo”. Ante ese panorama, propuso un interrogante público a la oposición: “Si no quieren retenciones, ¿dónde se quieren parar? ¿Qué proponen?”.

“La oposición dice que no quiere sacar esa ley ni que se toque ese tema. Entonces estoy impedido de hacerlo”, señaló sobre incrementar las retenciones a las exportaciones. Y aclaró que tampoco puede hacerlo vía un decreto, debido a que la implementación del instrumento está expresamente prohibido para cuestiones impositivas, penales o electorales.

Cabe recordar que durante el Gobierno de Mauricio Macri, las retenciones que venían en el mismo nivel desde 2008 fueron eliminadas para el trigo, maíz y girasol. La soja, en tanto, bajó del 35% al 30% y a partir de 2018 fue bajando 0,5% por mes, llegando al 26% en agosto de ese año. 

Sin embargo, en septiembre de 2018, tras las dos fuertes devaluaciones de ese año, Cambiemos modificó el sistema provisoriamente. Las retenciones para el trigo, maíz y girasol pasaron a ser del 12% o $ 4 por dólar vendido, según cuál era menor. Es decir, como se daban dos opciones, la retención efectiva pasaba a depender del precio del producto. Para la soja pasó a ser del 18% más un 12% o $ 4 por dólar, el que fuese menor (es decir, un 30% o menos). En ese momento, el campo justificó la suba por la difícil situación que atravesaba el país y no realizó marchas ni protestas. (DIB) FD

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