Panorama: Razones detrás del nuevo formato de cuarentena, entre los presos y la deuda
Un cuello de botella fiscal se suma a las razones sanitarias. La Corte, con un fallo definitorio. Y la deuda: una conversación que sigue.

Por Andrés Lavaselli
El formato que adquirirá la cuarentena en el conurbano, que es donde el gobierno de Axel Kicillof juega el éxito o el fracaso de la medida, obedece en primer lugar a razones epidemiológicas, pero también es producto de una estrategia fiscal desplegada justo cuando la estrechez financiera del Estado, simétrica a los padecimientos de los privados, ingresa en su fase más complicada.
La demografía, que permitió avanzar con la liberación de actividades en el interior del territorio provincial, transformó al Área Metropolitana en una zona “roja”, con duplicación de casos cada 18 días, una velocidad que hace desaconsejable la flexibilización. Sobre esa situación se monta el accionar político, que filtra a su vez el lobby del aparato productivo.
Y es en la intersección de esos dos vectores se vuelve inteligible el diseño político que comenzará a desplegarse el lunes. El énfasis en reabrir la actividad fabril por sobre la comercial, es un ejemplo. Es que en el conurbano la matriz productiva está moldeada por grandes industrias, que presionan a los intendentes con un argumento virtuoso: pueden llevar a trabajar a sus empleados por sus propios medios.
Cuando Kicillof los habilita, no solo está pensando en la necesidad sanitaria o el bolsillo de los privados, empleadores y empleados. También mira las arcas del Estado. Esas industrias –además del agro, que nunca se detuvo- son las que cargarán con el peso del sostenimiento fiscal de la lucha contra el virus. Por razones simétricamente opuestas, Rodríguez Larreta hace foco en el comercio.
El problema es que se aproxima un nubarrón. Hasta ahora, la caída de la recaudación provincial fue del orden del 30%&, menor a la esperada. Pero eso se explica porque aún se trabaja con los números de marzo, donde hubo actividad en parte del mes. Cuando comiencen a impactar abril, el mes del cierre más estricto, la cosa cambiará. En el Gobierno cree ocurrirá en la segunda semana de junio y será dramático.
Ese punto de inflexión coincidirá con el momento de mayor necesidad de asistencia por parte de las comunas, expuestas a la misma dinámica. “Ya ayudamos a unas 100 (con el Fondo de $ 3 mil millones), pero este mes deberemos hacerlo con todas”, explican en el gabinete. No es solo un tema económico: sin hospitales, saneamiento ni personal local, no se puede frenar a la pandemia. Y eso exige pagar sueldos y servicios.
Deuda y después
El contexto económico del coronavirus es el telón de fondo de otros dos dramas políticos. Uno es la negociación por el canje de la deuda provincial. Como anticipó DIB hace dos semanas, mañana hay un vencimiento por USD 111 millones, que forma parte de los USD 7148 millones incluido en la oferta de Kicillof a los bonistas. Es difícil que los acreedores acepten.
Ni el gobierno cree que haya acuerdo ahora, y ya tomó una decisión al respecto: igual no pagará. “El gesto de buena voluntad ya lo hicimos en febrero”, afirma una alta fuente de equipo del Gobernador, en alusión al pago de los USD 250 millones que terminó haciendo luego de jurar que no lo haría. Esta vez “es stress fiscal es insostenible”, dicen, pero además no creen que repetir la estrategia sirva. Igual, la provincia no entrará en default. Al menos no ahora. Tal como hace Martín Guzmán, Pablo López estirará el plazo de las conversaciones.
El asunto de los presos liberados es el otro affaire disparado por la pandemia. La pelota, aquí, la tiene la Suprema Corte, que fallará el lunes o martes sobre la validez del habeas corpus del camarista Víctor Violini luego de suspender sus disposiciones sobre el otorgamiento de prisiones domiciliarias, pero sin ordenar que los presos vuelvan a las celdas, lo que por ahora no parece escandalizar a nadie.
Los que conocen al Tribunal apuestan por fallo que rechace los mecanismos colectivos de liberación. Como fuere, para la política el episodio está superado, salvo que la Corte produzca una sorpresa fuera de agenda que atraiga de nuevo la atención de los medios. La consecuencia más palpable será, entonces, el jury contra Violini que presentarán legisladores de Juntos por el Cambio mañana. Contra lo que pareció en un primer momento, el oficialismo no avanzará sobre el procurador Julio Conte Grand: aun luego de reproche que le propinó Kicillof, no creen que haya actuado con intencionalidad política. Más bien, suponen que quedó en medio de una jugada con origen político PRO, que se salió de cauce. (DIB) AL
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