El telar de la abundancia y una estafa que se renueva: ¿cómo evitar el engaño?


La estafa piramidal conocida como “Telar de la abundancia” o “Flor de la abundancia” volvió a la carga en las últimas semanas, esta vez, con base en esquema new age y bajo un manto de “empoderamiento femenino”. El mecanismo de engaño, que no es nuevo, fue rápidamente desnudado a través de las redes sociales, que comenzaron a advertir sobre el método de chantaje.

En ese marco, varias comunicadoras como Malena Pichot y Julia Mengolini denunciaron la estafa y advirtieron a las usuarias sobre los engaños, mientras que en las últimas horas la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) difundió una serie de recomendaciones para no caer en la trampa.

Las víctimas que son en su mayoría mujeres, profesionales y de clase media alta, ya que el ingreso en este caso se realiza con una suma de 1440 dólares. La justificación está en que la suma de esas unidades da como resultado 9, un número mágico.

Los miembros, si logran a la vez reclutar gente, crecen en la pirámide hasta alcanzar el rol más alto, desde donde obtendrán la ganancia. Ese dinero, viene de los nuevos ingresantes que pagan para entrar a la pirámide con la misma expectativa: multiplicar el dinero invertido. Por eso, el éxito del camino dependerá exclusivamente del reclutamiento de nuevos actores al mecanismo.

Como el dinero que ingresa al “telar” no se destina a ninguna actividad que produzca ganancias, la posibilidad de obtener lo prometido depende pura y exclusivamente del ingreso de nuevos participantes. Con la creación de nuevos grupos se necesitan cada vez más personas para completarlos. Por lo que aumenta las posibilidades de que el mecanismo se quiebre y se produzcan las pérdidas, advirtió el Procelac.

“Toda captación de dinero para su utilización en inversiones debe tener sí o sí autorización por parte de las autoridades competentes, como el Banco Central o la Comisión Nacional de Valores”, recordó.

En ese sentido, insistió: “Antes de hacer una inversión, es conveniente conocer su funcionamiento, sus condiciones y sus riesgos, así como también obtener información acerca de la seriedad y solidez de quien la administra”, remarcaron desde el organismo de criminalidad económica. Desde el organismo, aclararon que el lavado de activos y la intermediación financiera no autorizada son delitos federales (artículos 303 y 310 del Código Penal).

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