Francia: Marine Le Pen y Emmanuel Macron se clasifican para la segunda vuelta

Francia

Los sondeos, a veces, aciertan. La ultraderechista Marine Le Pen y el centrista Emmanuel Macron se disputarán el 7 de mayo la presidencia de Francia.


Los resultados avanzados por el ministerio de Interior (con 28 millones de votos contados) colocan a Le Pen (23,60%) y Macron (22.78%) con ventaja sobre el tercer candidato François Fillon (19.63%), de Los Republicanos y el cuarto candidato, Jean-Luc Mélenchon (18.43%) , de la izquierda radical.

Salvo grandes sorpresas, Emmanuel Macron, un hombre de 39 años sin otra experiencia que dos años como ministro de Economía bajo el presidente François Hollande, será el próximo inquilino del palacio del Elíseo. Lo normal es que la mayoría de los votos de izquierda y de la derecha gaullista reviertan sobre Macron dentro de dos semanas, aún contando con que una parte de los electores se abstenga y algunos opten por Le Pen. Según la mayoría de las encuestas, en un duelo Macron versus Le Pen, el primero sacaría una amplia ventaja a la líder del Frente Nacional.

«La gente ha decidido ponerme en primer lugar», ha dicho Macron ante sus seguidores, que coreaban «Macron, ¡presidente!». El candidato centrista ha dado las gracias a Fillon y Hamon por haber pedido el voto para él y ha llamado a la unidad de todo el país. En un año hemos cambiado el rostro de la política francesa», ha señalado.

Su rival en la segunda vuelta, Marine Le Pen, ha celebrado una «oportunidad histórica», ha vuelto a presentarse como la «candidata del pueblo» y ha animado a los franceses a votar por su proyecto «de unión», la «gran alternativa». «Es tiempo de liberar al pueblo francés de su élite arrogante», ha dicho, entre gritos de sus simpatizantes.

El conservador François Fillon no logró remontar las dificultades que se acumularon sobre su campaña. «Votaré a Macron», ha señalado. «El Frente Nacional es conocido por su violencia y su intolerancia; llevaría a nuestro país al fracaso, al caos». Imputado junto a su esposa en un sumario por malversación de fondos públicos, rechazado por su propio partido y por un buen número de sus votantes naturales, Fillon puede dar por concluida su carrera política. Su partido, Los Republicanos, se enfrenta a una temporada turbulenta. No tanto, en cualquier caso, como los socialistas, cuyo candidato, Benoït Hamon, obtuvo un catastrófico 6,2%. «Asumo la responsabilidad, es un castigo histórico y legítimo«, dijo, en cuanto se conocieron los primeros resultados. «Es una derrota moral para la izquierda», añadió. «Llamo a derrotar al Frente Nacional, a la extrema derecha, votando por Emmanuel Macron, aunque este no pertenezca a la izquierda y no tenga vocación de representarla».

El izquierdista Jean-Luc Mélenchon ha declarado que «no apoyará a ningún candidato» en la segunda vuelta. «El resultado anunciado no es el que esperábamos», ha señalado.

El primer ministro socialista Cazeneuve ha hecho un llamamiento a «todos los demócratas» para votar a Macron. El presidente Hollande ha llamado a Macron para felicitarle, pero no hará una declaración pública hoy. Por otra parte, voces destacadas de la derecha como Alain Juppé, han anunciado que votarán a Macron. «A título personal, votaré a Macron», ha señalado también Baroin, ex conservador ministro de Finanzas. También el ex primer ministro Raffarin ha pedido a los franceses que voten por él. La Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT), el principal sindicato del país también ha pedido el voto para Macron.

Mientras, el vicepresidente del Frente Nacional, Philippot, llama a todos los electores a votar por Marine Le Pen y especialmente a los votantes de Fillon. El alcalde de Hénin Beaumont, Steeve Briois, del Frente Nacional, ha anunciado que en estas dos semanas hasta la cita definitiva con las urnas intentarán captar a los votantes de Mélenchon.

Los franceses han votado bajo fuerte vigilancia policial en la primera vuelta de unas elecciones presidenciales muy reñidas y cruciales para el futuro de la Unión Europea. Los comicios se celebran en un contexto de amenaza terrorista, tres días después de un atentado en París. En total, 50.000 gendarmes y 7.000 militares velan por la seguridad en todo el territorio.

La amenaza terrorista no ha disuadido a los franceses de ir a votar en las primera vuelta de las presidenciales, marcadas por las extraordinarias medidas de seguridad pero también por el interés que ha despertado en los ciudadanos, que consideran los comicios «cruciales». Francia ha desplegado un dispositivo excepcional para las elecciones, las primeras de su historia que se celebran bajo el estado de emergencia, decretado tras los atentados del 13 de noviembre de 2015. El último dato conocido sobre la participación la situaba en el 69,42 por ciento de los casi 47 millones de electores, un porcentaje similar al de las anteriores elecciones de 2012 cuando resultó elegido el socialista François Hollande.

El todavía presidente de Francia, François Hollande anunció el 1 de diciembre que no tenía intención de concurrir a las urnas para obtener un nuevo mandato, lastrado por sus fuertes índices de impopularidad. La decisión de Hollande supuso un hito en la V República francesa (instaurada en 1958), al convertirse en el primer presidente que renuncia a presentarse a la reelección.

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