Intento de femicidio en Azul: «Me parece que el Juez no quiere trabajar»

Habló el tío de Eliana Mendilaharzu quien se encuentra en «coma» tras lo que familia y una Fiscal sostienen que fue un intento de femicidio. El presunto agresor está en libertad, por disposición de un Juez de Garantías.


Fuente y foto: Diario El Tiempo.

Mauro Zárate es tío de Eliana Mendilaharzu, la joven que el pasado 11 de este mes cumplió 27 años de edad y que el domingo anterior sufrió ese fuerte golpe en la cabeza por el que sigue internada en estado de coma, a causa de lo que sus familiares creen que habría sido una agresión que recibió de su pareja Ramiro Ponce, para quien hace días un Juez de Garantías rechazó un pedido para que resultara detenido por este presunto caso de violencia de género.

En las últimas horas hubo una movilización en la Plaza Central de la vecina ciudad de Azul. Cerca de un centenar de personas pidieron la detención de Ramiro Ponce.

El tío de la joven brindó una entrevista al Diario El Tiempo de Azul donde se refirió a la situación de su sobrina

Entre otras cosas declaró que, teniendo en cuenta lo que los médicos les han dicho, la joven -madre de cuatro chicos, el más pequeño de los cuales también es hijo de Ponce- en caso de recuperarse podría quedar para siempre postrada en una cama de la misma manera en que actualmente se encuentra, es decir, en estado vegetativo.

«Esperamos un milagro»

-¿Cómo y cuándo se enteró de lo que había pasado con su sobrina?

-Yo me entero de lo que pasó porque justo trabajo en el Hospital Municipal, como Seguridad en Orientación al Paciente. El lunes estaba cuando la llevaron para internarla. Ese día me entero ahí, como de todo lo que después ha ido sucediendo con ella. Esto fue como un balde de agua fría para mí. Teniendo en cuenta donde trabajo, lo que uno menos espera es que de repente llegue un familiar tuyo al hospital. Ese lunes la llevaron directo a Terapia Intensiva. Se había «autoaspirado», porque de la noche anterior aparentemente se fue a hacer ver, pero ese domingo no la controlaron como la tenían que controlar. No sé qué pasó, qué negligencia hubo. Sé que después la mandaron a la casa en una silla de ruedas, que se duerme en la ambulancia y cuando llega a su casa sigue durmiendo. Al otro día, como no se despertaba, a eso de las tres de la tarde la llevan de vuelta al hospital.

-¿Cómo la vio ese lunes en el Pintos, teniendo en cuenta que usted estaba en ese momento trabajando?

-Yo ahí enseguida no la vi. Me enteré después que la habían internado. Cuando llegué al hospital ella ya estaba en el «Shock Room». Había cinco médicos atendiéndola. Su estado ya era de gravedad. De ahí la llevaron a Terapia Intensiva. Yo hablé con el Dr. Mariano Donelli, que me dijo que ella estaba complicada, que le había sacado comida de un pulmón y que había llamado a un neurocirujano para que viniera urgente a verla. Me quede ahí esperando a que llegara el neurocirujano, que la vio y enseguida armó el equipo para operarla, porque era de urgencia. Tenía un coágulo de sangre en el cerebro. Estaba mal, no reaccionaba. El médico después nos contó que la operación había salido bien, aunque dijo que iba a esperar para ver cómo respondía. Ese lunes ella quedó en evaluación. Al otro día, cuando vino de nuevo el neurocirujano, le hizo otra placa y vio que seguía perdiendo sangre y que se le estaba formando otro coágulo, por lo que la operó de urgencia de vuelta. En ese entonces vio que la fisura que tenía en la cabeza no era de una caída o de un golpazo contra una cama, sino que podría haber sido de un «fierrazo» contundente o de una patada.

-¿Cómo era esa lesión?

-El golpe que mi sobrina tenía le había roto un hueso del cráneo y le pinchó el cerebro. El neurocirujano le hizo otra operación grande. Según dijo, trabajó en el cerebro, pero ya estaba medio morado. Y ahora está ahí. Como yo trabajo en el hospital la veo todos los días, que paso a verla. Se encuentra en estado vegetativo. No tiene reflejos de nada. Ojalá que Dios nos escuche y pueda salir adelante. Esperamos un milagro.

-¿Qué versión tiene de lo que le pasó a su sobrina?

-El domingo yo no estuve en su casa. Sé que Ponce no la llevó al hospital ese día. La llevaron una amiga de ella y un hermano de él. Después, el lunes, mi papá, que es el abuelo de Eliana, fue el que la llevó de nuevo al hospital. Ponce lo había llamado porque ella seguía sin despertarse. Cuando me enteré de todo esto fui a hablar con él para preguntarle qué le había pasado a mi sobrina. Y lo que dice él es que ella se cayó de la cama. «Mauro, se cayó, se golpeó con la cama…», me dijo. A mí me dio como cierta impotencia lo que me estaba contando. Pero bueno, en ese momento yo estaba trabajando y mucho más no podía hacer.

-Había más gente el domingo en la casa ¿Algunas de esas personas les pudieron contar algo más sobre lo que pasó con Eliana?

-Sé que hubo como unas diez personas ese domingo. Pero no sé quiénes eran. Estaban festejando el cumpleaños de ella, que había sido el 11 y lo festejaron ese domingo, que cumplió los 27. Pero yo no conozco mucho el entorno de ellos. Cualquier problema que ella tenía me avisaba, pero nunca contó que había tenido golpes anteriores. Hay fotos de eso. Ella sólo se lo contaba a sus amigas. Pero nosotros, sus familiares, lo estamos descubriendo ahora.

-¿Nunca hubo una denuncia por esas agresiones?

-No. Yo no sé si él la tenía amenazada o qué, pero nunca hubo una denuncia. Las amigas ahora están diciendo por Facebook que conocían todo. Pero nosotros, sus familiares, no. No sé si Eliana no nos decía para no hacernos mal a nosotros o si era porque él la tenía amenazada.

-¿Qué espera con relación a lo que está siendo la investigación judicial?

-No entiendo mucho lo de la Justicia. Me parece que el Juez no quiere trabajar y está mirando para otro lado. O por ahí estoy equivocado yo y está haciendo un buen trabajo. Yo pienso que con una persona en coma, en el estado en que está y si hoy estamos acá en esta marcha no es porque ella se cayó de la cama o por algo que inventamos nosotros. Esto es algo que pasó, hay testigos que están declarando… A su vez, un hijo de Ponce, que no es de mi sobrina y tiene diez años, vio que él le pegó una patada en la pieza, en la cabeza. Eso lo dice el chiquito. Seguramente debe haber sido así. Una sobrina mía también declaró. A lo primero lo defendía, pero después, aparentemente, ahora está diciendo lo mismo. Esperemos que la Justicia actúe y lo detenga lo antes posible.

-¿En caso de que Eliana se recupere le podrían quedar secuelas gravísimas?

-Las peores. De lo que estamos hablando con los doctores, ellos nos dicen que no ve y que no se mueve. Sólo le laten el corazón y los pulmones. Y podría quedar para siempre en una cama así como está, en estado vegetativo.

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