La FIO asesora en protección de la propiedad intelectual

El Centro de Desarrollo Emprendedor e Innovación (CDEI) de la FIO forma parte de la red de Centros de Apoyo del INPI

Tener una idea, instalar una marca, inventar un proceso, un producto: hay todo un universo intangible detrás de cada empresa o emprendimiento, con leyes que lo protegen. El Centro de Desarrollo Emprendedor e Innovación (CDEI) de la Facultad de Ingeniería asesora y acompaña en este tipo de trámites que busca proteger creaciones. “Se piensa en proteger estratégicamente para que emprendedores o empresas tengan el registro de su invención y poder generar un desarrollo aplicable en el territorio” sostiene el director del CDEI, Esteban Seibel, en el Día de la Propiedad Intelectual.

El 26 de abril se celebra en todo el país el Día de la Propiedad Intelectual. A diferencia de otras, la fecha no responde a ninguna efeméride histórica, sino que busca difundir la función que desempeñan los derechos de propiedad intelectual en el fomento de la innovación y la creatividad. En este sentido, el Centro de Desarrollo Emprendedor e Innovación de la FIO es un espacio que acompaña y asesora sobre este tipo de procesos. De hecho, integra la red de Centros de Apoyo a la Tecnología y a la Innovación (CATI) del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI).

La propiedad intelectual se divide en dos grandes categorías: Derechos de Autor para obras literarias, plásticas, audiovisuales, etc., y Propiedad Industrial. Esta última, en consonancia con el trabajo del CDEI, protege invenciones patentables y los modelos de utilidad, marcas, modelos y diseños industriales, entre otros, “con un sentido estratégico de su creador en cuanto a modelo de negocios e inserción en el mercado”, explica el director del CDEI, Esteban Seibel. Los trámites vinculados a esta rama son concentradas por el INPI, mientras que la restante es gestionada por la Dirección Nacional de Derecho de Autor (DNDA).

A través de una serie de capacitaciones, el espacio institucional de la Facultad de Ingeniería se estableció como un CATI para acompañar el desarrollo económico local, y aportar una mirada del conocimiento y la investigación en la Universidad. “Buscamos instalar una política estratégica en torno al conocimiento que se genera en la FIO y en la UNICEN para que decante en algún desarrollo tecnológico que contribuya a una mejora social, económica, o tecnológica, a la calidad de vida de la sociedad en la región”, dice Seibel. “Asesoramos en marcas, hacemos el trámite; y en patente y modelo industrial, asesoramos cómo son los procesos para registrarlo en el INPI”.

Características de la Propiedad Industrial

Todas las creaciones, invenciones, modelos que se registren bajo los términos de las leyes de patentes de invención y modelos de utilidad (ley N° 24.481), y de marcas y designaciones (ley Nº 22.362) tienen vigencia en todo el territorio nacional. Para acceder a la protección en otros países, la reglamentación está sujeta a la normativa de los mismos, “y a los costos, que depende lo que se quiera proteger, en algunos casos son elevadísimos”, agrega Seibel.

seibel

“Lo que evaluamos es qué se quiere patentar, para qué protegerlo y que eso tenga un valor comercial en caso de proyectar un desarrollo económico. Tiene sentido proteger aquellos aspectos que permiten licenciar el modelo, proceso o servicio, o establecer los derechos de explotación de la creación propia”, aconseja el director del CDEI. “Se piensa en proteger estratégicamente para que emprendedores o empresas tengan el registro de su invención y poder generar un desarrollo aplicable en el territorio a través de la transferencia tecnológica”.

¿Qué patentar? Para Seibel, depende del tipo de protección que se esté buscando: “Lo que se aconseja es siempre evaluar que sea relevante para tu actividad. La más simple es marca y también lo que más se protege porque es tu identidad, ese valor agregado en tu empresa o emprendimiento”, señala.

Semanalmente, el INPI expide su boletín de marcas y patentes. Allí se publican las marcas y patentes concedidas, rechazadas y vencidas. En este punto Seibel detalla: la marca vence cada 10 años y se puede renovar, mientras que las patentes vencen a los 20 años sin posibilidad de renovación, al igual que los modelos industriales.

A diferencia de las marcas, que rápidamente son protegidas, las patentes y modelos son más complejo de proteger “porque tenés que hacer una búsqueda y comprobar que esa invención no esté registrada en ninguna parte del mundo”, explica el responsable del CDEI. En años, una patente puede tardar entre cinco y siete en recibir la protección porque pasa por instancias de revisión exhaustivas. El modelo, en cambio, tarda menos: entre dos y tres años. Registrar un modelo o diseño industrial da el derecho de propiedad y exclusividad de uso, y así poder impedir la reproducción o imitación no autorizada por terceros. Esto contempla el derecho a excluirlos de fabricar, ofertar, importar, exportar o vender cualquier producto en el que esté incorporado o aplicado el modelo o diseño registrado.

Desde el Centro de Desarrollo Emprendedor e Innovación de la FIO “lo que generalmente hacemos es establecer el modelo de negocios del emprendedor o la empresa, y ver si lo que quiere proteger es un activo importante para su beneficio”, sostiene Seibel. “Siempre hay que evaluar si lo que estás protegiendo es un activo relevante dentro de tu modelo de negocios”, remarca.

Por último, el director del CDEI remarca que el tema de la propiedad intelectual está poco instalado en la cultura empresarial. “En general protegen empresas que saben que el valor de una marca o patente de desarrollo propio es un activo tangible importante. En emprendedores, recién ahora se presta más atención. Nosotros hacemos un taller de marcas dos veces por año, para empezar a instalar este tema. La marca es un valor agregado del emprendimiento, genera identidad, transmite ciertos valores y características que son importantes de sostener”, asegura.

Estudio eseverri desktop movile
Comentarios
Cargando...