Acusan a empresarios y empleados de banco bahiense de robar 30 millones de dólares

La líder de la organización era Mara García, quien murió luego de caer de un edificio. El nombre de todos los imputados.

Fuente: La Brujula 24

La Justicia avanzó con las imputaciones a un grupo de personas a los que acusa de formar parte de una asociación ilícita que estafó al Banco Santander, cuya sucursal funcionaba en calle Donado, en la friolera de más de 30 millones de dólares (unos 560 millones de pesos) en el año 2018.

La líder de la banda se llamaba Mara García, que en 2019 luego de descubiertas las mega defraudaciones, se mató al caer de un edificio céntrico. Ese expediente fue cerrado como “suicidio”.

Pero la causa por la estafa con cheques al Santander siguió adelante en un juzgado de Capital Federal, que instruyó parte del expediente. El año pasado, el magistrado Santiago Quián Zavalía, se declaró incompetente y giró las actuaciones a nuestra ciudad. Quien recogió el guante fue el fiscal de Delitos Complejos Gustavo Zorzano, que avanzó en varias imputaciones de empresarios y empleados infieles del banco a los que imputó e indagó bajo la calificación de “asociación ilícita”.

Los números de la defraudación al banco, mediante cheques, es exorbitante.
Según Zorzano, la empresa Logística Saga del Sur (de Mara García) y otras perpetraron los delitos “de asociación ilícita, en concurso real con el delito de administración fraudulenta, en concurso ideal con el delito de emisión y aceptación de facturas apócrifas”.

“Se encuentra acreditado que la firma Logística Saga del Sur, mediante la operatoria de descuento de cheques, negoció en el Banco Santander Río -sucursal Donado de Bahía Blanca-, un total de 368 cheques por $5.553.986.932,001, emitidos por las empresas BNC Consultores, Hidrotor Finanzas Truck, El Restaurante, Asociación Civil Avanzamos de tu Mano e Inducop, mediante los cuales ingresaba fondos en la cuenta corriente de la firma Logística Saga del Sur, que luego eran girados a cuentas bancarias de las empresas emisoras de los cartulares previamente descontados, siendo las mismas cuentas desde las que se emitían los cheques y otras cuentas de titularidad de esas empresas. Los cheques entregados para ser luego descontados por Logística Saga del Sur S.R.L. en el Banco Santander Río, documentaban el pago de operaciones simuladas”, describió el fiscal.

Y agrega que “como se dijo, el dinero que se acreditaba en la cuenta de Logística Saga del Sur, producto de la operatoria de negociación de valores, luego era transferido a cuentas de las empresas emisoras de los cartulares, mediante formularios de transferencias procesados por Mariana Carolina Pupco a pedido de Mara García. Estos fondos cubrían los importes descontados previamente en la cuenta de Logística Saga del Sur S.R.L. en el Banco Santander Río, y permitían continuar con la operatoria. Como consecuencia de esta operatoria ficticia, cuyos importes resultan -per se- exorbitantes, al 31 de mayo de 2018 la cuenta corriente de Logística Saga del Sur S.R.L. quedó con un saldo negativo de $559.151.617”.

Las alarmas
La luz de atención fue del propio banco. Uno de los apoderados legales del Santander Río en Capital Federal describió lo que prendió las luces de alarmas que permitieron advertir de las maniobras: “durante el periodo enero/mayo de 2018 se realizaron operaciones de negociación de valores en 320 sucursales del Banco Santander Río distintas a Bahía Blanca Centro, por un valor total de $2.293.147.296, en tanto que sólo en dicha sucursal se efectuaron operaciones por $5.630.616.409 de los cuales $5.622.660.081 fueron descontados exclusivamente por Logística Saga del Sur”.

Es decir, sólo Mara García y sus cómplices, en la sucursal Donado de Bahía Blanca, había movido -en el mismo período- más del doble de dinero que todas las sucursales juntas del Santander en la Argentina. Demasiado grosero.

“Esto da cuenta de lo inusual de la magnitud operada vinculada al caso. Solo un actuar ilícito puede explicar esta desproporción”, describió el fiscal.

Resulta evidente que, en la maniobra descripta, participaron Mara García (quien fue representante legal de la firma Logística Saga) y los representantes de las empresas contra cuyas cuentas se libraron los cheques presentados para su descuento.

Ellos son:
1) Juan Guillermo Cardazzo en su carácter de socio de Hidrotor S.R.L. y firmante de la cuenta de BNC Consultores.
2) Fernando Emilio Berbeglia, como socio y firmante de Hidrotor S.R.L.
3) Gastón Hernán Nuzzolese, firmante de la cuenta Hidrotor S.R.L. y socio de BNC Consultores.
4) Mariana Lorena Berbeglia, como socia de BNC Consultores S.A. y firmante de El Restaurante.
5) Carlos Vecchi, presidente y apoderado de Finanzas Truck.
6) Juan Carlos Fernández y Daniel Eduardo Vidal, como firmantes de cheques de Asociación Civil Avanzamos de tu Mano.
7) César Agustín Coppis, firmante de cheques de Inducop.

“Ninguna de las sociedades mencionadas ni sus representantes tenían capacidad para librar cheques por los descomunales montos descontados por Logística Saga del Sur, en razón de que sus cuentas eran provistas de dinero entre sí, a partir de aquél entregado por la sucursal Bahía Blanca del Banco Santander Río a Logística Saga del Sur”, agregó Zorzano.

Infieles
El fiscal sostiene que la defraudación fue concretada con la necesaria participación de varios empleados del banco. A saber: Mariana Carolina Pupco; Hernán Javier Mangiapane y Flavia Magalí Solana; Leonardo Gabriel Sánchez; Silvana Luján Farabolini y Marilina Paula Zwenger.

“En definitiva, resume Zorzano, la maniobra constituyó un esquema circular o de ‘revolving’, mediante el cual el banco entregó sucesivamente fondos que, a su vez, servían para cancelar nuevos cheques, generándose una simulación consensuada entre los dependientes del Banco Santander Río, la representante de Logística Saga del Sur y los titulares de otras empresas contra cuyas cuentas se libraron los cheques, consistente en aparentar que los cheques que presentaba la citada sociedad de responsabilidad limitada para negociar en el banco, eran cheques que respondían a actividades comerciales reales, cuando en realidad no lo eran, y su pago se satisfacía con los fondos entregados por el mismo banco con motivo de la negociación de dichos cheques. Esta operación se repetía de manera continua y exponencial, negociando cheques que eran cubiertos con fondos recibidos por dicha operación. Es decir, con este esquema, Logística Saga del Sur y las otras empresas, se abastecían de dinero líquido depositado por el mismo banco”.

Algunos de los involucrados ya fueron indagados y otros lo serán en breve. Abogados defensores, de alguno de los acusados, señalan que “algunos de ellos son perejiles” y que eso se demostrará en el juicio oral.

Por el momento no se probó en el expediente, pero la sospecha es que Mara García lavaba dinero sucio de la política, del sindicalismo y el narcotráfico.

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