Provincia: primera etapa con números positivos
En el primer trimestre se obtuvo un superávit de más de $1.900 millones y crecieron los ingresos
Los primeros números oficiales de la Provincia en este 2016 dicen que el gobierno bonaerense está logrando cierto éxito en la tarea de revertir el rojo fiscal que le dejó la gestión de Daniel Scioli, que fue de más de 21 mil millones de pesos a diciembre de 2015 y en términos anuales.
El primer trimestre de este año, las cuentas provinciales arrojaron un superávit de 1.933 millones de pesos contra los –2.012 millones que habían dejado los primeros tres meses del año pasado.
Una consultora privada hizo un relevamiento en el que concluyó que a esta reversión en el resultado trimestral negativo se llegó a través del aumento de los ingresos totales de la Provincia, que tuvieron una suba del 38% respecto al año anterior. Y también hubo una suba de los gastos totales, que crecieron el 29%. Es una obviedad válida hasta para la economía de un pequeño hogar pero merece ser recalcado: los ingresos bonaerenses crecieron más que lo que aumentaron los gastos en el primer trimestre.
Esto significa que la brecha de ingresos a gastos resultó positiva, llegando hasta 9 puntos porcentuales. Es la primera gran diferencia con el ejercicio del gobierno anterior, que gastaba más de lo que le ingresaba.
Desmenuzando la composición del Gasto de la Provincia en el primer trimestre, el estudio concluye que los Gastos Corrientes bajaron notablemente la expansión que mostraban en la era sciolista: 30% menos. Y eso se dio aún cuando el gasto en personal creció 35%, entre otras cuestiones por las actualizaciones salariales.
Pero nada es gratis. La efectividad en obtener superávit trimestral no es mágica. Y también se debe a que la administración de María Eugenia Vidal “pisó” la inversión pública. En números: los gastos de capital aumentaron apenas un 2% nominal si se comparan los primeros tres meses del 2015 y el mismo período de 2016. En criollo, esto significa que se pararon las obras públicas.
La misma lógica, hay que decirlo, aplicó el gobierno nacional para contener su propio gasto. Es, para usar una palabra que odian en la Casa Rosada, uno de los caminos del “ajuste” inicial del macrismo.
Pero Vidal y el ministro de Economía, Hernán Lacunza, no estuvieron solos en la tarea de mejorar las cuentas bonaerenses.
Como bien recuerda el economista Félix Piacentini en el trabajo que aquí se transcribe: “Es justo reconocer que este esfuerzo propio de la Provincia estuvo ayudado por el gobierno nacional a través de adelantos de coparticipación por un lado, con casi 10 mil millones de pesos, y un importante aumento en las Transferencias de Capital que sumaron casi 2 mil millones de pesos más a los ingresos”.
El trabajo en cuestión se realizó en base a números oficiales de la Contaduría General de la Provincia.
Esos números oficiales, pero enfocados en lo que se hizo en 2015, regalan un desmadre notable de la gestión de Scioli en materia económica. Por ejemplo: además del rojo fiscal de más de 20 mil millones de pesos durante su último año, se observa que el año pasado los Ingresos Totales de la Provincia crecieron 35% respeto del 2014 pero los Gastos Totalesaumentaron un 46%. Es decir una brecha negativa de 11 puntos porcentuales. Y hay más: el gasto en personal, año electoral mediante, subió 50% siendo el principal factor de la elevación del gasto total.
El gasto en el inicio de la gestión Vidal, como se dijo, se contuvo con empeño propio y ayuda de la Casa Rosada. Pero, ¿es posible mantener esa tendencia el resto del año? El economista Piacentini lo duda. “Especialmente en lo que hace a la obra pública”, agrega. Porque, de acuerdo al plan de acción trazado por el gobierno nacional, en el segundo semestre de este año deberían ponerse en marcha los programas paralizados de carreteras, viviendas populares, cloacas y demás.
Hay una buena noticia por el lado de los ingresos. El reciente acuerdo alcanzado entre las provincias y el gobierno central para devolver progresivamente los 15 puntos de coparticipación que iban a financiar el Anses, representarán en el caso de Buenos Aires un flujo de ingresos que no estaba previsto en 2015, cuando asumió Vidal.
Ese monto, más un préstamo ya acordado por haber accedido a ese programa de devolución, representarán en el segundo semestre una entrada de poco menos de 10 mil millones de pesos. Es mucho dinero si se tiene en cuenta que en el presupuesto provincial de este año el déficit calculado es de poco mas de 19 mil millones de pesos para todo el 2016.
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