Santiago Cantón: "Los derechos humanos no son bandera de nadie"
La Revista Provincial «La Tecla» entrevistó al Secretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires. Santiago Cantón, hombre de los equipos técnicos del ex candidato a Presidente Sergio Massa, destaca los juicios contra crímenes de lesa humanidad.
-¿Cómo encontró la Secretaría y qué se ha hecho en estos seis meses?
-Faltaba un plan preestablecido de trabajo y había poca actividad. Esto se lo atribuyo directamente al ex Gobernador (Scioli), que no creía en los derechos humanos; y esto es claramente demostrado en las entrevistas que él dio en la década del 90. Luego se convirtió, por una cuestión meramente política, pero no era un tipo convencido en esto; y eso se notaba en esta secretaría, donde, independientemente de quien pudiera estar como secretario, no había una voluntad clara de la defensa de los derechos humanos. Defiendo mucho al personal, que volví a contratar, que sí cree en los derechos humanos. Pero si no tenés una cabeza que baje línea y realmente crea en esto, no hacés nada. Y aquí no se hacía nada. Hubo que redefinir de cero las tareas.
-¿Por dónde pasa esa redefinición?
-Hay cosas que piden a gritos que se trabajen en Derechos Humanos. La agenda está bastante clara en algunos aspectos; en otros, no.
-¿Por ejemplo?
-Todo el tema de la situación carcelaria de la Provincia es grave y serio; y ahí tenemos una subsecretaría que no para de visitar las cárceles. Trabajamos con el nuevo ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, para seguir el proceso de reforma que inició la Gobernadora, quien empezó a resolver el tema de la alimentación, que era grave, y la capacitación a los guardiacárceles. Otro tema fundamental es el de violencia de género, algo que María Eugenia Vidal ha planteado como una prioridad. Esa es una deuda pendiente enorme; no podemos seguir aceptando fríamente que se maten mujeres. Estamos diseñando un plan para que la Gobernadora apruebe y difunda.
-Una de las cosas de las que se dudaba, con el cambio de gobierno, era, precisamente, la política de derechos humanos…
-Cuando la Gobernadora me convocó me dijo que debía continuar con las políticas de derechos humanos y ampliarlas a nuevas áreas en las cuales no se trabajó en la década anterior. Los juicios de lesa humanidad son un ejemplo mundial. Lo que pasó en Argentina, en el mundo es, lamentablemente, bastante común; y el mundo necesita ejemplos como el nuestro para ver cómo resolver estos conflictos. Hay que continuar
los juicios, terminarlos, hacerlos más rápidos y que no haya fallas en el libre proceso, hacerlos bien. Aparte, derechos humanos también son los derechos económicos, sociales y culturales; salud, desarrollo, educación; y ahí le proponemos a la Gobernadora que la política de Derechos Humanos sea transversal.
-¿Y van a avanzar sobre eso?
-Se está haciendo. Hay un gabinete social, que nos estamos reuniendo; y ya tuve un par de reuniones con el ministro de Economía, para que en el presupuesto tenga en cuenta las visiones de Derechos Humanos. Derechos Huma-nos es la dignidad de las personas, y la obligación de cualquier gobierno es buscar eso.
-Destaca los juicios que el kirchnerismo fogoneó con énfasis. ¿Cómo veía usted al gobierno argentino y su actuación en derechos humanos?
-Una cosa son los juicios, y otra los derechos humanos en general. Yo defendí ante el Senado de los Estados Unidos la política de los juicios de Néstor Kirchner. Se me pidió que fuera a hablar sobre lo que hacía el gobierno argentino y yo defendí muy fuertemente esa política. Reconozco esa enorme profundización que llevó adelante Kirchner. No podemos olvidarnos de que el primero en hacerlo fue Raúl Alfonsín, y el paso que dio, desde una perspectiva histórica, fue mucho más fuerte que el que da Néstor Kirchner. Pero lo hace Kirchner, lo hace la Corte Suprema con un fallo en el 2005, y lo hace el Congreso; o sea que todo el Estado argentino dijo “hay que avanzar con estos juicios”. Eso es un ejemplo a nivel mundial, y hay que sacarse el sombrero.
-¿Y el resto?
-Derechos Humanos es mucho más, y en el resto hay grandes deficiencias. Uno de los aspectos más graves, a mi juicio, es la politización que se hizo de los derechos humanos. Los derechos humanos no son bandera de nadie, de absolutamente nadie. El día que logremos que sea una política igual para todas las ideologías y go-biernos, ahí recién vamos a poder pensar en un triunfo en los derechos humanos. El kirchnerismo, en la polarización, qui-so llevarse con ellos a los derechos humanos; eso fue grave, y lo he criticado muchísimo. Y consecuencia de eso también fue que se sustentara fuertemente en los juicios y se abandonaran otras cosas. La situación de violencia de género en la provincia de Buenos Aires es calamitosa, y ahí hay una responsabilidad clara del gobierno anterior.
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