Un "trapito" vio cómo chocaban su auto y le dejó los datos del responsable
Sucedió en Mar del Plata. El cuidacoches fue testigo del impacto, le tomó la patente al causante del daño y se lo comunicó a la perjudicada a través de una nota
Una mujer tuvo la desgracia de advertir que su auto había sido chocado durante el lapso en que estuvo estacionado. Pero, al mismo tiempo, se encontró con que un cuidacoches le había facilitado los datos del responsable del siniestro a través de un mensaje, tras haber presenciado el hecho.
Ocurrió en Mar del Plata, donde Gabriel se encarga de cuidar autos en la zona de 25 de Mayo entre Yrigoyen y Mitre. El joven notó que un conductor dañó con su auto el rodado que la mujer había dejado en la calle. El cuidacoches no dudó: se acercó al hombre, llamado Pablo, le pidió su nombre, su número de teléfono y los datos de su patente.
Luego, Gabriel anotó la información en un pedazo de cartón, que dejó en el vehículo. «Hola, me llamo Gabriel. Soy el que le cuida el coche. Te chocaron el auto de la parte de adelante. Estos son los datos», reza la nota, publicada por el portal 0223.
Conmovida, la mujer compartió su experiencia a través de las redes sociales: «Quiero hacer público mi agradecimiento a Gabriel, un adolescente que se gana la vida dignamente y quien me dejó este mensaje en la ventanilla de mi auto estacionado en 25 de Mayo entre Yrigoyen y Mitre».
Del mismo modo, agradeció la noble actitud del causante del daño, «quien solidariamente dejó sus datos para hacerse cargo del siniestro y no fugarse como tantos otros», escribió la mujer.
El episodio llega en medio de un agitado debate que, si bien viene de larga data, se reavivó en los últimos días en la Ciudad de Buenos Aires, donde crecen las bandas mafiosas que extorsionan a los conductores para que paguen un canon por estacionar en la vía pública. Mientras que el Pro busca, sin éxito, prohibir la actividad de los cuidacoches desde 2007, el Frente para la Victoria insiste en que hay que regular la tarea a partir de un empadronamiento de estos trabajadores, bajo el argumento de que la prohibición «beneficia a las mafias».
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