Azul: Le robaron y mataron a un Pony que le había regalado a su nieto

Hay denuncias radicadas y una investigación en marcha.

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José Arturo Sequeira un jubilado de la ciudad de Azul denunció que delincuentes se llevaron de una chacra cuatro lechones y un Pony, por lo que ya hay denuncias correspondientes en sedes policiales.

El hecho fue revelado por el Diario El Tiempo, de la vecina localidad.

Sequeira, que a pesar de estar jubilado hace cincuenta años que viene trabajando como molinero, contó que desde hace aproximadamente un mes alquila esa chacra de donde fueron sustraídos los animales.

El predio se encuentra situado en Industria y Tiro Federal, en cercanías a las vías.

«El martes me entraron y dentro de los corrales me mataron cuatro lechones a garrotazos con un caño. Después se los llevaron», señaló sobre el primer ilícito, ocurrido en momentos que en la chacra estaba el casero.

Según dijo Sequeira, ese hombre escuchó durante la madrugada ladrar a los perros y después, al día siguiente, constató el faltante de los porcinos, que el molinero criaba y tenía para vender a unos dos mil pesos cada uno.

Por versiones, el hombre se enteró que los animales se los habían llevado unos sujetos y que estaban en un predio cercano, donde después los carnearon con intenciones de venderlos y a uno de los lechones «lo hicieron al asador».

Pero a pesar de contar con esos datos, la Policía no pudo recuperar los porcinos ni, al menos por el momento, identificar a los autores del hecho.

Al día siguiente «no sé si los mismos que me robaron los lechones me mataron un pony que le había regalado a mi nieto», señaló dolido por lo ocurrido el jubilado.

Según lo que pudo averiguar, al caballo -un pony de pelaje tobiano colorado que tenía unos dos años- lo sacaron arriando del potrero donde estaba y después le dieron muerte en un predio cercano.

«Cuando encontré sus restos tenía media cabeza hundida. Se nota que lo mataron con algo contundente y que después lo carnearon», comentó el vecino sobre lo que fue el robo del petiso que le había regalado a su nieto, cuya cabeza la encontró tirada en un terreno situado sobre la calle La Madrid.